top of page

ACOTACIONES EN LOS DIÁLOGOS

Hola, queridos compañeros. Continuaremos esta tercera parte de los diálogos. En esta entrada iremos a las acotaciones, los incisos y otras formas en que el narrador marca su presencia en los diálogos.


¿Qué son las acotaciones?

Son indicaciones que hace el autor. En ellas comenta, precisa o matiza las intervenciones de los personajes. A través de ellas el narrador nos aporta un detalle, un matiz en la escena, en suma, nos la hace mucho más gráfica y sonora.


En principio las acotaciones nos dan idea de quien habla, a quien le habla y cómo se lo dice. Veamos un par de ejemplos:

— ¿Qué haremos el fin de semana? —preguntó Daniel a su madre, con la voz temblorosa por la emoción por ir al parque de diversiones otra vez.

— ¿Qué haremos el fin de semana? —preguntó Daniel a su amante, susurrante, ansioso por ir al refugio en las montañas al que fueron la vez anterior.


Muestran a los personajes y sus estados de ánimo

— ¿Cómo quieres que todo sea color de rosas, cuando lo único que traes son problemas? —lo increpó Susana, arrojando todo cuanto había sobre la mesa. —Si te molesta, tienes la puerta abierta para salir cuando quieras —y extendió el brazo señalándole la salida.


Dan detalles sobre la escena

— ¿Me puedes decir dónde está tu hermano? —preguntó Susana al ver el desorden en la habitación. La pintura manchaba las paredes, las cortinas estaban desgarradas, y la cama desordenada.


Reflejan el carácter de los personajes: sentimientos, emociones, pensamientos

— ¡No te vayas! —sollozó una vez más de rodillas en la hierba. —Sabes que no sé vivir sin ti.


Reclaman la atención sobre algo concreto, ralentizando o dando intensidad al diálogo.

—No sé, tal vez era Lucas…o Martín…no lo recuerdo muy bien — una nueva arcada la interrumpió. Ella se dio vuelta para ocultar su desazón. Cuando se volvió, estaba pálida, con los ojos enrojecidos. —Éramos varios,…no nos conocíamos todos…habíamos bebido…


Preparan a lector, dando un anticipo de lo que sucederá

Podemos emplear las acotaciones para pasar de una escena a otra, como en este ejemplo:

—Oye…eres guapo. — María se le acercó todavía más — ¿Te apetece tomar algo en otro lugar?


El uso de los vocativos y las acotaciones

En todo diálogo es imprescindible que le lector sepa de quién estamos hablando, pero no es lo único. Sin embargo no es aconsejable llenar nuestro diálogo con “dijo” y una serie de verbos del habla para evitar las reiteraciones.


Si solo tenemos dos personajes que estemos indicando en cada caso cuál de ellos habla, a menos que uno haya permanecido en silencio. En tal caso correspondería indicar cuál de ellos es, utilizando un vocativo. De este modo sabemos, si son dos personajes, uno de ellos llamado Luisa y el otro es quien le está haciendo la pregunta.


Oye, Luisa, ¿de dónde sacaste a ese chico?


El vocativo puede ser el nombre, pero no es la única forma de mencionar a un personaje. Podemos emplear una expresión con que la designe, o emplear un modo particular de hablar de uno de los personajes, claramente identificable, para no realizar acotación alguna:


— ¿Sabes, cariño? Me revienta que fumes.


En este ejemplo, sin nombrar al personaje, seguramente tenemos uno que nombra como “cariño” al otro, por lo que no necesitamos indicar cuál es el que habló. Ya su mismo modo de hablar lo indica. Por supuesto, las características del habla deben ser claramente identificables con el personaje. No olvides que por lo general comparten un sociolecto, pero hay muletillas y formas de expresarse que nos permiten omitir en algunos casos las acotaciones.


Si tenemos más de dos personajes, ahí sí puede ser necesario incluir los vocativos. Por supuesto, no emplearlos de continuo ya que perdemos realidad, pero podemos echar mano de otros recursos: indicar lo que está haciendo.


—Me estás haciendo perder la paciencia —Marcos señaló con su cigarro a Lorraine, mientras Lucas se apartaba con discreción.


Aquí puedes observar cómo en la acotación no hay verbo del habla, pero un gesto que indica, unido a lo que dice, quienes son el emisor y el receptor, mientras un tercero se aleja.


También el lector debe conocer el impacto de lo que se dice en la otra persona, lo que ya se ha indicado como lenguaje corporal, lo que piensan pero no dicen, etc. No nos limitemos a lo verbal, incluyamos lo no verbal para enriquecer nuestros diálogos, pero todo en su justa medida. Ten cuidado en extenderte demasiado en los incisos que te pueden hacer que se pierda el diálogo. Utiliza con mesura las acotaciones, y si necesitas realizar una gran explicación, diseña una escena para ello o un diálogo en el que un personaje cuente al otro lo que necesites explicar.


Acotaciones de un personaje

Tal vez necesites que un personaje realice una acotación sobre lo que dice, una especie de reflexión, En tal caso puedes emplear el paréntesis:


—Estaba borracho (o al menos eso me pareció), no estoy seguro.


Y hasta aquí, todo por ahora con el diálogo.


Cuenta, ¿te resulta interesante? ¿Tienes para aportar? Comenta, no te olvides que esto lo hacemos por ti y entre todos para aprender.

Muchas gracias por tu atención, será hasta una nueva entrega.


Laura


Recuerda que a partir de febrero, empezamos a regalar insignias. Tu participación es un estímulo para nosotros y queremos agradecerlo. Ten feliz día.

Café Literautas


322 visualizaciones5 comentarios
enero, 2020
febrero, 2020
marzo, 2020
abril, 2020

 Cierre reto mensual
Retos --22/23

bottom of page