CÓMO ENRIQUECER NUESTROS TEXTOS CON METÁFORAS

Hola, queridos compañeros de letras. ¿Cómo se encuentran? Retornando de nuevo a nuestra sección de Diccionario y Ortografía, después de un descanso.

En esta nueva entrada veremos cómo podemos enriquecer nuestros textos con las metáforas.

Seguramente has leído mucho sobre ellas, tal vez incluso las empleas en tu lenguaje cotidiano, frases hechas que encierran grandes verdades (no estamos hablando de los demasiado conocidos dientes de perlas o similares), sino de otras más comunes en las que no hemos caído en cuenta de que son metáforas (tocar el cielo con las manos, mi tiempo vale oro, etc.)

Ya en tema, comencemos por identificar qué es una metáfora y diferenciar de sus primos hermanos: la comparación o símil, los metónimos y las sinécdoques.

Metáfora: transfiere el significado de una palabra a otra.

Si volvemos al ejemplo de los dientes de perlas, no estamos diciendo que tenga perlas en lugar de dientes (en situaciones de fantasía incluso puede darse), pero si estamos alabando la belleza de alguien y utilizamos esta metáfora, queremos decir que sus dientes son blancos, perfectos, bellos, es decir, a los dientes les transferimos propiedades (apreciables en este caso, dado que queremos halagar, destacar la belleza) de las perlas.

Identificada la metáfora, diferenciémosla de sus familiares.

Símil o comparación: es una especie de metáfora pero más débil, emplea por lo general las palabras como y parece.

Si volvemos a nuestra metáfora, podemos volverla un símil: sus dientes parecen perlas.

Metónimos: se sustituye una idea por otra con la que está relacionada.

Veamos algunos ejemplos de metónimos:

• La Corona impidió la catástrofe mundial (Corona hace referencia al monarca)

• La Casa Blanca mantuvo silencio sobre las acusaciones (Casa Blanca hace referencia al presidente de Estados Unidos)

Sinécdoque: reemplazamos un concepto por una parte del mismo

Veamos algunos ejemplos:

• En los países con escaso desarrollo económico es fácil encontrar mano de obra barata (mano de obra alude a trabajadores)

• Mi madre quedó con tres bocas que alimentar (bocas por referir a personas a cargo)

• Lo que gana apenas le permite llevar el pan a la mesa (pan por alusión a alimentos).

Volvamos ahora a las metáforas. ¿Cómo podemos elaborar metáforas?

Por empezar, una forma de practicar, es leyendo. En poesía es donde se encuentran en cantidad. Para quienes aman la poesía, pueden dar cuenta de ello.

Pero si además deseamos desarrollar nuestra habilidad para crear metáforas, aquí van algunas pequeñas ideas:

1. Piensa en el concepto sobre el cual quieres realizar la metáfora. Es la etapa de la lluvia de ideas. Se te ocurrirán multitud de palabras relacionadas con tu idea. No deseches ninguna, nunca se sabe donde terminarás. Trata luego de relacionar el concepto con otras cosas: un color, un animal, una actividad, estado del tiempo, actividad deportiva, fenómenos naturales, etc. (el tiempo yendo a lomos de una tortuga, o volando en alas del águila, o deslizándose con pereza)

2. Trata de convertir tus comparaciones en metáforas

3. Ten en cuenta el efecto que deseas conseguir con la metáfora (por ejemplo con las perlas de los dientes, tomamos de las perlas la blancura, la perfección, pero no la forma redondeada de ellos)

4. ¿Dónde puedes encontrar metáforas? En los dichos y refranes, historias bíblicas, etc. Ten en cuenta que el lector tiene que poder identificar a qué refieres con esa expresión.

5. Por encima de todo, tu metáfora se debe relacionar con el texto: si tu texto es sobre deportes, emplea en tus metáforas palabras relacionadas con ellos, por ejemplo: metió el gol de su vida, le habló con el alma en la mano.

6. Practica, practica, practica. Con la práctica, mejorarás.

Consejos finales:

• No te excedas con la cantidad de metáforas.

• Evita los clichés. Si no puedes evitarlo, simplemente utiliza la palabra adecuada, sin forzarte a una expresión que puede desvalorizar todo tu texto.

De regalo, una pequeña parte del discurso de Martin Luther King de Yo tengo un sueño:

“…los americanos negros…viven en una isla solitaria de pobreza en medio de un vasto océano de prosperidad material”

¿Qué opinas? ¿Empleas metáforas o tratas de hacerlos? Muchas veces con otras palabras, otra forma de expresión, podemos dar una idea mucho más acertada de lo que queremos decir. Te invitamos a que comentes.

Laura