CÓMO MATAR A UN PERSONAJE: ¿ Qué opinan los lectores?
No recuerdo cuándo y dónde leí que toda novela que se respete debe contener la muerte de uno de sus personajes, a veces secundarios, y con más atrevimiento eliminar a uno de los protagonistas.
Desde antaño se ha utilizado este método, desde la Odisea, La Ilíada, Macbeth, Sherlock Holmes o El quijote de la Mancha, y un infinito etc., en donde uno (o más) de sus personajes muere. Y esto ocasiona reacciones en el lector.
Siendo sinceros, es la muerte quizá uno de esos misterios de la vida. Algo que el ser humano, pese a los miles de años sobre la tierra, aún es incapaz de aceptar sin cuestionarlo. Si bien lo tomamos como parte inamovible en nuestra existencia, y tenemos la certeza que todos vamos a morir, sigue creando muchos temores, dudas y el sentimiento de perdida es devastador.
a literatura no se escapa del uso de la muerte, como parte adjunta o central de una historia. El romanticismo de la Edad Media, contemplaba casi con sacra ideología el “morir por amor”; obras tales como Romeo y Julieta o Hjalmar e Ingeborg, en donde en ambas historias los personajes principales mueren a consecuencia de su incapacidad de vivir sin su ser amado.
Otras obras se han escrito pensando en la muerte del personaje principal, Crónica de una muerte anunciada, o Pedro Páramo son un ejemplo de ello, sin mencionar otras tantas escritas por autores de todas las latitudes.
Sea natural o provocada por sucesos tan dispares, como lo es un suicidio, una guerra, la hambruna o el asesinato. Y hasta el “caer muerto”, producido por el estupor, la angustia o la desesperanza.
La muerte se explaya en cualquier tipo de literatura, sea un romanticismos puro, un drama policíaco, un realidad fantástica o una distopía adolescente. En mi muy temprana adolescencia leí la novela de mi compatriota Lucía Gamer de Medina, Blanca Olmedo. Si bien conocía las obras románticas de Shakespeare “de oídas”, nunca había leído por completo una obra de este estilo. Y con trece años de edad y todas las hormonas revueltas, no paré de llorar en cada página. Ahora, las novelas románticas son el género que menos me gusta de la literatura, por sus sufridos clichés.
Pero seamos sinceros, que todos tenemos nuestro coranzoncito, y hay escenas que nos hacen revolver los sentimientos, sobre todo cuando un personaje muy querido, fallece.
Entre mis muchas investigaciones del tema, (hace mucho tiempo atrás), encontré que alguien lanzó un reto a sus suscriptores de completar una lista de las “formas más tristes en la que puede morir un personaje”, aquí presento el listado que encontré y me inspiró a escribir este artículo. *Debo mencionar que lo encontré como foto y no como un post en ninguna parte. El original está en inglés, por lo que la traducción no es literal, pero si respetando la idea. Debido a esto, tampoco puedo detallar la fuente original de dicho listado*.
El listado va tal cual, aun cuando no comparto todas las sugerencias.
No dejes que tu personaje muera de vejez con una vida plena. Esto no es suficientemente triste. (Esto podría funcionar si tienes otros factores).
No permitas que el personaje logré sus metas. Durante la trama el personaje busca lograr sus objetivos, morir y no hacerlo es muy triste.
Imprime fuertes relaciones con otros personajes.
Hazlos luchar fervientemente en contra de aquello que puede ocasionar su muerte, para que al final, sucumban ante ella.
“Mátalos” en medio del desarrollo de su personaje.
No describas a detalle su funeral (*opinión del suscriptor: las largas descripciones no me hacen sentir más tristeza).
Si es posible “mátalos” en medio de la historia, cuando ya le hemos tomado cariño al personaje, pero tendremos tiempo de recuperarnos de la perdida.
Puedes ubicar a los personajes sobrevivientes, en una situación igual a la enfermedad de aquel que han podido ayudar. Puedes meterlos en esa misma situación o dejar que el lector haga conexiones del estado del personaje.
El sacrificio supremo, que el personaje muera por salvar la vida de alguien a quien ama, de un peligro creado por el antagonista.
Que el personaje desista de seguir intentando, con el alma partida, porque no hay esperanza.
Que su mascota sea testigo de su muerte.
Que sus familiares sean testigos de su muerte, o se culpen por ella.
Que un artista muera y sus fans canten sus canciones en su funeral. (CL/KM Opinión: Es muy probable que quien sugirió esto sea un adolescente; creo que los adultos no sentiríamos profunda tristeza leer eso, ya que ese cantante no es nuestro "favorito").
Estoy segura que en tu mente se están formulando algunas otras a esa lista. Pero,...
QUÉ OPINAN LOS PROFESIONALES SOBRE EL TEMA
¿Es realmente necesario eliminar a un personaje?
Tal como en la vida real, la gente fallece, por una u otra causa. Pero en la literatura, debe existir una verdadera razón para que eso acontezca. Si es factible “matar” a un personaje, sea secundario o hasta un protagonista. Puedes obtener la admiración o el repudio del lector, por las razones o las maneras en cómo lo has hecho. Aquí una serie de los Sí y los NO que los editores aprueban o rechazan sobre el tema.
Razones porque NO eliminar a un personaje
Cuando ya no sabes que hacer con él– Has iniciado tu escrito y lo has llenado de personajes, pero te empiezas a aburrir o cansar de alguno. Matarlo no es la solución. Es preferible que re-acondiciones tu historia antes de sacarlo de la misma por esa razón errada.
Desear captar la atención del lector /efecto shock – Esta no es la típica escena del choque imprevisto que se ha vuelto común en las películas. Cuando menos esperas, está ese búm en primer plano. Sacar una muerte sin sentido, que no ofrece nada a la trama, es un error. Matar a un personaje porque tu trama no avanza y esa es la razón de “empuje” es un error.
Hacer sufrir al lector – eliminar a un personaje para buscar conmover al lector, tocar sus fibras más humanas, como lo hace Hollywood con el perro que muere en las películas. Sí, no tienes porque matar al perro para conmover. (Vale con personas también).
Matar a los rellenos como daño colateral (personajes secundarios o terciarios)- Estamos tan acostumbrados a las películas que cuando matan a un relleno para advertir al héroe, nos parece lo más normal. Pero una novela que tiene más extensión a las dos horas, no debe permitir esos atajos. Siempre debe existir una justificación que vale la pena en la trama.
Lo matas ahora, para que resucite después – Esto es muy común en novelas de ciencia ficción, aventuras y fantasía. Es interesante que aunque sí puede ser permitido por razones válidas, hacerlo con el afán de crear suspenso en el lector o como medio de extender una “saga” es otro error. Autores matan a todos y poco a poco los van resucitando; el lector puede cansarse de eso y verlo como una desesperada acción de “código alerta” de parte del autor; o peor aún que espera que un personaje X que ha fallecido resucite y esto no ocurre, sintiéndose engañado o frustrado.
Razones porque SÍ eliminar a un personaje
Cierre del ciclo/Cumplimiento de una meta – A veces un personaje muere dejando lecciones de vida a terceros. Sin esa muerte, los demás no aprenden o valoran esas lecciones. La muerte de Boromir, en El Señor de los anillos, no solo lo revindica de sus errores, sino que a través de su sacrificio Frodo y Sam puede comenzar su ruta hacia Mordor.
Falsas muertes – Aunque hemos dicho que morir/resucitar no es apropiado, hablamos de una falsa con la lógica involucrada. El personaje que finge su propia muerte para escapar, como los potragonistas de El Hombre de la mascara de hierro y El Conde de Montecristo, y luego tomar ventaja de esa situación. Pero el lector no es engañado, él sabe que ha fingido, más no así los demás personajes de la historia.
La trama avanza – Cuando una muerte sirve para esto, sea positiva o no dicha muerte. *La muerte de un personaje impulsa una trama. Sensatez y Sentimiento, empieza con la muerte del Sr. Dashwood y la precaria situación que deja a sus hijas. *Impulsa a que otro personaje emerja como Daenerys Targaryen- en Canción de fuego y hielo (o Juego de Tronos en la TV), las muertes cercanas le afectaron negativa o positivamente según la madurez que adquiere a lo largo de la novela. Esta es quizá una de las razones más justificables, para hacer morir a algunos personajes en las novelas.
Justifica una reacción – Usualmente una muerte no esperada afectará a los personas según la cercanía del fallecido. Una muerte violenta, justificaría el hambre de venganza. Una enfermedad a encontrar una cura, etc., como en La Maquina del Tiempo, la muerte de su amada lo obliga a construir la máquina para "evitar" su muerte.
Ponerle fin a la trama – Es cuando se tiene desde un principio darle muerte, digamos a un personaje central, y esta ocurre para darle cierre a la historia como en Crónica de una muerte anunciada o La dama de las Camelias.
La justicia alcanza – Cuando un personaje es malvado, se espera que obtenga un castigo, muchas veces amparado por la venganza. Dependiendo del personaje, se prefiere que fallezca antes de caer en las manos de la justifica tradicional, a so pena que salga libre. Como es el caso de Drácula, que no solo se logró cierta justicia por las múltiples muertes provocadas, sino liberar a la señorita Murray de su maldición.
Hincapié o lógica del tema – Una historia de guerra sin muertes, sería una gran farsa. Las muertes de personajes que atraviesan una odisea, una aventura peligrosa, las catástrofes, etc, justificará el fallecimiento de alguno de sus personajes. Ojo, cada muerte debe justificarse, y si es posible, que la misma sirva para estos puntos presentados, de ser posible. Eliminar a un personaje para que el héroe se quede con la chica, o logre un objetivo, en este punto no es justificable.
Cuando es el objetivo -En otras ocasiones un personaje, sobre todo el protagonista, tiene como objetivo o meta eliminar a su adversario. Esto se avala también en las historias de anti-héroes, pero dichas muertes deben justificar las razones de quienes quieran darle captura. (Digamos ofrece pistas, etc). Macbeth es el libro en donde todo se orígina por el asesinato que cometió el protagonista.
Abre una ventana de conciencia – Esta es una de las menos usadas, pero no menos atrayentes. Libros que se escriben para salir del esquema natural y atravesar otros universos. El Infierno de Dante, no tendría sentido sin la presencia de la muerte, aunque sus protagonistas parecieran no sufrirla, sino solo enlazarse con otros que sí la han sufrido. Este formato parece ser muy usado en películas, El sexto sentido, Los Otros, etc. O hacer de la propia muerte parte de la historia, como lo es La ladrona de libros, en donde la muerte misma es la narradora de la historia. Interesante.
Reconociendo los sí y no de matar a los personajes, debemos tomar en cuenta que toda acción debe ser parte de una trama correctamente estudiada. Las muertes que ocurran en nuestras historias deben estar justificadas por uno o más puntos en los SI de está lista.
Para un escritor, matar a uno de sus personajes, sobre todo si este le agrada es muy difícil. Nos encariñamos de ellos y con ellos. Son parte nuestra, los acuñamos en nuestra mente y los vimos crecer, desarrollarse para luego darles una muerte, a veces no digna o violenta.
Sir Conan Doyle, mató a Sherlock Holmes porque ya estaba cansado del personaje. Fue su forma rápida de deshacerse de él, más sus lectores no se lo permitieron. Sherlock resucitó, pero su carácter (o mejor dicho el que Doyle le dió) no era el mismo de antes, quizá en “venganza” al lector que parecía amarlo tanto y al autor obligarlo a seguir escribiendo.
Es difícil matarlos, pero si la historia lo requiere, es un paso natural que ellos también deben atravesar. Entonces, nos preguntamos…
¿Cómo escribir la muerte de un personaje de manera efectiva y dramática?
Debemos respetar el personaje y la historia. Si planificamos el carácter del personaje, las tramas, es imperioso hacerlo también sí la vida de ese personaje va a terminar. Nos guste o no escribirlo.
Tomar a la ligera esas escenas, mostrar apatía y desdén por ellas, hará que el lector las trate de igual manera. Así como te involucras en tus demás escenas, debes hacer lo mismo con estas.
Si tienes empatía por tu personaje-a-punto-de-morir, es lógico que te asalten dudas, no quieres hacerle sufrir, etc. Pero debes seguir la trama, ser fiel a la historia y sopesar la importancia que esa muerte aportará a la misma.
Involucra tus sentimientos – No puedes expresar lo que eres incapaz de sentir. Si la muerte es triste, tú mismo te debes sentir triste. Si es un acto de venganza, debes sentir esos deseos de venganza. Debes involucrarte tanto como ser el personaje mismo que vive esa experiencia: Su dolor, su miedo, su ira, su asombro. Si al terminar de escribir, no logras conectarte con alguna emoción que se da “implícita”, algo salió mal. Replantea la idea, escribe de nuevo hasta que puedas realmente transmitirlo. *Como testimonio de esto, puedo decir que he leído-escuchado unas cuarenta veces una escena en donde la noticia de muerte de un personaje es anunciada, y siempre lloro. Sí, lloro de lo mismo que yo escribí…*
Recurre a la ayuda externa – Un deportista necesita un lugar a donde ejercitarse, con el equipo adecuado. Para esas escenas especiales, debes estar en un lugar donde puedas concentrarte, no tener distracciones y apoyarte con un extra. Es mi caso es la música. Suelo escribir con música épica ( o un rock ligero, dependiendo la escena)… así que porque no deprimirse un poco y escuchar música melancólica. *Cuando escribo suelo escuchar música en Youtube. El Canal Pandora Journey es mi favorito, su música Epic/Action es de mis preferidas; pero tiene un gran repertorio de Emotional/Sadness/Dramatic music. Para mí es muy estimulante escribir una escena, con la música acorde.*
A la fuerza, ni el agua es buena – Es un refrán que mi madre y abuela solían usar con frecuencia. Si no te sientes a tono para escribir una escena (sea la que sea), no te esfuerces u obligues a hacerlo. Si no estas en sintonía, no podrás sacar lo mejor de tí. Si bien es cierto que no debes estar deprimido para escribir una escena triste, debes tener una buena disposición para hacerlo. Lee lo que has escrito con anterioridad, posicionate en los pies de los personajes, empapate de la trama. Tómate unos momentos antes de teclear, una vez que empieces deja que fluya sin presiones.
Acéptalo – Si la muerte del personaje es necesaria, no hagas de eso una tragedia personal. No dejes que las cargas morales o de consciencia laceren el desarrollo de tu historia. Si comienzas a sentir “culpas”, te podrías ver tentado a resucitar a tu personaje, y afectar hasta negativamente todo el demás trabajo en el que has invertido tanto. Si por el contrario, puedes darle un giro positivo a la misma, no matándolo, entonces trabaja en ello y hazlo. Todo por el bien de la trama.
Si tu proyecto literario no es una aventura épica con batallas campales, guerras o desastres, recuerda que no estas obligado a aniquilar a tus personajes, primario o secundario. No todas las historias requieren una muerte; no tener ninguna puede ser tan beneficioso como eliminar a algunos cuantos, aún siendo de peso.
No somos el Sr. George R. R. Martin que mata a cualquiera en su saga, pero debes recordar que ese mundo es diferente, las batallas, rivalidades y sucesos justificarán su cometido. Con el perdón del celebrado y exitoso autor, yo prefiero una historia que tenga un inicio y un final, no una que por cada muerto, aparezca otro nuevo personaje haciendo “la historia interminable”, para eso, prefiero leer a Michael Ende y sin tanto muerto…
¿Y tú, has eliminado a tus personajes, por qué, cómo lo haces? Quién es el que te ha dolido más… alguno que te dio placer culposo de mandarlo al inframundo?
Y ya me alcanzó la madrugada…
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¡Nos leemos!
K.Marce
Se cierra el conteo de comentarios del mes de mayo. Se obtuvieron solo tres comentarios en esta entrada.
Permíteme una observación, Marcela: "hace mucho tiempo atrás" es una redundancia. Se debe decir "hace mucho tiempo" o "mucho tiempo atrás".
Hola, K.Marce.
Durante bastante tiempo me he debatido con la muerte o no del protagonista de una pequeña novela que estoy escribiendo. Me da pena porque me he encariñado con él, pero considero que hacerlo es el cierre adecuado para el círculo en que se desenvuelve (sabe Dios cuando la terminaré, pero ya con el final en mente, he salvado un escollo importante). Una vez que terminé de tomar la decisión (que me llevó mucho tiempo), fue como sacarme un peso de encima. Es difícil matar a un personaje que uno ha desarrollado con cariño, pero creo que es necesario para la historia. De más está decir que cada vez que lo imagino, algunas lágrimas me caen. No es gratuito…
Muy instructivo tu tutorial K Marce. En mi novela, que has tenido el detalle de publicar en biblioteca, hay unos cuantos muertos. Unos por necesidad narrativa, otros para que la trama avanzara pues no podían aportar más. Procuré hacerlo siempre de manera justificada.
Muchas gracias, Karen, por este interesante aporte.