LOS DIÁLOGOS (I)- Su naturalidad

Hola, queridos compañeros. Regresamos después de un descanso para reencontrarnos con temas relacionados con la escritura.

En esta ocasión, como expresa el título, voy a abordar los diálogos pero desde un aspecto más literario. En otra entrada abordaré el aspecto formal ya que el tema da para cortar bastante tela.

Ya hecha la introducción vamos al tema. En principio, los diálogos deben ser lo más naturales posible. Aquí hay que hacer una interesante diferencia. Algunos escritores piensan que para hacerlos naturales, se trata de escribirlos como es el habla cotidiana. Sin embargo, cuando hablamos utilizamos muletillas, interrupciones, gestos, pausas para significar, medias palabras, entonaciones… que no siempre se puede reflejar en los diálogos. Y para ello, si quieres, realiza la prueba de transcribir una conversación. Será realista, es innegable,… pero tal vez no sea tan literario. El texto de "palabra por palabra" puede servir para un juicio, pero si lo nuestro es la literatura, tal vez no nos sirva.

Aquí dejo este punto al criterio de cada uno; porque al respecto sobre el uso de tacos ("malas" palabras) hay diversidad de opinión. Por supuesto, cuando escribes los borradores puedes realizar los cambios que se acomoden de la mejor forma posible teniendo en cuenta el texto, el contexto, y el lector. No te olvides que escribes para un tipo de lector, al igual que la música es para un grupo de personas determinado, lo que escribes es para un lector al que debes tomar en cuenta.

Cuando tu escritura es cuidada, y tus lectores te siguen por ella, si de pronto cambias en tu estilo, tanto puede que sea un acierto… o un error. La vida no tiene fórmulas en cuanto a los gustos, y la variación en enriquecedora.

Y ya que me referí a los tacos… volvemos a la cuestión de gustos. En determinados géneros musicales puedes encontrar letras de canciones llenas de ellos… y cantidad de seguidores de ese artista en particular. Por ello, volvemos a nuestro lector al que cuentas la historia.; si lees "El guardián en el centeno", el protagonista es un adolescente de clase media que a sí mismo se reconoce como de escasos recursos para el habla, pero emplea algunos tacos, ¡y funciona!, porque su uso es muy cuidado y tiene relación con el sociolecto del personaje.

¿Cómo podemos lograr diálogos realistas, creíbles, que no suenen artificiales? No se trata de copiar lo que se habla en una estación de metro, un restaurante o un parque a detalle, porque no te puede funcionar. Si lo deseas, puedes intentar, y te encontrarás con una gran cantidad de palabras, pausas, interrupciones y, lo peor de todo, una gran cantidad de palabras irrelevantes que entorpecen la historia.

¿Cómo podemos hacerlo entonces? Practiquemos como hablan nuestros personajes, interpretémoslos, hagamos que nos transmitan su vida interior, pero no solo cuando están tranquilos, distendidos, sino que en distintas situaciones, según como planeemos que estarán en nuestro texto: enojados, asustados, seductores, mintiendo, etc. Ten en cuenta en qué situación se encuentra el personaje dado que esto determinará el modo en que se exprese.

Puedes utilizar fichas de personajes para registrar sus expresiones. No te limites a las palabras, registra también sus modismos (o tacos si corresponde), gestos, tics y otros movimientos que realicen. No te olvides que el cuerpo también habla (retorcerse las manos, agitar el pie, ponerse blanco o colorado, temblar, sentir palpitaciones, tartamudear, tener la voz temblorosa, etc.). Todo esto será de guía y ayuda, además, lograr que tus personajes tengan una voz propia y, por supuesto, textos mucho más ricos.

Pero ten cuidado, no te pases de largo buscando la diferenciación de cada uno de tus personajes, resultará un trabajo muy arduo que no funcione. Con un diálogo forzado perderías en cuanto a su naturalidad. Toma en cuenta que en general los personajes comparten un sociolecto de base (un grupo de alumnos, de profesores, una familia, un equipo deportivo, un estudio jurídico, un grupo de médicos o una banda de rock). Acomódate a ellos.

Cuando leas, observa con atención los diálogos. ¿Representa a los personajes? ¿Cuáles son las marcas que utiliza el escritor para que cuando alguien hable resulte tenebroso, emocionante, seductor?

Recuerda leer como escritor, con la mente abierta para aprender.

Por ahora esto es todo. Cuenta. ¿Consideras las características de tus personajes, su lenguaje corporal y las distintas situaciones cuando se expresan o te limitas a los aspectos formales del diálogo?

No te olvides de comentar, tú eres quien nos da el impulso para seguir adelante.

Hasta la próxima entrega.

Laura

No te pierdas la próxima semana un reforzamiento sobre este tema en "Consejos de Escritura Creativa".