LOS MOTIVOS DEL DIÁLOGO (IV)
Hola, queridos compañeros. Aquí continuamos con una nueva propuesta de la serie de diálogos. En esta ocasión vamos a considerar la importancia de los diálogos para la narrativa.
El diálogo, al igual que todos los elementos que conforman nuestro texto, debe estar perfectamente pensado para lograr un efecto en nuestro lector.
Los diálogos tienen funcionalidad dentro del texto, lo cual nos viene a traer de modo directo que si tienes un diálogo que no cumple ninguna función, debes modificarlo o eliminarlo sin más.
Pues entonces preguntarás ¿qué función tienen los diálogos EN LITERATURA? Mira con cuidado, no estamos hablando de la vida real, sino de la literatura.
En principio, los diálogos tienen una forma particular dentro del texto, con lo que los identificas con facilidad. La misma estructura de líneas incompletas contribuye a que la página no resulte tan densa para el lector, por más que la historia sea atrapante como la que más. Visualmente, le da un respiro.
A través de los diálogos podemos escuchar las voces de los personajes, sus formas de hablar y de pensar
Tus personajes pueden utilizar modismos, muletillas, expresiones o su propio sociolecto que nos permite reconocerlo con facilidad. No es lo mismo un “Disculpe, usted” a un “Permisoooo”.
Cuando creemos a nuestros personajes, pensemos en su voz, su tono, su modo de hablar, sus formas de reaccionar (si habla titubeando, eligiendo palabras, con tono alto, o bajo, marcando alguna característica del habla, susurrando, a los gritos, etc.)
Pero avancemos un poco más. A través del diálogo, los personajes exponen sus puntos de vista sobre un tema. Por ejemplo, dos políticos exponiendo sus ideas, tratando de convencer a su interlocutor, sobre determinado tema (el que te guste). Es posible que compartan el sociolecto y el idiolecto, pero sus opiniones son los que los van a diferenciar, y los vas a reconocer porque las van a sostener a lo largo de tu texto en las distintas situaciones en que los pongas, juntos o separados.
A través de los diálogos conocemos las relaciones entres los personajes.
No solo nos enteramos de lo que hablan, de sus particularidades, sino también de las relaciones entre ellos. Las palabras con que cada uno habla, los movimientos que realizan, sus gestos, todo habla de la relación que hay entre ellos.
No es lo mismo decir:
— ¿Se le ofrece algo más, señor?
Que decir:
— ¿Y ahora qué es lo que quieres?
En ambos casos un personaje le pregunta al otro qué necesita o desea, sin embargo el uso de las palabras elegidas nos da idea de la relación entre ambos, sin que necesitemos aclarar cuál de los participantes habla.
A través de los diálogos podemos hacer avanzar la acción.
Los diálogos nos ayudan con el “no lo cuentes, muéstralo”. En los diálogos los personajes deciden, dar a conocer sus puntos de vista y podemos asomarnos a su interior desde el lenguaje gestual y desde lo que dicen y no dicen.
Veamos un ejemplo:
—No hables, escucha. Levanta la mano izquierda si estás solo. Si haces lo que te digo, verás a tu familia en 24 horas.
No necesitaremos explicar qué fue un criminal quien lo dijo, ni lo que el protagonista tiene qué hacer. Con esa breve línea nos da la información necesaria para seguir avanzando con el personaje para tratar de salvar a la familia.
A través de los diálogos podemos conocer los objetivos de los personajes
¿Qué objetivos persiguen tus personajes? Esto es muy importante, para evitar el parloteo inútil. Debemos tener en cuenta el objetivo que persiguen con el diálogo.
Tus personajes pueden amenazar, tratar de convencer, seducir, asustar, tratar de engañar, en fin, toda una variedad de finalidades que debes planear con cuidado.
Como práctica, revisa, lee como escritor, diálogos que te impacten. Trata de descubrir los recursos de los que se vale el autor para atraparte.
Y hasta aquí, todo por ahora con el diálogo.
Cuenta, ¿te resulta interesante? ¿Tienes para aportar? Comenta, no te olvides que esto lo hacemos por ti y entre todos para aprender.
Muchas gracias por tu atención.
Se reviso esta entrada para el conteo de comentarios del mes de febrero, 2022, y se asignará puntuación según la participación por miembro.
Muchas gracias, Laura.
Como el trozo forma parte de una narración más larga, no se nota que el "más" está como adverbio, pues antes se relataba que la chica se ruborizó por algo. Ahora, se ruboriza más con la imprudente mirada (más se ruborizó = se ruborizó más).
Cordial saludo.
Gracias, de nuevo, Laura, por tus prácticas lecciones de escritura.
Me atrevo a poner un ejemplo de diálogo que nos deja conocer las intenciones de los personajes...
Más se ruborizó y comenzó a abanicarse con ambas manos. Entonces, noté sus destacados pechos, casi descubiertos por un sugerente escote y puse mis ojos allí.
–¿Usted qué mira?
–Solo miro por la ventana.
–La voy a cerrar –ajustando un poco la camiseta hacia sus prominencias, pensando ingenuamente que así las cubriría, pero sonriendo, al tiempo, maliciosamente.
–Las cortinas van escasas.
–¿Por qué todo lo relaciona con edificio?
–Porque el habitante de mi piso de arriba se ha alegrado mucho y el habitante del piso de abajo está eufórico desde que le tocaron…