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Mostrar Vrs Contar: Más allá del consejo

He retomado este tema siguiendo el hilo de uno de nuestros Desafíos de Palabras en fechas anteriores. Así que he desempolvado esta entrada del cajón de mi blog personal; por lo que lo he estudiado y he decidido actualizarlo para hacerlo más comprensible.


Todos los que escribimos ficción, sin importar nuestro final propósito, lo hacemos con el uso de las palabras, utilizando el metodo que nos es más familiar. Muchos hemos investigado y seguido blogs sobre el tema, y siempre sale a luz este consejo de antaño. ¿Quién lo dijo? A ciencia cierta no se sabe, pero su origen es anglosajón: Dont show, tell!


Lo hemos escuchado una y otra vez, también lo hemos dado a otros. Sin embargo, aunque es un gran consejo, es imposible cumplirlo a cabalidad todo el tiempo. La razón es que no podemos mostrarlo todo, ni contarlo todo en el campo de la escritura. Hay ocasiones en que el consejo, simplemente no aplica.


Es un consejo que todos dan, pero pocos explican cómo hacerlo, o cuándo hacerlo. Como con toda regla debe de existir flexibilidad, esa capacidad de poder doblarla a nuestra conveniencia. Volver a leer esa entrada para acomodar esta, me hizo comprender que pese al tiempo, sigue siendo uno de los consejos que se siguen dando a los nuevos escritores, porque el cambio puede ser muy significativo en un escrito.

Después de mucho leer blogers que autopublican, antes y ahora, confirmo que sigue siendo: “Un consejo que todos dan, pero nadie explica.” Enfatizamos, que contar y mostrar no es narrativa descriptiva, ya que esto es otro tema.


Una buena parte de quienes escribimos, no tenemos una formación profesional al respecto, somos aprendices de este oficio porque lo amamos, y ese amor nos lleva a ser autodidactas. Por ende, ni ellos, ni yo, tenemos la verdad absoluta, solo buenas intenciones. Esta no es la guía infalible, sino una recopilación de lo que he estudiado sobre el tema y mi propia visión de cómo yo aplico ese extendido consejo universal.


Sin embargo, en lo investigado (lo actualizado), aquellos que dan el consejo, están de acuerdo en un punto: Estos dos conceptos, son herramientas de escritura, por lo tanto, una y otra son necesarias en toda redacción.


Mostrar Versus Contar

Vamos a simplificar:

Mostrar: es describir sobre lo que ocurre en relación a un hecho en particular, pero involucras al lector a imaginarse y sentir la escena.

Contar: es escribir la información de lo que acontece sobre un hecho en particular.


Se ha explicado que es más activo el mostrar, que un escritor lo hace cuando tiene más experiencia, mientras los novatos al no tenerla se van a lo seguro y solo cuentan. Se nos ha repetido a la saciedad, “si puedes mostrarlo, hazlo”.  Analicemos esto. ¿Es factible? ¿Aplica para todo? ¿Cuándo sí, o no?


Factible no es. No es algo que sea fácil de hacer, porque cuando escribimos, estamos condicionados no solo al tiempo que nos hemos dedicado a escribir sino también a nuestro conocimiento literario. Cuánto sabemos de reglas, ortografía y más que nada de redacción. Ya sea que escribamos desde hace veinte años, o seamos recientes escritores anónimos, mucho de lo que escribamos necesita más que del simple deseo de escribir.

No aplica para todo. Hay trabajos literarios que no soportan el formato del mostrar. Los micro relatos, los relatos, cuentos, las fábulas, etc.,  no aceptan un formato que sea extenso en cuanto al número de palabras. Esos espacios, deben condensar la información, ir directo al grano.

Por otro lado, en los trabajos extensos, como una novela (única o en serie), sí nos da el espacio para hacerlo. Pero entraríamos a la pregunta…

¿Cuándo sí o cuando no? Es aquí donde muchos han fallado a la hora de decidir, cuándo y dónde. Porque sí existe un dónde. Hay frases que no pueden mostrarse, deben y exigen ser contadas. Lo importante, es tratar de encontrar el nicho para cada uno. Sea que contemos o que mostremos; cada uno tiene su lugar.


Imaginemos estos dos formas de escribir con un mismo escenario: Un hombre conduce un auto que lleva una bomba...


(A) Giró hacia el carril derecho haciendo caso omiso de otro bocinazo. Una estación Texaco surgió a su derecha... no era una buena decisión. Más allá de la estación de gasolina, Cocina China del Dr. Won... apenas un poco mejor. No había parques a lo largo de esta sección de la avenida; las calles laterales estaban llenas de casas. Adelante multitudes llenaban afanosamente McDonald’s y Taco Bell. El reloj aún mostraba las 12:05. Llevaba mucho tiempo con las 12:05.


Versus


(B) Giró hacia el carril derecho haciendo caso omiso de otro bocinazo del auto Mercedes Benz color gris plata que había estado a su lado casi la mayor parte del camino. Levantó la mirada, para distinguir una estación Texaco a unos cincuenta metros, por lo que surgió a su derecha, aunque no tenía mucho tiempo para pensar si aquello era o no era una buena decisión; pero en fracción de segundos supo que una gasolinera crearía una explosión terrible, exponiendo a muchos. Por lo que decidió seguir derecho, no podía limpiarse el sudor frío que le humedecía su frente, y con su vista que a veces se tornaba borrosa, logró distingir que más allá de la estación de gasolina, estaba el Restaurante "Cocina China del Dr. Won", pero era un lugar muy concurrido, gracias a que ellos tenían muy buenos menús y daban promociones especiales solo los fines de semana, siendo miércoles no estaba muy lleno, por lo que apenas era un poco mejor; pero decidió dejarlo atrás y buscar un lugar menos concurrido. No había parques a lo largo de esta sección de la avenida; las calles laterales estaban llenas de casas. Adelante habían multitudes que llenaban afanosamente McDonald’s y Taco Bell, algo que era posible porque ya era hora de medio día. El corazón lo llevaba tan acelerado como conducía su vehículo. Volvió a ver por enésima vez el reloj que aún mostraba las 12:05. Llevaba mucho tiempo con las 12:05.


Fragmento tomado de: Tr3s - Ted Dekker


¿Realmente necesitamos describir todo? Definitivo que no.  Recordemos que contar es decirle al lector lo que está pasando o cómo deseamos ir al grano.


En el ejemplo anterior, la opción A, corresponde a una escena original del libro Tr3s, donde una persona es amenaza a "confesarse" o sufrirá la explosición en su auto. La sensación de premura no permite darle mayores detalles al lector. Hay prisa y esa misma forma debe ser la que debe manejarse para escribir. El contar queda mucho mejor en ese caso. En el ejemplo B, hemos libremente "mostrado" la escena. Por lo que la misma, pierde la totalidad del frenesí que evoca el original. Cuando se comienza a dar detalles y memoranzas de esto o aquello, el lector, aunque conectado con el suceso, perderá el entusiasmo con tanto detalle innecesario, rompiendo el impetú que debería tener ese fragmento del relato.


Muchos han expresado, que contar es “soso”. Quizá no exista mucha lírica en ello, pero es necesario contar aquello que no necesita ser mostrado.


*Mostraremos los sentimientos, los acontecimientos extraordinarios, aquello relevante como una emoción inesperada o sorpresiva de tal forma que el lector se vea involucrado en lo que se narra.

**Contaremos lo que ocurre en el momento preciso, los acontecimientos cotidianos, lo que es obvio y las emociones o acciones que pueden escribirse de manera simple, para no perder el enfoque en lo que no tienen profundidad o relevancia en la historia o los personajes. El recurso de shock, en momentos necesarios.



Ejemplifiquemos:

Susana bajó corriendo las escaleras**, ante la insistencia del teléfono que no paraba de timbrar.** Contestó molesta**. Echó la cabeza hacía atrás, abriendo su boca que no pronunció palabras o sónidos, una sacudida rápida de su cabeza que negaba a lo que escuchaba.* Un oficial de policía le llamaba para decirle que su hijo sufrió un fatal accidente.** Dejó de escucharlo**, solo pudo gritar con agonía**, mientras sus rodillas temblorosas perdieron las fuerzas para sostenerla. Soltó el auricular de su trémula mano.*


Defiere a este inadecuado uso del contar/mostrar:

Susana bajó a trompicones de dos en dos los escalones de la escalera*, el teléfono había replicado con insistencia, algo que ella ignoró los primeros timbrazos, pero ese ruido la estaba interrumpiendo en sus quehaceres*. Levantó el auricular, con una voz cortada y seca contestó: Aló.* No podía creer lo que escuchaba**, un oficial de policía se presentó  como Rodríguez y le dijo que algo terrible había ocurrido en la carretera 23 Sur, donde dos vehículos habían sido arrastrados por un carro cisterna que perdió los frenos. Por la placa y la identificación pudieron obtener los números telefónicos de los dueños de los autos involucrados; por lo que le notificaba que su hijo Adán había muerto inmediatamente en la escena. Las palabras comenzaron a desvanecerse en la voz de ese oficial, todo comenzó a confundirse en su mente*, y sintió un terrible dolor en su pecho que solo pudo salir a través de un grito desgarrador y compungido.* Cayó.**


Como podemos observar, hay una enorme diferencia entre uno y otro. Hay momentos en que debemos condensar la información y en otros podemos explayarnos con fines narrativos.  Este texto sería muy distinto si solo aplicáramos el mostrar* en todo el relato o si usáramos la condensación del contar** en ese mismo escenario. Si lees las frase del mostrar en ambos ejemplos como uno solo, descubrirás que hay una abundancia de frases innecesarias, en donde el autor busca conducir al lector a entrar en un terreno melodramático. No hay peor cosa que el lector se sienta condicionado en su lectura. Por el contrario, si lees solo el contar, descubrirías que la información es tan parca que no produce ninguna emoción o empatía en su lectura. En ambos casos, se trata de una mala aplicación de las herramientas de escritura.


Debemos recordar, que el lector recibe la información que nosotros le transmitimos. Hay momentos en que hay que crear una imagen visual, o expresar las emociones que no son perceptibles físicamente. Y existirán momentos, en donde la información llana y sin decorados es mejor.


También se nos ha dicho que no usemos el contar para describir a alguien. "Bessy era celosa", sino mostrar a ese personaje en un acto de celos. Esta es una cualidad no física, por lo que podemos explayarnos en mostrarlo en una escena. Por otro lado, se nos ha pedido que no digamos: "Tomás es flaco" sino que lo mostremos. Pero ambos casos, deben realizarse con un fin: si es informativo o revelador.

La información es directa, la revelación ocurre durante cierto tiempo y condiciones. Si nuestro personaje es recurrente en la trama, podemos revelarlo no solo físicamente, sino su personalidad, en varias escenas a través de la narración o el diálogo. Contrario a los personajes de relleno o esporádicos. Cuando revelamos a un personaje, sí podemos hacer uso de un lenguaje más descriptivo, siempre que ese recurso sea con los fines narrativos que sean necesarios.


Ejemplos:

Bessy miraba de reojo lo que su novio Jaime escribía en el celular. Aunque interiormente estaba planeando revisarlo cuando él se metiera a la piscina. (celosa)

Tomás no alcanzaba los sesenta kilos para el metro con ochenta de su estatura, pero ya había dejado sin dientes a aquellos que se atrevieron a llamarlo espantapájaros. (flaco y de fuerte personalidad)

Valentín pidió unos fósforos al vendedor de la tienda, quien rascó su calva al ver que aquél había guardado la cajetilla en su bolsillo sin pagarla. (tendedero pelón, Valentín es un ratero)

Juan endulzó su café. Mientras relataba la pelea que tuvo con el jefe, hacia añicos el pequeño sobre. / en lugar de: / Juan seguía  molesto con el jefe.


Recuerda:  no siempre debes mostrar, ya que esto podría perjudicar al poner lento el ritmo de la trama o la escena. Mostrar suele necesitar de muchas más palabras que contar. Aprende a dosificar la información, y analizar cuándo es importante crear en el lector la imagen mental de la importancia de un hecho, y cuándo puedes limitarte a transmitirle la información plana y sin decorado que necesita conocer. La ventaja de hacerlo bien, es que el narrador desaparece frente al lector que recibe el mensaje claro y fuerte. Hacer esto bien es indiscutible.


Existe una serie de expresiones que el lector reconoce como contar. Se sugiere modificar esos verbos con el fin de enfatizar la personalidad, ahondar en una situación y hacerlo con fines narrativos haciendo uso del mostrar.  Aquí algunos ejemplos:

  1. Verse, lucir, ser o estar (como…): Susana estaba enojada./ Susana arrojó el florero por la ventana.

  2. Decidir, proponer, etc: Juan molesto decidió renunciar. / Juan redactó una larga carta de renuncia, mientras disfrutaba de la idea de lanzarla a la cara de su jefe.

  3. Sentir, percibir, etc: Susana se sentía muy triste por la muerte de Adán./ La perdida de Adán recluyó a Susana al deseo de no hacer nada, el encierro voluntario comenzó a preocupar a todos.

  4. Oír, escuchar, ver, oler, etc: Juan quiso fumar al oler el humo del cigarrillo./ El olor a nicotina despertó el deseo de fumar en Juan.

  5. Saber, conocer, etc: Juan sabía que Susana estaba deprimida./Juan era consciente de la ausencia de Adán y el desgaste emocional de Susana ante esa pérdida.

  6. Reflexionar, meditar, etc:  Susana reflexionó sobre sus sentimientos./ Después de un tiempo, fue evidente para Susana del daño que su tristeza le había ocasionado.

  7. Darse cuenta, observar, etc: Juan se dio cuenta del error de su renuncia./ Las consecuencias de su renuncia, hicieron mella en Juan.

  8. Parecer, etc: La mañana parecía triste./ Esa mañana el cielo se cubrió de cirros grises.

  9. Creer, etc: Susana no creía en el Cielo./ Para Susana, no existía ni recompensa, ni castigo después de la muerte.

  10. Preguntarse, inquirir, consultar, etc: Juan se preguntó si Susana lo perdonaría./ El perdón de Susana era para Juan una moneda girando en el aire.

Recordemos, que no es un verbo en si mismo si puede o no usarse, sino el uso que le damos. Contar siempre será una forma pasiva de decir las cosas. El mostrar siempre debe contener la acción del verbo usado.

Debemos describir cómo se sienten nuestros personajes al respecto de sus acciones y las consecuencias de ellas. Es importante emplear un vocabulario evocador para describir su estado mental. El lenguaje pasivo no debería emplearse para describir las emociones que el personaje ha sentido o siente. Debemos enfatizar siempre aquello que ahonda en el sentimiento interno del personaje. Las acciones pasivas pueden usarse, con cautela, para describir lo que el personaje hace.

En narrativa es importante como al momento de escribir, nos conectemos con nosotros mismos, usemos todos nuestros sentidos, y evalúemos aquello que deseamos darle al lector.

Ante la duda, recordemos que el borrador aguanta todo. El borrador nunca será la obra maestra jamás escrita. Llegar a ese nivel requiere un compromiso serio a la hora de corregir y editar nuestros trabajos. No temamos equivocarnos durante el proceso de escritura. Pensar con obsesión si lo estamos haciendo bien solo cortará el proceso creativo.  Cada escena debe representar algo: Ya sea una acción ejecutada para la trama, o el desarrollo de un personaje. Durante el proceso de corrección, puedes tomarte el tiempo de leer bajo una lupa más autocrítica, ver si esa frase está transmitiendo lo que deseabas hacer. Puedes cambiarlo a mostrar o recortarlo a contar, siempre que sea significativo para la narrativa y la historia tenga la comprensión y fluidez ante el lector.

Si has hecho uso de las descripciones con muchos adjetivos, revisa si mostrando una acción es mejor para comprender la personalidad de ese personaje. Recuerda que mostrar siempre es acción, un acercamiento directo a las propias emociones y juicios del lector, haciendo que tenga empatía por lo que se describe. En cuanto al contar, debemos usarlo cuando deseamos informar directamente algo, ir al grano es una forma directa al lector con un pensamiento nuestro más conciso.



Esta es una interpretación y guía libre sobre Mostrar y Contar, pero tú mismo debes evaluar la forma en cómo deseas analizar y puedes usar este recurso de escritura. Recuerda que todo es aprendido, y mejorar es una obligación.

Cuéntanos si utilizas el método y cómo lo aplicas a tus escritos. Será gratificante y educativo saber sobre otras experiencias. Disfruta del proceso de escritura.


¡Nos leemos!


***

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