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NOVELA – Serie II: Libro, Capítulos y Escenas

Ya hablamos sobre «¿Qué es una novela?», por lo que ahora estaremos ahondando en en conocer las partes fundamentales que la conforman.


Para recapitular, en la entrada anterior de esta serie, se explicó sobre las diferencias entre: Trama narrativa y estructura de novela. Aunque las dos parecen contener la misma fórmula, no son lo mismo:

Trama narrativa, se compone de: el marco, el suceso y el episodio. (Global)

Estructura de la novela se compone de: planeamiento o introducción, nudo o desarrollo y descenlace. (Fragmentado)


La TRAMA, comprende la totalidad de la historia que se cuenta, mientras que la ESTRUCTURA de la novela, nos indica cómo se cuentan esas partes o fragmentos de forma individual para comprender el todo.


Conociendo esta diferencia, el escritor debe tener muy claro cuál es la historia central de su novela (trama), y durante la planificación (estructura) podrá incluir las diferentes tramas narrativas de esa historia. Cuando el escritor conoce “su historia” puede diseccionar de mejor manera la misma. Ya sea un escritor planificado o no, es necesario tener al menos la estructura de la historia concluida. No saber cómo termina la historia, puede crear conflictos a la hora de darle un fin, convirtiendo la misma en una serie de tramas narrativas interminables.


Ahora, centrémonos en el tema de esta entrada. Nos concentraremos en explicar a profundidad dos de los tres puntos primordiales, dejaremos la escena en suspenso, para no hacer infinita esta entrada.

¿Sagas, Series o Libros?


Nos interesa Libro, pero ya que algunas personas confunde los términos, vamos a explicarlos:

SAGAS: es el conjunto de obras (libros o películas) que comparten personajes o el argumento principal. Estas obras, que aparecen a lo largo de los años, conforman un universo de ficción, donde hechos contados en una obra pueden remitir a otros narrados en libros o películas precedentes.

Cabe mencionar que las sagas no necesariamente son escritas por un mismo autor. Lo importante es la historia. Tenemos de ejemplo:

Harry Potter - Una sola autora: J.K. Rowling, con ocho novelas y otras seis derivadas, algunas de ese universo y otras originales.

Millenium: Obra escrita por dos autores, Stieg Larsson (con tres), y a su fallecimiento la continuación se le dio a David Lagercrantz (con tres), aunque la saga original de Larsson contemplaba diez novelas.


SERIE: es un formato impreso por el cual una sola obra más grande, a menudo una obra narrativa de ficción, se publica por entregas secuenciales. Las cuotas también son conocidas como números, partes o fascículos, y se emiten ya sea como publicaciones separadas o dentro de los temas secuenciales de la misma publicación.

En otras palabras, son aquellas obras o textos, que fueron entregados al publico de manera parcial pero continúa, para posteriormente ser publicados en conjunto, como un todo. En épocas anteriores: Ana Karenina de Tolstoi, Los hermanos ​Karamasov de F. Dostoevsky, iniciaron sus publicaciones en folletos de revista, para posteriormente ser publicados por una editorial.

En la actualidad muchos escritores nóveles usan este tipo de formato, pero en línea, a través de plataformas como Fanfictions, Whattpad, en donde entregan cada cierto tiempo una escena o capítulo de su trabajo. Autores como Anna Todd, de la Serie After (que inició como fanfiction y cuenta hasta ahora con cinco libros), hizo su debut en línea, hasta publicar en papel, y en la actualidad existen adaptaciones cinematográficas de sus libros. (En Netflix /jul.2021).


LIBRO: la definición general es un conjunto de hojas de papel o algún material semejante que, al estar encuadernadas, forman un volumen. Es decir, hablamos de un artículo físico, como desde su creación se le conoce. Sin embargo, en la actualidad, puede venir en diferentes formatos: papel, digital y audible; conocidos como libro, E-book y audiolibro, respectivamente. Su contenido puede ser muy variado, desde recetas de cocina, un manual técnico o una novela.

Así que un libro, puede ser una novela, derivarse de y como una serie, o convertirse en una saga cuando se presenta en varios tomos.


Así que para los que nos interesa, una novela es un género de literatura; lo compone un Libro, que se divide en Capítulos y estos en escenas.


¿Qué es un capítulo?

“Es la división que se hace en un libro o novela para facilitar la lectura y el orden e integración de los contenidos, suele tratar un aspecto concreto de la materia o asunto principal del escrito.”

Cada capítulo, por lo tanto, supone una parte o sección dentro de una obra de una cierta longitud,  aunque si la obra es muy breve, no se justifica la división en capítulos. Su extensión varía de acuerdo con las intenciones y necesidades del autor y la obra. La palabra capítulo viene de la raíz latina capitulum, diminutivo de caput, que significa “cabeza”. En el encabezado del capítulo se pueden incluir otros elementos: Un resumen, un dibujo, un epígrafe (una cita extraída de otra obra, real o ficticia).


Se enumeran por orden de aparición o consecutivo, ya sea usando las numeraciones romanas (Capítulo I) o arábigas, (Capítulo 12). Ciertos escritores, por otra parte, no numeran los capítulos, sino que dan un título a cada uno. Entre usar un número o nombrar el capítulo, queda a la preferencia del escritor.

Por lo general los libros de no ficción suelen nombrar sus capítulos para facilitar las referencias, por lo que incluyen un índice, y todas las demás subdivisiones, como la Introducción, Prólogo, Epílogo, Vocabulario, etc., dentro de ese índice. Cada uno indica el número de página donde se ubican. Algunas novelas también usa este formato.


La extensión de los capítulos de una misma novela puede ser similar en número de páginas, aunque esta no es una regla fija. Esto puede variar, pero, por lo general, cuando es el texto es reducido en lugar de catalogarse como capítulos se divide en partes. Es posible combinar en una novela partes y capítulos, es decir: una novela puede estar dividida primero en partes y dentro de ellos hay capítulos. En la antigüedad, como muchos libros eran escritos para ser “actuados” en teatro, a esas partes se les llamaba “Actos”. 

Ejemplos: la novela “It” de Stephen King (1987) cuenta con 1504 páginas divididas en treinta y seis capítulos. La novela corta de “Soldados de Salamina“, de Javier Cercas, cuenta únicamente con 216 páginas, por lo que está dividida en tres capítulos que podemos llamar partes. Cada una representa: La Introducción, el Nudo y el Desenlace casi de forma literal. En la novela “1984“, de George Orwell, cuenta con 326 páginas y está dividida en tres partes, pero a su vez, cada una contiene capítulos.  PARTE I, con ocho, PARTE II con diez y PARTE III con seis capítulos.


¿Para qué sirve dividir una novela en capítulos?

Se suele hacer por dos razones esenciales, y una adicional:

  • Estructurar mejor la historia. Facilita el trabajo del autor, ya sea porque decide separar por capítulos las diferentes estructuras de la novela, o porque desea presentarlos como entes independientes pero no aislados.

  • Ventaja para el lector. Podrá leer un capítulo entero y hacer pausa una vez que lo termina. Esto le ayuda a digerir lo que ha leído mientras se reconecta con la historia cuando comienza la lectura de un nuevo capítulo.

  • Adicional: Trabajar con el borrador. Sea que la obra pase a manos de un profesional o sea corregida por el propio escritor, esta división le permitirá encontrar con mayor facilidad un punto determinado en la narración, ya sea para releer una escena o para comprobar y/o corregir un dato.

¿Cómo se divide la novela en capítulos?

Conviene dividir la novela en capítulos como una “micro historia”. Que en el capítulo con sus escenas puedan estar todas inter conectadas con una trama narrativa específica. Lo que se escriba en ese capítulo debe tener conexión.

Imaginemos este escenario: Parte de la trama de una novela es que dos hermanos desean huir del centro de acogida en busca de su madre. Un capítulo se llama “La Huida” o Capítulo 17 (pero trata de eso). Ahí solo se escribirá sobre aquello que haga esa conexión. No se incluye por ejemplo un flashback del tutor (sub trama) de cuando él mismo fue adoptado; porque no tiene relación, se usará en otro espacio donde encaje mejor. Pero sí podríamos incluir, por ejemplo, un flashback sobre los otros internos, cuando relatan a los hermanos las leyendas urbanas de cómo otros niños han huido sin ser atrapados.

Los capítulos deben poder leerse con cierta independencia unos de otros, y en este sentido debemos procurar que la información que brindemos en un capítulo guarde mucha más relación entre sí que con la ofrecida en el capítulo anterior o en el siguiente. Debemos recordar el principio de Acción-Reacción que toda historia debe mantener.


Existen historias lineales o cronológicas. Estas siguen un orden puntual de lo que ocurre en ellas. Estas quedan delimitados exclusivamente por las elipsis temporales que realice el narrador.

Imaginemos esto en un recurso visual como referencia: Una chica hará un recorrido del punto A al B. La escena presentada en pantalla:

  • La chica sale de su casa.

  • Ella sentada en el autobús viendo por la ventana (no vimos cómo se “subió al bus”).

  • Ella toca la puerta de un apartamento (no la vimos bajarse del bus, ni caminar hasta ese lugar).

En eso consiste la elipsis sea literaria o cinematográfica. En este caso, el autor seguirá una secuencia cronológica, pero NO describirá todo, haciendo pequeños saltos a futuro sin afectar la línea temporal de su historia.

En las narraciones no lineales, los capítulos suelen quedar delimitados por elipsis al pasado o al futuro, por cambios de punto de vista o de escenario, y por los saltos entre una trama y otra dentro de la misma historia. Hay muchos recursos que se usan en narrativa no lineal; in media res, ruptura temporal, contrapunto o circular. Si conocemos en cuál estructura narrativa deseamos nuestra historia será más fácil imaginarnos qué contendrá cada uno de nuestros capítulos.

¿Cuándo realizar la división en capítulos?

La planificación siempre es necesaria. No todos los escritores tienen su novela completa en la cabeza. Muchos trabajan desarrollándola a medida que escriben. Sea que planifiquen o no la escritura de la novela, se puede realizar la división en algunos momentos distintos.

Para los que planifican, es necesario que tengan un número de capítulos establecidos. Esto no solo los mantendrá dentro de un límite, sino que podrán sumar o restar en caso de necesidad. Con el argumento en un nivel mínimo de detalle, se tendrá una sinopsis argumental, con el número X de capítulos. Luego de detallar el argumento en escenas, estás se colocan en los distintos bloques de narración.

En la novela “El nombre de la rosa” de Umberto Eco, la trama del libro se basa en los acontecimientos que ocurren en siete días, (capítulos) y su vez, cada uno de estos apartados se divide (escenas) según las horas correspondientes a los oficios que se llevaban a cabo en los monasterios y abadías de la Edad Media. En ese sentido, para que el lector tenga claro a qué horas de luz corresponden cada uno de los oficios, Eco hace la relación en una nota preliminar.  Una estructura como esta condiciona el argumento, ya que la acción ha de estar muy repartida a lo largo de cada uno de los días.

Este proceso es mucho más fácil para aquellos acostumbrados a usar bloques, tarjetas de notas, o programas de escritura; no el típico Word, NoteBlock, o Google Drive, ya que solo son procesadores de texto, por lo que necesitarán un apoyo extra para la toma de esas notas. En el caso de YWriter o el Scrivener, se crea el archivo con todos los capítulos (mínimo) que se desean escribir. En cada capítulo se puede hacer una nota de las escenas. He aquí un ejemplo de ello en YWriter.

La división, cuando se usa la escaleta. (Sinopsis más amplia del argumento). Primero, se detalla el argumento global de la historia. Después se escribe una escaleta de escena que creemos necesarias, procedemos a agruparlas en los diferentes capítulos. Para aquellos que tienen una “idea” pero NO toda la historia, resulta aconsejable, porque podrá ver cuales son los detalles que le faltan en su historia. También a aquellos que les resulta difícil saber “dónde” dividir los capítulos.

Dividir sobre la marcha,  a medida que avanza la novela, simplemente se escribe la historia, hasta llegar al punto en el que creen que puedan cerrar el capítulo. Se usa ese mismo ejercicio hasta completar todo el trabajo. Aquellos que no planifican, ni la narración o el argumento, los de “alas libres”, creemos que este método funcionará para novelas más cortas, lineales, sin muchas tramas. Una historia con tramas más complicadas, muchos personajes y con una narrativa no lineal, podría ser frustrante para un autor poco organizado se corre el riesgo de dejar muchos huecos en la trama.

Dividir al final, una vez que terminemos la novela. En este caso, ya tendremos una visión completa de la historia. Podremos decidir el número de capítulos y la extensión de cada uno según la estructura que más le convenga a la historia, al autor o al lector.

Ya tenemos nuestros capítulos, pero estos aún contienen una parte importante, solo que más pequeña… La escena.


Este tema queda pendiente para la próxima entrega.


Hablaremos sobre toda la importancia de una escena, aunque sea la parte más pequeña de una novela. No te lo pierdas porque vamos a exprimirla al máximo.


¡Nos leemos!

***

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