SERIE II: CÓMO ESCRIBIR UNA NOVELA, PASO A PASO

Tenía seis años, ocho meses y veintiocho días cuando decidí que deseaba ser maestra y escritora. La primera, porque me pareció maravilloso que una persona fuera capaz de enseñar a leer y escribir; y el segundo, porque supe que a través de las palabras se descubren lo impensable y se expresa lo infinito. O al menos, así me pareció a mí.

En la entrada anterior de la Serie: Cómo escribir una novela, vimos las razones que debemos considerar a la hora de escribir y hoy veremos unos puntos importantes de cómo comenzar a que esto se haga realidad, o vernos más encaminados a cumplirlo.

1- ESCRIBE UN RESUMEN.

Lo explicamos en la entrada anterior, debes saber sobre qué deseas escribir o basar tu historia.

Esto te ayudará a que tengas menos dudas durante el proceso creativo y la termines más rápido. Desarrolla y amplía el armazón de tu historia (outline) en un resumen de entre cinco y diez páginas. Disponer por escrito de todos los acontecimientos que suceden en la trama te será de mucha utilidad cuando termines el primer acto/capítulo de tu novela. Con esa información te sentirás más confiado de lo que debe seguir y qué desean expandir en la trama o subtramas.

Vuelvo a repetir, muchos pueden pensar que hacer esto, corta la "inspiración" del que escribe en modo automático. Pero, antes de coser un vestido, existe un patronaje. Alguien puede decir. "Mi madre o abuela cortaba la tela de una vez y la cosía"; pero es muy seguro que ni tu madre, ni tu abuela, fue Coco Chanel o un diseñador de renombre, sin ánimo de ofender. (Debo decir que yo eché a perder decenas de metros de tela, hasta que tomé un curso de patronaje).

Escribir un esquema, no debería consumirte más de un día. Se supone que a esta altura, tu idea original ya nació en tu cabeza, ya comenzaste a darle forma y te sientes dispuesto a sacarle a la luz. Ten a mano tus notas, léelas cada tanto y verás como vas, incluso cambiándolas, antes de ponerte a escribir de forma autónoma. Releer tus notas, también te mantendrá motivado, porque sabes qué deseas hacer.

2. TRABAJA ESCENA, POR ESCENA, CAPÍTULO, POR CAPÍTULO

Con esto no indico que debas seguir un orden determinado cronológicamente. Todo dependerá de tu historia y de la manera en como te sientes más confiado a la hora de escribir.

En mi caso, como tengo la historia ya resuelta en la cabeza, suelo escribir de forma lineal, con la diferencia que la historia puede comenzar por el medio, el siguiente capítulo o escena, dar un salto de tiempo al pasado, regresar al presente, tener otros flashbacks, etc. Porque la historia así fue concebida en mi cabeza, pero a la hora de escribirla, siempre será por un orden de capítulos o escenas de menor a mayor.

Sin embargo, no todos se sienten cómodos con ese sistema, y pueden incluso, estancarse con una idea lineal de esa índole. Opta entonces, por ver tu esquema y escribir aquellas escenas o capítulos de mayor relevancia. Puedes comenzar por el principio, que al igual que mi caso, es la mitad de la historia, avanzar con el final, o aquellas escenas de mayor impacto o con el nudo de la historia. Algunas veces, puedes escribir también acorde a tu humor.

Recuerdo que cuando falleció mi madre, me estanqué; por lo que, teniendo en cuenta las subtramas de la historia, busqué aquellas que fueran más emotivas; (y no las escenas felices que estaban cronológicamente para escribirse); por lo que mi humor funcionó para plasmar aquello que quizá en otro momento me hubiera costado escribir porque carecía de la experiencia vivida.

Tú conoces tu metodología, solo adáptala a las necesidades que se te presenten para determinadas escenas o capítulos.

3. EL DESARROLLO DE TU NOVELA CONFORME A SU ESTRUCTURA

Las escenas y capítulos, se desarrollan con una estructura definida: presentación o introducción, nudo o conflicto y desenlace o resolución. Sí o sí, debes hacer que funcione de esa manera para que lo que escribas tenga una consistencia exitosa.

Es indispensable que sepas mantener el equilibrio, no solo con la presentación, nudo, y desenlace entre escenas (lugar y sitio determinado donde ocurre algo), sino en el capítulo (con diversas escenas que presentan algo, ya sea para exponer una situación o la resolución de un conflicto). Si no equilibrar las escenas/capítulos con aquellos de acción y de reacción. Acción es cuando ocurre algo, y reacción es la consecuencia de aquello que aconteció. Si hay mucha acción-acción entre capítulos y escenas, el lector se sentirá abrumado ante las mismas, y al contrario, si solo hay reacción-reacción, las mismas podrían fatigarle emocionalmente.

La estructura de: Introducción (presentación de personajes o situaciones) - Nudo (que acontece o dispara la trama) y el desenlace (consecuencias favorables o no sobre el asunto), deben tener intercalado las acciones y reacciones de los personajes entre las mismas. Es decir, que si una escena es de acción, la que le sigue debería ser de reacción. En el caso de las novelas de aventuras, pueden ser dos escenas de acción, una de reacción, otra de acción, volver a la reacción. Y así sucesivamente.

4. TU PRIMER BORRADOR, NO ESTÁ ESCRITO EN PIEDRA

Mi lema de toda la vida: El que ama escribir, nunca debe dejar de hacerlo, es para mí una verdad absoluta. No se puede ser escritor sin escribir. Es por ello que sí o sí, se debe escribir ese primer borrador.

Pero el borrador no es la novela terminada. El trabajo del escritor no acaba cuando escribe: "fin" en la última página. Por eso se le llama borrador, porque no está perfeccionado. Es solo un boceto de la imagen que deseas exponer.

Sea que tengas lector beta, o un colaborador como un corrector de gramática y estilo, no vas a presentárselo como tu trabajo terminado. No les corresponde a ellos corregir tus errores.

Deja tu borrador reposar durante un par de meses, mientras te alejas emocionalmente de la historia. Recuerda que, más tarde, deberás regresar a ella, y es por esto que es saludable ese tiempo de alejamiento para que al retornarla, veas aspectos que antes no habías visto. Aunque ames tu borrador, debes reconocer que todo puede mejorarse, y a veces hasta sacrificar algo que no funciona; por ello, no lo veas jamás como un producto terminado.

5. PULIR PARA PERFECCIONAR: EDITAR TU TRABAJO

Como expresamos, el borrador solo es un boceto. Toca ahora, evaluar que se ha escrito, y es a través de una lectura concienzuda que se puede determinar las fallas o carencias que puede tener. La parte más dura de toda creación artística es el reconocimiento de tu propio trabajo. Es el trabajo duro de la edición: es aquí cuando deberás evaluar la solidez a la trama, detectar los fallos en la estructura y evolución de los personajes, cuando se sume o se resten escenas, se eliminen incluso personajes o escenas completas, y darle al manuscrito una revisión gramatical y ortográfica de manera impecable. No basta un solo trabajo de edición, sino un mínimo de dos o hasta tres, antes de que un ajeno lea por primera vez tu obra. El objetivo es dejar tu manuscrito tan pulido como te sea posible.

Una vez aquí préstale tu manuscrito a un amigo o compañero escritor en quien confíes y pídele que te comente los puntos de mejora o fallos detectables. Si puedes, recoge diversas opiniones, con variedad de lectores. Esto antes que decidas ponerlos en las manos de un corrector de estilo profesional si te es posible, o tomarte el tiempo de realizar tu mismo ese trabajo con todo lo que ello implique.

6- Y AHORA ¿QUÉ?

Como he expresado, a veces escribimos por el deseo de solo hacerlo. En mi caso, me considero una escritora cerrada, que hasta el momento no he sentido la necesidad de publicar. Y muchos de mis escritos personales, son exclusivo para mis ojos. Pero, lo que desees hacer con tu obra, depende solo de ti. ¿Quieres presentar tu novela a un concurso? ¿Entregarla a un agente literario para que te busque una editorial? ¿Autoeditarla? Existe una variedad de caminos y cada uno tendrá un recorrido diferente. El que decidas tomar, infórmate para que nada te tome por sorpresa.

Pero ya sea que lo hagas solo para tus ojos, o deseas ponerlo en las manos del mundo, debes crearlo como si fuera tu obra maestra... al final es tu creación, lleva tu nombre, y debes asumir que solo tú fuiste capaz de sacarla a la luz. Déjala brillar.

Nos leemos,

KM

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