top of page

SOBRE RIMAS Y COCOFONÍAS

Hola, queridos compañeros de letras. En esta entrada nos introduciremos en uno de los vicios más comunes del lenguaje, las rimas y las cacofonías.


¿Qué queremos decir con esta palabrita tan rara, cacofonía?

Es una palabra que viene del griego, κακοφωνία, que significa ‘malsonante’ y φωνή, ‘sonido’, oponiéndose a eufonía, efecto acústico agradable que resulta de la combinación de sonidos en una palabra o frase.


Si bien las cacofonías son expresiones correctas desde el punto sintáctico y semántico, fonéticamente generan disonancias por la cercanía de sílabas o de palabras semejantes o idénticas.

Esta repetición, que en algunos casos puede ser innecesaria o exagerada, puede afear el texto y distraer del mensaje que se desea transmitir. Los cultores de la buena prosa sugieren evitar las cacofonías con el fin de volver más amena la lectura.


Antes de seguir avanzando, diferenciaremos entre los dos tipos de cacofonía: intencionada y no intencionada.

Cacofonía intencionada

La tipología intencionada se suele usar con el propósito de mostrar una destreza concreta en la lengua al momento de vocalizar un grupo de palabras con sílabas iguales o semejantes sin cometer ningún tipo de error. Este es el caso del trabalenguas. Al usar un trabalenguas, ya sea para enseñar o divertir, lo hacemos de forma intencionada.

Cacofonía no intencionada

En el caso de la cacofonía no intencionada, ocurre generalmente por falta de léxico para expresar una idea. Esto suele ocurrir también un por vicio de la lengua.


Cacofónica…mente

Uno de los casos más comunes se produce al reiterar terminaciones de palabras de manera compulsiva, como los adverbios terminados en “-mente”.


Pero a no desesperar, nuestro idioma encuentra soluciones. En el caso de la unión dos o más adverbios de modo, en caso de que su uso sea realmente necesario, sólo el último debe llevar esta marca adverbial, el anterior o los anteriores adoptan la forma femenina singular del adjetivo.


Ejemplo: Lo miró cuidadosa y ladinamente.


¡Cuidado! No se aconseja el exceso en el uso de adverbios de modo. Trata de reemplazarlos, de encontrar otra expresión que resulte más significativa, ya que los mismos en muchos casos indican pobreza léxica.


Otros casos usuales de cacofonía se presenta con un exceso de sustantivos terminados en “-ción”, en “-dad” y en palabras que comienzan con un mismo prefijo o sílaba, con demasiada cercanía.


La unión de vocales en palabras consecutivas.

En algunos casos la cacofonía es imposible de evitar, pero hay criterios gramaticales para evitar la unión cacofónica de vocales. En el caso de unión de artículo determinado singular femenino (la), o el artículo indeterminado singular femenino (una), seguidos por un sustantivo que comienza con a tónica, se realiza un cambio del artículo femenino a masculino en el caso de sustantivos como “agua” o “alma”, para evitar así la repetición de la vocal inicial (“la agua» o “la alma”).

El artículo determinado singular femenino la ante una palabra que empieza por a- tónica. Adopta la forma el.

Ejemplos: el agua, el arma, el alma, el hacha.


El artículo indeterminado singular femenino una ante una palabra que empieza por a- tónica. Adopta la forma un.

Ejemplos: un arma, un alma, un hacha.


Atención: esta modificación solo se aplica a los artículos y casos indicados. No aplica para adjetivos, los cuales deben coincidir en género y número con el sustantivo al que modifican.


Cuando las cacofonías no son mal vistas...

Las cacofonías se utilizan para la enseñanza de idiomas, en especial con los niños. En estos casos forma parte de los trabalenguas, donde se busca un efecto lúdico.

Los famosos trabalenguas, que tienen alto nivel de cacofonía, se transforman en desafíos de la pronunciación.

Algunos trabalenguas son muy populares y pasan como un juego de generación en generación, probando el desafío lúdico que ofrece nuestro lenguaje.

Por otro lado, las cacofonías también son empleadas en ejercicios de lenguaje para practicar la correcta pronunciación de determinados fonemas.

Por ejemplo: “Tres tristes tigres tragaban trigo en un trigal en tres tristes trastos”.


También aparece en frases humorísticas o juegos de palabras como, por ejemplo:

“Yo loco, loco y ella loquita. Yo lo coloco y ella lo quita”.


La cacofonía como recurso literario

La cacofonía puede también emplearse como recurso literario o de estilo para trasmitir determinado énfasis o efecto a una idea.

Por ejemplo:

“¿Cómo quieres que te quiera si la que quiero que me quiera no me quiere como quiero que me quiera?”


Es así que se la suele emplear como recurso literario, recurso ampliamente utilizado por Francisco de Quevedo.


Soneto

“Con testa gacha toda charla escucho,

dejo la chanza y sigo mi provecho;

para vivir, escóndome y acecho,

y visto de paloma lo avechucho.


Para tener, doy poco y pido mucho;

si tengo pleito, arrímome al cohecho;

ni sorbo angosto ni me calzo estrecho:

y cátame que soy hombre machucho.


Niego el antaño, plntome el mostacho;

pago a Silvia el pecado, no el capricho;

prometo y niego: y cátame muchacho.


Vivo pajizo y no visito nicho;

en lo que ahorro está mi buen despacho,

y cátame dichoso, hecho y dicho".

(F. de Quevedo)



Para detectar y evitar la cacofonía innecesaria

La cacofonía se detecta con facilidad al leer en voz alta. Una manera fácil de evitar la cacofonía para expresar nuestras ideas es utilizar sinónimos o cambiar el orden de las palabras para evitar los sonidos semejantes, sin que afecte la coherencia del texto. Si es necesario se puede incluso redactar la idea de nuevo.


No existe una regla concreta respecto de la cantidad de vocales iguales que se necesita para que se produzca una cacofonía, ni tampoco a las combinaciones de consonantes cuya pronunciación va a resultar conflictiva.

En algunos casos, las oraciones del discurso indirecto obligan a repeticiones que generan cacofonías.

Por ejemplo: La mujer le dijo que qué quería.

Se repite el que y se produce una cacofonía, en este caso solo pasando a la cita textual se evitaría este problema:

Le dijo: “¿Qué quiere?”



Algunos trabalenguas y frases humorísticas de regalo:

  • “Cuando cuentes cuentos, cuenta cuántos cuentos cuentas; porque si no cuentas cuántos cuentos cuentas, nunca sabrás cuántos cuentos sabes contar”.

  • Me han dicho que he dicho un dicho y ese dicho no lo he dicho yo, porque si yo lo hubiera dicho, estaría muy bien dicho por haberlo dicho yo”.

  • “El cangrejo se quedó perplejo al ver su reflejo en aquel espejo”.

  • “¡Cómo quieres que te olvide, si cuando comienzo a olvidarte, me olvido de olvidarte y comienzo a recordarte!”.


Para terminar, la cacofonía hecha canción: Ojo con los Orozco, para quien quiera escuchar.


Y aquí terminamos el artículo. ¿Conocías los usos válidos de las cacofonías? ¿Conoces frases humorísticas con ellas que puedas incorporar?

No dejes de comentar. Nos encontramos la semana próxima.


Laura

167 visualizaciones3 comentarios
enero, 2020
febrero, 2020
marzo, 2020
abril, 2020

 Cierre reto mensual
Retos --22/23

bottom of page