ANTES DE PRESENTAR UN TRABAJO… ¿QUÉ DEBEMOS TENER EN CUENTA?
Hola, querido compañero de letras. Aquí nos encontramos otra vez, avanzando unos pasos más en el mejor uso de nuestro idioma.
El tema de este artículo es una serie de elementos a tener en cuenta al momento de enviar un texto. Por supuesto, la misma no es exhaustiva. Tan solo toma algunos de los puntos donde se presentan las mayores dificultades.
En este artículo abordaremos las oraciones.
¿Qué es una oración?
Una oración es una unidad que puede considerarse desde tres puntos de vista:
❖ Sintáctico: Las oraciones son unidades lingüísticas cuyo significado no depende de una estructura superior.
❖ Semántico: Comunica un sentido completo, aunque algunos elementos puedan estar temporalmente elididos.
❖ Fónico: es una unidad de entonación. Independientemente de la longitud de la oración, la unidad de entonación no desaparece.
La longitud de la oración
La claridad de las oraciones depende de la cantidad de palabras que la componen. Lo usual es que estén integradas por unas veinte o treinta palabras, que exprese una idea completa
Las oraciones largas pueden ocasionar problemas en cuanto a la comprensión, impiden que el lector pueda retener toda la información que brinda, siendo lo más probable que comprenda el mensaje en forma parcial o incorrecta.
Oraciones simples y compuestas
Las oraciones simples tienen un solo núcleo verbal, mientras que las compuestas tienen dos o más, y se pueden separar en distintas oraciones simples. Las oraciones compuestas pueden ser coordinadas, yuxtapuestas o subordinadas.
Para la construcción de oraciones compuestas, no se aconseja más de una subordinada por oración principal, y si es posible, su longitud debe ser menor a la que complementa. La oración subordinada debe aclarar la idea principal, no para presentar una idea diferente de ella.
La sencillez ante todo
La sencillez ante todo debería ser la regla. Los elementos básicos de la oración son: un sujeto, un verbo y un objeto directo (SVO), su sentido se completa con diversos complementos.
Las oraciones tienen un orden usual neutro, Sujeto-Verbo-Objeto Directo-Complementos, que facilita su comprensión, pero el mismo puede ser alterado en busca de la belleza expresiva o a efectos de lograr una mayor atención sobre algún aspecto del enunciado.
Sin embargo, se propone que haya una cierta cercanía entre Sujeto y Verbo para evitar dificultades en la comprensión del enunciado.
Las primeras palabras son las que tienen la mayor carga informativa, por ello es lícito alterar el orden aconsejado para lograr el efecto deseado.
Según donde queramos poner la atención, podemos alterar los elementos de esta oración:
Un delfín salvó a quince hombres en Australia, la semana pasada.
Podemos tanto poner la atención el delfín, en los hombres salvados, en la acción, en el lugar o en el tiempo, y obtendremos distintos resultados:
Quince hombres salvados por un delfín en Australia, la semana pasada.
Fueron salvados por un delfín, quince hombres en Australia, la semana pasada.
En Australia quince hombres fueron salvados por un delfín, la semana pasada.
La semana pasada, quince hombres fueron salvados por un delfín.
Por supuesto, la sencillez siempre juega a nuestro favor.
Las oraciones con voz pasiva anteponen la relevancia de la acción al propio sujeto que la ejecuta; permiten enfatizar la acción y a quien la ha ejecutado lo deja en un segundo plano, quitándole relevancia.
En el momento de elegir el orden de las partes de la oración, se deben considerar no solo la belleza estética, sino que se debe tener en cuenta la claridad necesaria para la formulación del mensaje.
La puntuación de la oración
El uso de los signos de puntuación afecta de modo directo la comprensión de la oración. Caso contrario, recordemos de nuestras épocas de estudiantes el conocido ejercicio escolar de colocar comas en una enumeración de personas y se encontrarán que de acuerdo con su ubicación, cambia la cantidad de las mismas.
El uso excesivo puede dificultar la lectura, mientras que la carencia de los signos de puntuación son causantes de grandes distorsiones en la comprensión del mensaje.
Algunos aspectos a considerar con relación al uso de los principales signos de puntuación:
● La coma
Se debe emplear en enumeraciones.
Para delimitar aclaraciones o incisos. En estos casos puede sustituirse por rayas o por paréntesis. En todos los casos, no se debe usar en exceso.
Cuando los complementos circunstanciales preceden al verbo, cuando los mismos son algo largos.
Para aislar los sustantivos que funcionan como vocativos.
● El punto
Señala el final de una oración. El mismo puede ser final, seguido o punto y aparte.
Punto y seguido: separa enunciados de un mismo párrafo.
Punto y aparte: señala párrafos distintos, en los que se desarrollan ideas o contenidos diferentes dentro de la unidad del texto.
Punto final: se escribe al final de un escrito o de una división importante de un texto.
Para finalizar, la sangría
Para indicar el comienzo de un párrafo se aconseja dejar un sangrado. La sangría, o sangrado, se puede realizar de distintos modos:
Primera línea: es la más utilizada en los textos. Consiste en dejar unos espacios en blanco en el inicio de la primera línea del mismo. Facilita una visualización rápida de los párrafos.
Francesa: es poco usual, es una formación de párrafo específica. Se realiza luego del primer renglón, desplazándose los siguientes renglones del párrafo hacia la derecha. Se la suele utilizar en numeraciones o en listados de bibliografía. No se la debe utilizar en párrafos de introducción, de desarrollo o de conclusión.
Izquierda: se desplazan todas las líneas de un párrafo hacia la izquierda.
Derecha: se marca la separación de todas las líneas hacia la derecha.
Moderna o alemana: se deja una línea en blanco entre cada párrafo.
Cuenta, ¿te ha sido útil el artículo? ¿Puedes armar tu propia lista de aspectos a tener en consideración antes de enviar un trabajo? No dejes de comentar, éste es un espacio de aprendizaje para todos.
Laura
Autora de Café Literautas