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LOS TIEMPOS VERBALES MÁS USUALES EN LA NARRACIÓN

Hola, queridos compañeros de letras, atendiendo solicitudes, he buscado material para poder aportar algo de luz al uso de los verbos en la narración.


Desde nuestros más tiernos años hemos pasado horas intentando aprender todos los modos y conjugaciones de los verbos en presente, pasado y futuro, y todo esto... ¿pára qué? nos hemos preguntado, molestos por las horas que no hemos podido dedicar a lo que realmente nos gustaba.

Y he aquí, que nos encontramos con estos viejos conocidos, que nos asaltan a la vuelta de la esquina, dispuestos a dejarnos en vela intentando descifrar su utilidad. Y, ¿saben algo? Son tremendamente útiles a la hora de escribir. Sin ellos no podríamos dar una clara idea con respecto a la sucesión en que se produjeron los hechos, ni elegir distintos órdenes a la hora de narrar.


Generalmente narramos en tiempo pretérito, del modo indicativo, lo que no quiere decir que no se haga también en tiempo presente o se pueda hacer en tiempo futuro (Cuéntame si no de las maldiciones, las promesas o las anticipaciones que tanto suspenso generan), o que los otros tiempos y modos hayan sido nada más que meros ejercicios de memorización de edades escolares.


Los tres tiempos imprescindibles para narrar en pasado son: el pretérito perfecto simple, el pretérito imperfecto y el pretérito pluscuamperfecto del modo indicativo.


Imagen cortesía de Wix Media

  • Pretérito perfecto simple: es el tiempo más usado en la narración, ya que presenta los hechos como sucedidos. Se utiliza para referimos a una acción única excepcional, señala acciones acabadas que permiten el inicio de otras sucesivas.


El soldado de atrás quiso decir algo, pero un gesto del caballero lo silenció. Nadie más intentó hablar. Una lechuza cortó el azul del cielo, algunos hombres se santiguaron.


  • El pretérito imperfecto sirve para expresar acciones habituales, que se repiten regularmente en el pasado. Posee un carácter de acción inacabada y continua:


Johana y su hermana siempre tomaban un descanso cuando hacía calor. Tenían su lugar preferido junto a la enorme encina. Algunas veces pasaba Lisandro y compartían el pan y el queso.


También suele emplearse para descripciones y retratos:


El jefe tenía un rostro curtido, sus ojos eran feroces, una red de arrugas los rodeaba.


Y aporta información complementaria.


¿Acaso sabían algo? ¿Ocultaban algo al enviado del rey? El joven de la retaguardia estaba cada vez más nervioso, algo sospechaba, pero prefería no hablar.


¿Cómo diferenciamos el uso del pretérito perfecto simple del pretérito imperfecto?

El pretérito perfecto simple nos indica que la acción se llevó a cabo en un tiempo determinado, mientras que en el pretérito imperfecto, el tiempo en que la misma se realizó no se determina, sino que indica más bien algo habitual de realización.


  • Y para terminar con esta breve recorrida inicial, el Pretérito pluscuamperfecto, que se usa para recordar acciones anteriores a las narradas en pasado:


Habían recorrido una gran distancia desde la mañana, sin resultado alguno.


  • Por último, hagamos una breve presentación del tiempo presente: se utiliza para hacer coincidir el tiempo de los hechos narrados con el tiempo del relato. Como presente histórico, aproxima los acontecimientos al receptor:


Las muchachas conversan con los pies en el arroyo. La mula, libre por un rato, trata de aflojar los músculos tensos por el arduo trabajo. Una nube de polvo anuncia a un grupo de jinetes. El jefe lleva un brillante yelmo que parece incomodarle bastante, a juzgar por los movimientos nerviosos que hace de continuo para reacomodarlo.


¿Les ha resultado útil esta entrada? Cuenten, comenten, es útil ya que permite que todos mejoremos nuestros escritos. En próximas entradas seguiremos con el uso de los verbos.


Felices letras para todos.


Laura

Autora de Café Literautas.




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