DESAFÍO DE PALABRAS-7: Si tu te aúpas, yo quepo...
Feliz ombligo de la semana. ¿Estás listo para el desafío?
Te recordamos que en nuestro desafío de palabras: seguimos sacando a luz aquellas palabras que son nuevas, raras, dignas de revisar por significado u ortografía, etc.
Y tu reto, si deseas tomarlo, es que cumplas el desafío en nuestra sección de comentarios. Esta semana vamos a tratar de experimentar un poco.
Siguiendo lo que se ha presentado en las cápsulas de Ortografía y Redacción de nuestra compañera Laura, vamos a estudiar unos verbos poco comunes o de conjugación media complicada en nuestro idioma español.
Como siempre, las definiciones son tomadas del Diccionario de la Lengua Española - DLE
AUPAR
Y para que no se pierdan pueden consultar su conjugación en el DLE.
CABER
Conjugación según DLE
Tu desafío: Es que nos escribas en los comentarios, una oración con ambos verbos en su forma simple o conjugada conforme a lo que necesite tu texto.
O puedes elegir dos oraciones separadas con cada verbo en su forma simple o conjugada.
Por ejemplo:
«La nodriza aupó al bebé en sus brazos, porque como era tan grande no cupo en su cunero». (Conjugado)
«Jérico Ramos, en su caber arrogante, era un hombre incapaz de aupar a nadie». (Simple)
o
«—Súbase al carro. Solo así veremos si cabrá, aunque vayamos apretados».
«—Como lo aupaste tanto, él creyó que tu interés era otro».
(Conjugado)
o
«Tenía que esconder la llave. Trató de meterla en los jarrones, hasta encontrar una en donde aquella pudo caber».
« La joven era tan maliciosa, que se divertía aupar a sus compañeras en contra de la más débil del salón».
(simple)
¿Te gustó el tema? Recuerda que participar hace que retengamos mejor el conocimiento, ¡nos leemos!
Espera un próximo desafío cada miércoles.
Al entrar al juzgado la madre aupó la niña apretándola entre sus brazos, para que al padre no le quepa la menor duda con quien ella prefiere quedar
Emulando a la amiga Estrella.
—¡Mamáaaaa, no cabo! —exclamó la niña intentando auparse en el columpio.
—No se dice cabo, se dice quepo —corrigió la madre.
—Vaaale, mami.
—-Mira, por ahí viene tu padre con su compañero, el cabo Ramírez
—¡Mamáaaaa, no se dice cabo, se dice quepo.
¡Hijo, aúpate a la tinaja a ver si cabe un poco mas de vino!
—¡Mamáaa, no quepo en el columpio! —se quejó la niña aupando las piernas y casi a punto de resbalarse contra el suelo.
—A ver, hijita, cuando dejes de comer tantas golosinas seguro que te aupas de un brinco y cabes perfectamente.
—¿Aúpa de la piltra muchacho, no sabes la hora que es?
—No he dormido bien, intentando que los pinreles cupieran en las nuevas botas y me desvelé.