Justo en la esquina izquierda del cuadro, camuflado e inmóvil, parece muerto. Ningún ruido lo inmuta, como si estuviera sordo. La penumbra cobija su escondite en el lúgubre porche mientras una nimia calma engrandece calma en el espíritu.
Solo un fogonazo de doscientos vatios lo asusta. Escapa despavorido, saltando por encima de la única flor del jarrón cuadrado como lagartija sin rabo.
Anochece.
En el ambiente se escucha un llanto a la hora del conticinio. El cuadro llora, se siente abandonado.
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Lo bueno, si es breve, dos veces bueno. Genial micro, Vive. Poético y con ese final que te deja con la boca abierta.
Un abrazo!
Hola Vibe: Me ha gustado tu microrelato. Has cumplido con todos los retos muy bien y lo has explicado corto y bien. Te felicito. Un abrazo, Palomac
Saludos Vibe soy tu vecino del 7 y he leído tu corto relato que me ha gustado aunque no es lo normal que los que escribimos no agotemos las palabras estipuladas.
Lo del fogonazo me ha impactado.
Confío en seguir leyéndonos en los próximos meses.
Hola Vibe:
buen microrelato y muy bien colocadas las tres palabras. Lo único que "en el lúgubre porche mientras una nimia calma engrandece calma al espíritu" Repites calma muy seguido. Yo buscaría un sinónimo.
Me ha gustado mucho
Un saludo (5)