Últimamente el agua de la zona estaba contaminada y no conocíamos el motivo, las enfermedades asolaban a los habitantes del valle y los servicios sanitarios estaban desesperados, desconocían de donde podían venir la infección que afectaba a todos, pero principalmente a los niños de 10 años. No a las niñas.
En secreto recibí la llamada al despacho del director de la explotación minera y cargado con el libro y mis notas como responsable de la seguridad biológica de la mina me presenté en su lujoso despacho temiendo alguna reclamación del porqué el agua estaba contaminada.
No tenía explicación y así se lo hice saber al director que acompañado por los responsables sanitarios me esperaban para seguramente lanzarme todo tipo de reproches a mi trabajo.
—Pase German.
Ya dentro el director me pidió el informe último del análisis del agua y pedí permiso para utilizar el proyector del despacho que una vez concedido pase a mostrar las diapositivas a todo el mundo y cuál era el problema del agua según mis investigaciones.
—Así que tenemos en la laguna algo de origen desconocido que ha contaminado el agua.
—Así es señor, de momento desconocemos porqué afecta la enfermedad a los niños y en menor medida a las niñas, sin olvidar que también la enfermedad ataca a todo tipo de personas.
—Los hechos así nos lo confirman—dijo uno de los presentes.
—Porqué sospechamos del agua German—me pregunto el gerente.
En ese momento el jefe de los servicios sanitarios me echo un cable: Parece que la infección tiene su origen en las bacterias del agua de la laguna y puede ser por la sedimentación, pero no tenemos nada seguro.
Una secretaria entró en el despacho sin llamar y entrego una nota al director.
—Señores me acaban de comunicar que 20 niños que estaban en la escuela del pueblo de Nahan están siendo tratados en el hospital de campaña instalado en las afueras.
—Se conocen los síntomas preguntó una de las enfermeras.
—Según la nota lo de siempre, diarrea, vómitos, pérdida del sentido y también de fuerzas. Hay tres niños muertos.
—Pero no podemos seguir así, hay que cortar esto de raíz.
—¿Qué proponen—dijo el director?
El jefe de los servicios sanitarios dijo que lo mejor sería aislar a toda la población en sus casas y que tomaran Sincasil un medicamento aún sin garantías, pero de momento es lo que mejor combate esta infección.
— Este medicamento ya lo estamos tomando todos y no a todo el mundo le sienta bien, incluso alguna muerte ha sido a causa de tomarlo.
— De momento y hasta que se descubra algún nuevo fármaco no existe otra cosa para luchar contra algo que es desconocido.
—¿Que propone nuestro jefe de seguridad?
—Mi proposición no va a gustar a nadie, pero no existe otra que vaciar la laguna.
—Si vaciamos la laguna no sé cómo abasteceremos de agua a la población—dijo el jefe de policía.
Ese no es un problema traeremos agua en cisternas hasta descubrir el origen del mal.
Todo el mundo se quedó en silencio, nadie hablaba, el problema que se venía encima era enorme y tampoco se tenía seguridad de que el origen del mal fuera el agua de la laguna.
—si vaciamos la laguna el agua ira directamente al mar por el valle arrasando todo lo que encuentre a su paso, aunque no hay poblaciones si hay cultivos.
—Es preferible perder los cultivos que a las personas —apunté yo.
Un murmullo de las personas presentes se escuchó.
—Adelante tiene el permiso de la compañía para vaciar la laguna.
Me puse en movimiento y llame al personal de mi equipo para preparar los explosivos de alta potencia y comuniqué a mi segundo en el mando que realizara los cálculos.
Todo estaba ya preparado y evacuada la zona por donde el agua se deslizaría al mar, junto con mi ayudante comprobamos las cargas explosivas, al acercarnos a la laguna donde la explosión abriría el boquete para dar paso a la salida del agua notamos un olor extraño, olor a muerte.
La explosión estaba prevista a las 10,10.
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