Con esas manos - Lucía Hernández

Con esas mismas manos con las que amasa … No me lo hagas decir. Es que sí, hay que decirlo, porque ella se llena la boca hablando y contando sobre sus logros, sus conferencias, el éxito de sus hijos, sus viajes al exterior, su figura escultural, su sentido del humor, los tres idiomas que domina a la perfección, su cabello rubio. Sí, ya sé todo eso. Ya sé que te dije mil veces todo esto. Ya sé que vos sos la única persona que me escucha. Ya sé que ella brilla, enamora, encandila, obsesiona y que, en cambio yo …Todo el mundo lo sabe y al que no lo sabe ella se lo repite personalmente, por teléfono, por instagram, por facebook, por twiter. Pero con esas mismas manos que amasa, con esas mismas manos que prepara la pasta del domingo, esa mujer hizo cosas terribles. Me hizo cosas terribles. Y no sé porque nadie lo recuerda. Vos sí que te acordás. Sí, vos siempre estas. Pero te digo y te repito, no fue una, fueron varias las que me hizo y nadie lo recuerda y todos le sonríen, la invitan, la felicitan, la aplauden. Nadie dice nada. Pasaron muchos años, prescribió, hacé tu vida, da vuelta la página, eso me dicen. Pero yo no olvido. Y no perdono. Y no es de resentido. Tampoco como vos decis de depresivo, de amargado, de aburrido, de viejo o cuantos otros adjetivos se te ocurren. Es que yo no puedo olvidar. Yo no quiero olvidar. Y además quiero que todos recuerden lo que ella me hizo. Y además quiero contárselo a los que no lo saben. Y además quiero ... Porque esa mujer usó sus manos con las que ahora amasa para arrancarme el corazón, para terminar conmigo, para sacarme de su vida y de mi vida también. Me robó la alegría, la esperanza, la paciencia, la vida. Con esas mismas manos que hoy esa mujer le pega a la masa y enseña en su canal de youtube a hacer tallarines, esa mujer me abrió el pecho, me arrancó el corazón y me dejó sin vida, mejor dicho, muerto en vida. Me humilló, me estafó, me olvidó. Ya sé que te dije mil veces todo esto. Ya sé que vos sos la única persona que me escucha. Y que quiero hacer con todo esto, me preguntas? Sí, ya sabes que quiero. Entonces que queres saber? Ah, como lo voy a hacer. No sé, lo estoy pensando, porque quiero ser directo y certero. Que no queden dudas. Que lo sepan todos, bien, con lujo de detalles. No sé, quería preguntarte a vos. Digo, si a vos se te ocurre algo. Y, por favor, no me vengas con que estoy loco. No lo estoy. Tampoco la quiero lastimar, bueno, sí. Lastimarle el corazón, no físicamente. No, eso no. Sabés que quiero? Quiero cambiar su sonrisa perfecta por mi gesto de amargado. Quiero que viva lo que yo vivi y que nadie la ayude. Porque a mí no me ayudó nadie. Y fue ella la que se encargó de que eso pasara. Sí, no, como decís. No, ya sé que vos siempre, siempre estuviste. Yo digo de toda su familia, sus amigos, nuestra vida en común. Todos esos me olvidaron, me ignoraron. La otra vez hice la lista, llegué a 328 personas. No, no es mucho. Incluía hasta al farmacéutico. No te rías. Sabés lo que duele ir a comprar analgésicos y que se escondan para no verte? Fue ella la que me abrió las puertas de su vida pero fueron los 300 y pico los que la cerraron. Pase de ser todo, a mi ser nada. Romance de juventud, dijo su mamá con una sonrisa muy parecida a la de ella. Seguramente esa mujer rompió corazones, como su hija, ilusionando a pobres infelices como yo. Poca cosa, dijo su padre. Me tomo como una cosa. No señor, yo era una persona. Pero no quiero culparlos a ellos. La culpa es toda de ella. Ella no hizo nada. Ni se despidió. Nada. Y me dijo así, vacío. Y pasaron 30 años, 5 meses y 14 días desde la ultima vez que la vi. Si, ya se, hace rato que la veo, pero de otra manera. Ella es famosa, amada, diva. Pero ella es mala y todos tienen que saberlo. Esto se termino, no lo aguanto mas. Algo voy a hacer. Algo tengo que hacer. Hola? Cortaste? Hola, hola, hola. Necesito que me escuches. Vos sabes todo. Si vos me dejas yo ...