top of page
nuevo logo trailorbrand.JPG
  • Facebook
  • Instagram
  • Lucho

EL COLMILLO - Lucho- (R) - B


El día era caluroso. Holmes iba y venía con desasosiego. No estaba tranquilo sin un caso entre manos. Sonó el citófono, la señorita Liza Margaret, anunció la secretaria. Entró una mujer alta y de lozana belleza. Tenía el rostro perturbado.

—¿En qué le podemos servir? —dijo Holmes invitándola a sentarse.

—Necesito de su ayuda. Mi padre fue asesinado hace algunos días y la policía no resuelve el caso. Él negociaba con colmillos de elefante traídos desde el África que transformaba en joyas. Su ebúrneo color es muy apreciado. Después de su muerte he recibido mensajes donde me exigen pagar un dinero, como rescate, para entregar el último cargamento. —Holmes se frotó las manos.

—Por favor, muéstreme la nota. —la leyó con detenimiento.

—Cuente con nuestra ayuda —ella sonrió. —¿Quiénes eran los socios de su padre? —inquirió Holmes.

—Mi primo Karl, era el más cercano. Hace poco tuvieron una discusión sobre un embarque. Mi padre estaba molesto y Karl lo amenazó con quitarle el negocio. —Su voz sonaba afectada.

—¿Puedo visitar la oficina de su padre?

—Por supuesto.

Salimos detrás de la mujer, nos llevó en su coche, ingresamos a la oficina. Revisamos papeles, el último embarque era bien grande, había llegado hacía poco, pero no ingresó a las bodegas de la empresa. De improviso se presentó Karl y preguntó que hacíamos ahí dentro. Liza nos presentó como nuevos distribuidores. Se le notó nervioso y molesto; se marchó.

Observé a Holmes escudriñando una pared ubicada detrás del escritorio. Algo faltaba en ese paredón, quedaba la sombra de un objeto arqueado y tan solo permanecían unos ganchos.

—Señorita Liza, ¿tiene usted fotos recientes de esta oficina y algunas tomadas en la casa de su primo?

—Sí, se las hago llegar —dijo extrañada.

—Me llevaré estas facturas del embarque, ¿quiénes firman?

—Esta es de mi padre y la otra de Karl —parecía intrigada.

Salimos hacia el puerto y nos reunimos con los administradores. Les comentamos el asunto y nos facilitaron la documentación de desembarque. Estaba la firma de Karl y el nombre del transportador. Con esa dirección fuimos de inmediato a su negocio. Nos proporcionó información de donde habían descargado la mercancía.

Al llegar a la oficina estaban las fotos prometidas por Liza. Las revisamos con detenimiento e intempestivamente Holmes se levantó de su silla: Hora de visitar al primo Karl en su casa. Lo seguí a pasos apresurados, sin tener claro porqué. Cuando llegamos Karl se disponía a salir.

—¿Nos puede invitar a tomar un café?, —dijo Holmes —preferimos negociar con hombres, las mujeres son muy indecisas. Elegimos su casa para no mortificar a la señorita Liza. —Se le notó halagado.

—Sigan.

Mientras hablábamos, Holmes observaba el salón con detenimiento. Nos despedimos, con la obligación de reunirnos nuevamente. Al salir, Holmes dijo:

—¡Lo tengo! —sonrió.

A la mañana siguiente, la señorita Liza llegó a la oficina y Holmes le preguntó:

—¿Qué hizo su padre el colmillo de elefante que tenía en la pared detrás del escritorio?

—Nada, él amaba ese trofeo, era parte de su vida. Lo consiguió en una de sus caserías en África. ¿Por qué lo pregunta?

—¡No está en la oficina! ¿Sabía usted eso?

—¿A dónde pudo haber ido? —preguntó extrañada.

—Ya tendrá noticias.

Holmes hizo ampliar las fotos enfocadas en el colmillo para detallar sus características. Luego dijo:

—¿Le hacemos una visita a Karl? —lo llamó. Nos recibirá enseguida. Me agencié de un revólver. Era mejor ser cauteloso. Metió las fotos en el bolsillo.

Cuando llegamos, nos estaba esperando. Pasamos a la sala y Holmes se paró detrás del escritorio a escrutar el colmillo de elefante colgado en el paredón.

—¿Le gusta ese trofeo, señor Holmes? —Lo conseguí en África hace varios años.

—Sí, se me parece a uno que tenía el papá de Liza en su oficina. —Sacó las fotos, las puso sobre el escritorio. Karl se vio intimidado.

—¿Dónde consiguió eso?

Me las facilitó Liza y en esta foto tomada en esta sala hace menos de un año, ese colmillo no estaba ahí. Los ganchos que lo sostienen y la pintura es reciente. —Karl palideció.

—¿Quiénes son ustedes? —le temblaba la mandíbula.

—Él es Watson y yo soy Sherlock Holmes. Y creo que usted mató al padre de Eliza y la está chantajeando. Sabemos dónde esconde el último embarque. —Clavó sus ojos en los de Karl, este le lanzó un puñetazo y corrió hacia el escritorio. Intentó sacar un arma, pero lo herí en el hombro derecho.

*




34 visualizaciones3 comentarios

Entradas recientes

Ver todo

El mensaje de las 10 y 10 - Amadeo- (R)

VOLVER A RECOPILACIÓN MAYO, 2023 Al atardecer, mientras corre en el parque un solo kilómetro, por su edad de setenta y uno años, el sobrepeso y antecedentes de salud según la recomendación del médico,

EL DEMONIO BAJO LAS AGUAS - PROYMAN1- (R)

VOLVER A RECOPILACIÓN MAYO, 2023 Últimamente el agua de la zona estaba contaminada y no conocíamos el motivo, las enfermedades asolaban a los habitantes del valle y los servicios sanitarios estaban de

La Revelación - Wanda- (R)

Sitio web: http://unrincondelalmablog.wordpress.com/ VOLVER A RECOPILACIÓN MAYO, 2023 Miré impaciente al reloj de la estación del tren que marcaba las 9:30. Contaba con el tiempo para llegar a la sala

bottom of page