Hace muchos años hubo un rey llamado Miércoles y desde entonces nunca se ha oído de un rey más triste. Taciturnos ha habido muchos. Tristes como el rey Miércoles ninguno.
Una vez emprendió un viaje que debió durar más de dos años, pero al cabo de tres meses volvió al reino Verde, con la corona abollada, los calzones de lino sucios y la espalda encorvada como si estuviera bajo el peso de toda la angustia del mundo. La cara roja, quemada por el viento, y el cuello rojo, que de alguna manera evocaba un linchamiento perpetuado por los siervos de cara vulgar, caras marcadas por el hambre de la guerra, que hunde el rostro bajo los pómulos y da a los ojos un brillo febril. ¿Qué fue lo que más le impresiono en su viaje, Alteza? Preguntaron los barbudos ancianos de la corte. El rey los escuchó mirando al horizonte y dijo: Darme cuenta de que lo más aterrador de la muerte es su sinsentido.
Su reino fue sitiado por tercera vez, lo que resultaba inexplicable para un rey que descendía de gallardos caballeros. No más guerra, dijo. Ahora solo me interesa la verdad, no busco ni la gloria, ni el poder. Señor, no estamos aquí para preguntarnos el por que, estamos aquí para vencer o morir, dijeron los sesudos ancianos de la corte, pero el rey no los escucho. El bufón agito su antorcha y se rio de forma feroz. Su rostro, ennegrecido, decía que podía ser un duende o un gentil. Llevaba un gorro morado con cuernos, y una cicatriz vertical le atravesaba la cara, de la frente al mentón. Cada que el rey suspiraba se llenaba la boca con un líquido inflamable y luego escupía una larga culebra de fuego. Los cortesanos lo miraban y aplaudían. Todos apreciaban su arte, menos el rey, que permanecía al borde del trono, inmóvil, viendo la punta de sus chinelas. Parecía hechizado. Entonces los ancianos se reunieron en consejo y decidieron casar al rey con la princesa Hada.
La elegida como consorte del rey Miércoles era hija de un plebeyo, que según se cuenta, robo una piedra mágica de un reino oriental, para convertirse en el comandante de una temible hueste de ogros, con la que conquisto bastos reinos, y fue conocido como el rey Ladrón. La princesa Hada era poeta y cantaba con voz de ave de rapiña. También se dice, que amenazaba al rey, cada cierto tiempo, con abandonarlo. No era muy bonita. He visto sus retratos. Sus ojos expresaban sufrimiento y debajo del sufrimiento se asomaba la rabia. La imagino en un palacio morisco o en una yurta en movimiento a través de las estepas, sentada sobre sus talones, comiendo trozos de carne cruda y bebiendo leche de yegua en un plato de jade.
Por la gracia de Dios y la valentía del rey Miércoles, el ejército amarillo que asediaba nuestro reino se ha retirado cobardemente, dijeron los sesudos ancianos de la corte. Yo al contrario del rey, hubiera preferido el asedio, me gustan más las princesas rubias, dijo el bufón en su ultimo intento de hacer reír al rey más triste que se recuerde.
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Hola, 200.
Tu relato me ha resultado algo confuso. Tienes varios episodios que no desarrollas, los cuentas. Me da la impresión de un bosquejo de libro con puntos a tomar: la ubicación del rey y su reino, que más tarde identificas como reino Verde, su viaje y su reflexión, el casamiento con la hija de un rey ladrón, la justificación de por qué es un rey ladrón, las características de la reina que justificarían por qué es triste, sin saber si es triste desde antes del casamiento o luego de él, la cuestión de lo que el rey vomitaba, la tercera guerra ¿y las anteriores? ...
En síntesis, una gran cantidad de información para un espacio tan breve.
Tienes una…
Saludos 200 soy PROYMAN1 tu vecino del 2 leo tu cuento y según mi criterio esta entre algún episodio de la Guerra de las Galaxias y el Señor de los Anilllos.Rebosa fantasía en todas las letras.Me ha gustado aunque creo que los párrafos son demasiado largos.
Los consejos de tipo técnico los dejo al criterio de los compañeros.
Confío en seguir leyéndonos en los próximos meses.
Mi cuento es muy racista, intente ser políticamente incorrecto. Creí que alguien lo señalaría. Hubo buenos comentarios sobre las sutilezas de los títulos nobiliarios.
HOLA 200
El cuello rojo, que de alguna manera evocaba u linchamiento... (no comprendo esta frase).
Tratándose de rey, el tratamiento es de majestad, para los príncipes alteza.
Atención al puesto de las comas y rayas en los diálogos " no más guerra —dijo—
—Señor, —no estamos aquí...
Estos detalles te pueden servir para modificar el resto de párrafos.
Vaya con la reina, resultó ser una persona vulgar y mala. Solo le faltaba esto al pobre rey
Creo que releyendo el texto y los comentarios de los compañeros queda una buena historia .
Un cordial saludo(8)
¡Hola! Se me hace raro llamarte 200.
Me toca comentar tu aporte, (estoy en el num. 1)
Un cuento que comienza con un inicio clásico: “Hace muchos años hubo un rey…”
Me hizo gracia lo de la “corona abollada”, no sé de que país eres, pero al emérito Rey Borbón creo que también se le ha abollado la corona.
Hay algunas repeticiones que no se hacen necesarias, por ej: “la cara roja, quemada por el viento, y el cuello rojo”. Se podría poner: “la cara y el cuello rojos quemados por el viento…”
Un rey descendiente de “gallardos caballeros” es confuso, normalmente es el rey quien nombra a los caballeros, y desciende de una estirpe de reyes, es hereditario, …