*FAVOR UTILIZA EL BOTÓN DE REGRESO PARA VOLVER A LA RECOPILACIÓN*
Sin embargo, yo continúo con mi labor de periodista dispuesto a cubrir el evento al qué el jefe de redacción me ha enviado para qué una vez concluido sea publicado en la revista Amanecer en la cual yo trabajo.
Veo a los novios cogidos de la mano, muy sonrientes, Sineo es un popular polÃtico que está en la cresta de la ola y su novio es el actor de pelÃculas de ciencia ficción cuyo nombre es Darius, los dos hombres saludando a los asistentes a la boda no paran de hacerse arrumacos a la vista de sus invitados.
Se conocÃa desde hace tiempo la relación entre los dos hombres, pero por la diferencia entre uno y otro su unión ha llamado la atención, Sineo es un polÃtico del que se dice que será el próximo presidente de la nación y Darius un actor que de segunda fila ha saltado a la popularidad con su pelÃcula archifamosa Guerra en la Luna.
El matrimonio inquieta a las altas esferas en caso de que Sineo llegue a ser presidente de la Nación, podrá influir su matrimonio en las decisiones importantes que se puedan tomar gobernando el paÃs.
Existen dos vÃas contrarias a esta unión, una de ellas es la familia de ambos hombres, ninguna de las dos familias está de acuerdo con que se casen, cómo siempre los perjuicios salen a la luz en esta sociedad jodidamente podrida, la otra vÃa es la institucional y de gobierno que creen que esta unión tiene los dÃas contados.
La ceremonia celebrada en el salón de actos del ayuntamiento de la ciudad de Calamaco, abarrotada como no se esperaba otra cosa, termina con el intercambio de anillos entre los dos hombres y el consabido beso que todo el mundo pide a los contrayentes.
Forzados por la situación los dos hombres ya casados acceden a besarse con un tÃmido beso en la mejilla, después salen del edificio donde les espera un coche imponente, me informa la secretaria de Sineo que van camino del estudio fotográfico donde será plasmada gráficamente la ceremonia, los dos hombres ya casados sonrÃen a la prensa entre la que me incluyo, mi fotógrafa lleva realizando fotografÃas desde el comienzo del acto.
Le digo a Jimena que nos vamos al restaurante donde se celebra el coctel con que los novios agasajan a los invitados entre los cuales se encuentra la prensa y por supuesto Jimena y yo.
Una vez allà a la prensa nos apartan en la zona donde no molestemos mucho, pero Jimena sagaz fotógrafa no para de pulsar el botón de su cámara a los invitados muchos de ellos famosos, algunos acceden gustosos otros no tanto, pero a todos les interesa salir en el reportaje que nuestra revista va sacar en el próximo número.
Un camarero se acerca a nosotros con la bandeja llena de copas de diferentes licores, Jimena agarra una copa de cava y me trae con la mano libre una cerveza que sabe que es la bebida que más me gusta en momentos de tensión trabajando.
Accedo a que un compañero de prensa nos haga una foto a Jimena y a mà en actitud de trabajo, llegan los novios, los dos hombres saludan a los que se encuentran en el salón, pero principalmente y lo primero que hacen es dirigirse a los chicos de la prensa que rápidamente ponen sus cámaras de fotos a trabajar en todas las formas posibles.
Los novios ambos conocidos mÃos desde hace tiempo me dirigen unas palabras de agradecimiento por la asistencia y en especial a Jimena en tono de broma le dicen que les haga buenas fotos y salgan guapos en la revista Amanecer.
Después del trámite con la prensa los dos hombres ya casados se dirigen desde el balcón a saludar a los demás invitados los cuales les desean felicidades. El cirro se apaga con el aire.
No todo el mundo en su fuero interno les desea lo mejor.
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