¡Ese barbián me gusta! Definitivamente hay algo en él que me trae loca, su sonrisa me enamora, sus ojos me hipnotizan.
─Ya, párale, párale! Si tanto te gusta, demuéstraselo. Si se hace el orate es que no le interesas. Ahora, si es listo y tu amor es correspondido, él sabrá aprovechar la oportunidad y dará el primer paso.
¿Cómo se lo demuestro?
─Ay querida, eso depende del estilo de cada mujer. Ya sabrás cómo hacerlo. Y mira, hablando del rey de Roma y él que se asoma.
─Dios mío, las mariposas en el estómago y las manos frías, indicadores infalibles. ¡Al ataque, pues!
Y así empezó todo, ¿recuerdas? Estábamos hablando de hombres, nuestro tema favorito en ese tiempo y tú me diste el valor para hacer a un lado mi timidez y con la mejor de mis sonrisas darle la bienvenida a mi vida.
─Sí, surtió efecto, mírate, felizmente casada y madre de dos niñas y un bebé precioso que acaba de llegar a este mundo.
─Caras vemos y corazones no sabemos. Han pasado muchas cosas desde entonces. Ya no estoy felizmente casada, como dices.
Los ojos se le llenaron de lágrimas y empezó a relatarme como esta enfermedad que azota al mundo le había quitado a su marido.
Fue tan rápido, me dijo, ni siquiera pude acompañarlo. Lo llevaron al hospital y ahí murió en soledad, sin un beso de despedida.
Ella era la imagen de miles de personas que en este año, 2020, perdieron padres, hermanos, hijos, o esposos. Era el dolor de todo ser humano alrededor del mundo.
Buscó valor dentro de sí. Se levantó y se fue.
Yo, me quedé viéndola alejarse. Nada podía hacer para aliviar su pena. El vagido de su bebé me hizo pensar que nunca conocería a su padre. La pandemia había herido a todos por igual.
*
Buenos días Lucrecia: He esperado casi al último día para darte unos consejos porque me parece que eres nueva.
1. Una de las normas del blog es que, una vez publicados los relatos del mes, debes leer y comentar los tres relatos siguientes al tuyo. Tu relato es el nº 20, por lo tanto, debes leer y comentar los números: 21, 22 y 23. Esta norma es fundamental para que todos nosotros tengamos tres lecturas, análisis y opiniones de los compañeros.
2. Por cortesía, todas las personas que te han leído a ti, (como son los números 17, 18 y 19) solemos agradecérselo y rebatir o aceptar las críticas que nos han hecho a nuestra narración. Lo escribimos en nuestro…
Hola María Lucrecia
Tu cuento muy triste, acorde con la actualidad que padecemos, el escrito es coherente, pero me parece que se resuelve muy rápido. No le das tiempo al lector de sentir ese dolor que tratas de expresar, hay que darle tiempos al cuento, para que el lector sienta eso que trasmites. Es tan vertiginoso, que no lo logras.
hablando del rey de Roma y él que se asoma ESTE DICHO NO IRÍA ENTRE COMILLAS?
Y así empezó todo, ¿recuerdas? COMO EL DIALOGO CONTINUA, UN TIEMPO DESPUÉS, FALTA EL GUION. COMO TU CUENTO ES MUY CORTO, PODRÍAS EMPLEAR UN POCO EL ESPACIO PARA DAR PASO A LA TRANSICIÓN EN ESE DIÁLOGO
Caras vemos y corazones no sabemos. ESTE DICHO…
Hola María Lucrecia
Dichosa pandemia que tanto dolor está causando. Un buen escrito sobre el tema. Tengo algunas cositas que creo se te han pasado.
—¡Ya párale, párale! si tanto te gusta...
—¿Cómo se lo demuestro? falta raya.
—y así empezó todo... (falta raya)
y empezó a contarme (mejor que relatarme?
un cordial saludo (10)
Hola María Lucrecia, soy tu vecina de arriba. El relato es triste y todo sucede demasiado rápido quizá a tanta velocidad como nos está infectando este virus que amenaza a toda la humanidad. Desde mi punto de vista, en la primera conversación entre las dos amigas podrías haber ahorrado palabras para explicar con más detalles el proceso doloroso de la pérdida del marido. Es simplemente una idea. Por lo demás bien. Un saludo y nos leemos.
Hola María Lucrecia.
Tu cuento está bien trabado utilizando el diálogo de las dos amigas. Solo le pondré un pero, el tema de la pandemia nos tiene tan saturados que desdibuja la brillantez que podría tener en otras circunstancias.
Nos leemos.
Verso suelto (13)