Rosauro y Tino se encontraban desayunando y Tino le recordó a su amigo: Hoy te toca la limpieza de la casa.
—Qué pesado ya lo sé, pero ahora me marcho a dar un paseo, después friego la casa.
Rosauro salió de la casa y en la calle se encontró con un papel, sintió curiosidad y se agacho a cogerlo del suelo comprobando que era un plano dibujado a mano.
—Un plano, qué raro que esté en la calle dijo mirando el plano sin entenderlo mucho la verdad.
Siguió las indicaciones del plano y después de dar muchas vueltas estas llevaban a Rosauro hasta la puerta misma de su casa.
—Qué extraño parece que el plano me indica la situación de un tesoro, que ilusión si el tesoro está en nuestra misma casa.
Después de dar vueltas por la casa y mirando las instrucciones la X del plano lo llevó hasta la misma puerta del cuarto donde se almacenaban los utensilios de la limpieza.
Recogió un peine,una servilleta sucia y a la izquierda que estaba el cubo de la basura tropezó y se cayó de frente golpeándose la nariz.
—Qué mala suerte dijo con la nariz hinchada, me tropiezo un plano que me lleva a un tesoro y resulta que me encuentro con los utensilios de limpieza de la casa, tierra trágame no me queda más remedio que hacer la limpieza que me toca.
Mientras Tino sentado en el sofá y bebiendo cerveza no dejaba de ver en la televisión a la rubia presentadora de la cual estaba enamorado, si pudiera conseguir una cita con esta chica sería el hombre más feliz del mundo pensaba mientras escuchaba a Rosauro barrer y fregar la casa.
Una vez terminada la limpieza Rosauro le dijo a Tino que quería salir a dar una vuelta y esté pensando solo en su chica rubia le dijo que sí que podía marcharse.
Al cabo de un rato llaman a la puerta y Tino se encontró al abrir con un hombre que cargaba con un tronco hueco de árbol de dimensiones considerables.
—Paso por favor donde puedo dejar este trasto.
Tino sin saber de qué se trataba le señaló un sitio suponiendo que era cosa de Rosauro.
Efectivamente Rosauro se presentó al momento y lo primero que hizo fue buscar el tronco del árbol hueco, preguntó a Tino donde lo había puesto y este le señalo donde estaba ocupando media habitación.
—Tienes que ayudarme a subir a la terraza este aparato.
—Pero explícame esto que es.
—He conocido a una ejecutiva de nuevas tecnologías y me ha dado un empleo, tendré que comunicarme con ella todos los días con este sistema ultramoderno de comunicaciones.
—Bueno si tienes un empleo y te pagan bien te ayudaré a llevarlo donde me digas.
—Es en la terraza donde tengo que instalar este gran aparato de comunicación.
Con mucho esfuerzo Tino y Rosauro subieron a la terraza y dejando el tronco hueco del árbol los dos bajaron y Rosauro tenía dos grandes mazas sobre la mesa y con ellas comenzó a golpear el tronco, Tino asustado preguntó a Rosauro qué era aquello y este le dijo que el empleo que había conseguido a través de la ejecutiva era transmitir mensajes golpeando el tronco del árbol ¡boom! ¡boom! ¡boom ¡por fin lo he conseguido dijo Rosauro ¡!ya tengo empleo de comunicador! dijo mientras sonaban en toda la casa y el vecindario los golpes sobre el tronco hueco como si fuera la selva. ¡boom! ¡boom!
Tino sin saber que decir se volvía loco escuchando aquellos golpes ¡boom! ¡boom! preso de la ira salió corriendo hacia la escalera con tan mala suerte que resbaló y cayendo por los escalones, al final de la escalera se detuvo: resultado, una pierna y un brazo roto mientras en el hospital aún escuchaba los mensajes lanzados por Rosauro ¡boom! ¡boom!.
Rosauro manejando las mazas no cesaba de golpear al tronco y gritando: jefa aquí le mando el último mensaje de la mañana ¡boom! ¡boom! ¡boom!
Aquel fin de semana Tino y todo el barrio estaban sordos escuchando los mensajes enviados por el tronco de Rosauro.
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