Años atrás a las damas de nuestra sociedad se les instruía para ser amas de casa, pero no todas como es obvio, tenían vocación de esposas o religiosas según el querer de la comunidad. En mi familia hubo una pariente hace muchas, muchas décadas, la cuál conocí solo a través de una foto, un daguerrotipo quizás, y de unos manuscritos con su firma que aún conservo. Ella optó por dedicar su vida a la escritura y nos dejó un cuaderno con mucho de lo oído en la cuadrilla de peones y entre el personal doméstico, que parece ser, la acompañaba.
He aquí un relato de entre sus apuntes en donde toma la voz de una esclava que hizo parte de las abominables posesiones familiares, para contarnos en primera persona la historia de un hombre desaparecido y que ella terminó titulando en sus escritos como “Historia de dos”:
¿Ocasiones? muchísimas.
Ya han transcurrido innumerables años y me sigo haciendo la pregunta que siempre contesto de la misma forma.
No es común que a cualquier esclavo se le entregue un caballo para que cumpla una encomienda y siempre, ocasión tras ocasión, regrese sin demora para tranquilidad y confianza de sus amos. Siempre lo hiciste, tu lealtad fue probada muchas veces, entonces ¿por qué no volviste mi adorado Poroto de Cumbasá?
Recuerdo que andabas partiendo troncos para leña, empapado en sudor por el trajín con el torso brillante por lo oscuro de tu piel, muy musculoso, desbordado de vigor, cuando te llamaron para que fueras en el término de la distancia a llevar una carta a la casa de la Amita en el Nuevo Principado de Asturias junto al río Atrato.
Al partir dijiste y te dije “Ashé” en yoruba y no te volví a ver.
Pasaron los días en los que debiste regresar, pero no lo hiciste, me amenazaron con cortar mi pelo entre dolorosos jalones usando las tijeras oxidadas si no les decía de tus planes. Entonces lloré implorando la aceptación de mi inocencia y sufriendo como concubina tu partida. Luego, me amenazaron con atrocidades que finalmente no cumplieron cuando vieron la sinceridad de mi tristeza.
Creo que transcurrió un mes cuando volvió el caballo en el que partiste, llegó solo, sin la montura y con cascarones de barro adheridos a su cuerpo. ¿En dónde te quedaste? No creo que te hayas fugado, pero… ¿acaso te llevaron los ladrones de nativos y de negros hacia el otro lado del Atrato para descuajar el monte en lo que llaman Panamá?
Temo oír las historias de la selva, hablan de unos tigres y unos güios inmensos que de solo mencionarlos me da horror, pero, entonces pienso ¿por qué el caballo no sufrió rasguños? Con seguridad que te robaron y estarás reesclavizado en tierras de Mandinga o Andagoya.
El Amito se enojó al saber que no habías vuelto, pero se alegró al ver el caballo ahora limpio y cepillado pastando por sus tierras. Yo en cambio, por orden de mi Amo tenía que reír en su presencia, pero, me sentía devastada.
Mientras le prendí velones a Shangó para un reencuentro, nunca pasó nada.
Entonces me cansé de Yemaya, de Babalú y entoné los salmos de Claver aceptando para siempre a Jesucristo que me hizo este milagro. Te volví a ver. Dicen que es un sueño, un espejismo o cosa de espantos, es nuestro encuentro, me conversas, me acompañas y me esperas, sí, ya me has dicho que me esperas en la selva, en el acantilado junto al mar inmenso donde se divisa libertad.
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Hola Leonardo, gracias por la lectura y comentario que hiciste a mi trabajo. Leí el tuyo varias veces. Me gustó el tema y la idea que es original.
Coincido con algunos compañeros que opinan que debería quedar más clara la diferencia entre el comienzo y el desarrollo de la historia.
Creo que podrías mejorar la redacción, sin truncar la idea que me parece muy buena. Nos leemos en junio.Saludos
Hola Leonardo, gracias por tu comentario a mi relato.
Me gustó la introducción a tu historia y el tema tan emotivo de la esclavitud.
Saludos
Wanda
he leído el relato y en cuanto a estructura, el primer párrafo suena raro al leerse en voz alta, sobre todo en la primera y ultima frase de este, algo que han señalado Amadeo.
en cuanto al contenido, el plato fuerte esta en el relato de la esclava y además emotivo.... que lo veo como material potencial para desarrollar una novela.
Saludos :D