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Linda sirvió la comida, sabía que Mauro estaba a punto de llegar. El departamento estaba organizado hasta el más mínimo detalle, como foto de revista. Un delicioso aroma inundaba el hogar.
Llevaba un vestido con estampados de flores y el pelo sujeto en una coleta. Cerró los ojos en un intento de contener las lágrimas, respiró un par de veces y los abrió de nuevo justo en el momento en que llegaba Mauro.
Desde donde estaba lo observó por unos segundos. Llevaba un maletín en la mano. Parecía desvelado, aunque tenía la costumbre de irse a la cama todas las noches a las nueve en punto, lo que significaba que Linda debía dormirse a esa hora también, aunque no tuviera sueño.
一¿Qué, no me vas a saludar?一,frunció el ceño y levantó los brazos mostrando el maletín.
Linda corrió a su lado, tomó el maletín y lo puso en una esquina, después le dio un beso con los labios apretados.
一Ya está la comida.一dijo, y se sentaron a la mesa.
Mauro tomó un bocado.
一Con el hambre que traía y tú hiciste pasta, sabes que casi no me gusta.
一 dijo, con la boca llena.一Aunque no están tan mal, pero a la próxima hazlos con más carne, 一 levantó la mirada hacia su mujer que comía callada.
一Sabes que ese peinado no me gusta, me gusta verte el pelo suelto, y ¿de dónde has sacado ese vestido, espero que no salieras a la calle con el puesto?
Empezaba a hablarle de nuevo cuando esta lo interrumpió:
一Sé lo de tu amante, Mauro一, le dijo sin verlo a los ojos, pues sabía que si lo hacía empezaría a llorar.
一¿Sabes que Linda?, ¡mírame cuando te hablo!, ¿ya vas a empezar con tus fantasías? Te la pasas todo el día aquí, muy cómoda, haciendo nada mientras yo me mato trabajando para llegar y que me recibas con reclamos. 一 Golpeó la mesa con el puño, furioso.
一Hago mucho más que nada en esta casa, además, siempre quise trabajar y tú no lo quisiste. Trato de hacer todo para mantenerte contento, a pesar de que siempre te quejas y menosprecias lo que hago. Lo sé, sé que me eres infiel, nunca fui suficiente para ti. Así que hoy es mi último día aquí, me voy y no regresaré jamás.
Mauro se levantó y dejó caer la silla en la que estaba sentado. Se acercó violento hasta tener la cara de Linda cerca de la suya y la miró amenazante. Tomó con fuerza su muñeca y la torció hasta ver la expresión de dolor en su mujer.
一No vamos a empezar con esto otra vez, aquí se hace lo que yo digo, no tienes nada, ni dinero, ni amigos, ni familia que te recoja, solo yo me he preocupado por ti, ¿así me pagas? 一 acercó la mano de la mujer hacia su boca y la beso.
一Deja esas locuras, vamos te compraré algo en la tienda. Seguro estás aburrida de estar aquí, cámbiate y nos vamos.
Se sentó en el sofá y se desabrochó la faja.
Linda fue a la habitación, tomó la maleta que tenía preparada y se puso frente a la puerta. Se secó las lágrimas, respiró un par de veces y con voz temerosa dijo:
一Ya te dije que me voy. Me quedé tanto tiempo a pesar de tus maltratos porque pensé que te quería. Tus celos infundados, tus quejas por todo, el que me dictaras como vestirme, como peinarme. El que me alejaras de mi familia y amigos, de tus engaños. Ya lo sabía, pero te escuchaba decir que estaba loca, que lo estaba inventado, y lo creí, creí que de verdad estaba loca. 一Se detuvo tratando de contener el llanto, Mauro la miraba desde el sofá furioso e incrédulo, nunca pensó que tendría la osadía de contrariarlo. Se levantó tembloroso y mareado, caminó hasta el escritorio y tomó unas tijeras.
一Estoy embarazada. No permitiré que crezca contigo, eres despreciable.
一Ese es mi hijo y si te atreves a poner un pie afuera de esta casa te mataré, me perteneces, tú firma está en el papel, hasta que la muerte nos separe. Si te quedas te perdonaré, pero si insistes, ¡Te mataré aquí mismo!
一Ya estás muerto. Espero que disfrutaras de tu última comida.
Abrió la puerta, no sin antes ver la cara de confusión de su marido, y ver como caía al suelo retorciéndose de dolor. Salió y no volvió a ver atrás.
***
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Hola Wanda
Gracias por pasarte por mi relato, siempre son de gran ayuda los comentarios.
Referente al tuyo, lo malo de ser de los últimos que lo comentan es que ya te han dicho todo lo que he visto en él. Personalmente me ha gustado mucho aunque yo particularmente estoy bastante "harto" de los temas de machismo. Estoy tan en contra de ello que cada vez que surge uno me enfada todavía mas. Creo que hay algo en la sociedad que falla, quizá la perdida de respetos desde casi la infancia.
Nos seguiremos leyendo. Enhorabuena
Hola Wanda,
Afortunadamente, quiero creer que este tipo de relaciones se dan cada vez menos. Y por suerte, no hay que llegar al extremo de tener que envenenar a nadie. Pero bueno, ese toque final, de pasar ella un poco de víctima (que lo es) a verdugo, es sorprendente y está muy bien. Ella no vio otra salida mejor supongo, él no la hubiera dejado marchar.
Alguna cosa. En:
"一Sé lo de tu amante, Mauro一, le dijo sin verlo a los ojos, pues sabía que si lo hacía empezaría a llorar.", yo cambiaría "verlo" por "mirarlo", creo que queda mejor.
Y en el final:
"Abrió la puerta, no sin antes ver la cara de confusión de su marido, y ver…
Hola Wanda:
Nos presentas una historia que por desgracia es muy común. En este caso cuenta con un final sorpresivo, que es la guinda del relato y deja cierto buen sabor de boca.
Un consejo para posibles lectoras que se encuentren en situación parecida a la de Linda y no quieran optar por esta drástica solución, es planear bien el momento de mostrarse firme frente al "machirulo". Este tipo de individuo puede llegar a ser peligroso y conviene tomar ciertas precauciones. Por ejemplo: la maleta debe estar antes hecha y en casa de un amigo o familiar, no se debe afrontar a solas este tipo de conversación, hay teléfonos y asociaciones que pueden ayudar a preparar este desagradable acontecimiento.
Muchas…