Mi desafío: Diálogos
Esa noche la volví a ver.
Sentada en un columpio, junto a la vieja resbaladilla del parque, su holgado vestido blanco satinado, ondeaba cual bandera suplicando una tregua pactada.
Su larga cabellera negra azabache, a ratos se perdía en la espesura de una noche sin luna. Solo los moños, también blancos, que ataban sus trenzas, eran fieles testigos de su magistral melena.
De no ser porque el charol de sus zapatillas relumbraba bajo el reflejo de una noche estrellada, hubiera jurado que sus pies, más que serlo, eran un par de bonitas alas.
—Hola —le dije esperando con ansias conocer el tono de su voz.
—Hola —contestó sin mayor preámbulo.
—Tú debes ser la novia de Danielito —apresuré a decirle.
—¿Eso te dijo él? ¿Que somos novios?
—Bueno, más bien me lo dio a entender. ¿No es verdad?
—¿Cómo podríamos serlo viviendo en dos mundos tan diferentes?
—Él me dijo que te vio solo una vez y quedó prendado de tu belleza. “Es tan bonita” —dijo.
—¿Y cómo es que me vio sí vivimos en mundos distantes? ¿O acaso él está...?
—¿Muerto, quieres decir? No lo creo, más bien fue solo un despiste.
—Tal vez, no lo sé, si logramos hacerlo que entre en nuestro mundo…
—Por cierto ¿Cómo te llamas?
—Anne, me llamó Anne. ¿Y tú?
—Yo soy Chuy. Bueno, en realidad mi nombre es Jesús, o al menos así me llamaba antes de... tu sabes.
—¿Y cómo es que llegaste aquí?
—Un día, por desobedecer a mi mamá, me subí a la vieja resbaladilla del parque, Luego llegó mi amigo y me empujó. Por cierto, desde entonces no lo he vuelto a ver.
–¿Lo conocías de antes?
—Solía platicar con él. Vivía en un espejo de mi casa. Todos los días nos veíamos. Él fue el que me aconsejó que me subiera a la vieja resbaladilla. Me dijo que se sentía muy solo y quería que lo acompañara a su mundo. Yo no sabía que, si lo hacía, nunca más iba a poder regresar a mi mundo. Ahora soy yo el que anda solo, buscando alguien con quien platicar. Y tú ¿cómo llegaste aquí?
—Yo vivía feliz con mi mamá y mi hermanita, hasta que un día un malvado señor nos secuestró a mí y a mi hermana, para lograr que mi mamá le hiciera caso, Nos maltrataba mucho, y un día se le pasó la mano y nos envió aquí. Lo raro es que, desde entonces, nunca he vuelo a ver a mi hermanita.
—Sí, algo sucede que, cuando llegas aquí, te encuentras muy triste y solitario. Pero ahora tú cuéntame; ¿cómo conociste a Danielito?
—Una noche, él se encontraba jugando Ouija con sus amigos. Cuando tocó su turno dijo que su mayor deseo era tener una novia, y que daría cualquier cosa a cambio, pues la niña que le gustaba de su escuela, no le hacía caso. Cuando iba a presentarme con él, llegaron sus papás. “No toques ese botón” le dijeron a la vez que le arrebataron la Ouija, por lo que solo logramos vernos por unos instantes. Por lo visto esto bastó para que quedara obsesionado conmigo.
—El otro día lo conocí, pues sus papás le compraron la casa a los míos. En cuanto llegó corrió a mi cuarto, pues según él, alguien se le apareció en sueños y le dijo que pronto se cambiaría de casa, y que en su nuevo cuarto encontraría un armario por el cual podría transportarse a este mundo, y estar contigo. “Desde esa noche, marqué en mi calendario los días que faltaban para la mudanza” me dijo. Pobrecito, se ve que se siente muy solo y muy triste. Quizá deberíamos llevarlo al parque para que, por medio de la resbaladilla, pueda venirse a vivir con nosotros.
—No sé si sea buena idea. Recuerda que a tu amigo que te empujó no lo has vuelto a ver, así como yo tampoco a mi hermanita.
—Tienes razón en eso. No lo había pensado. Por lo pronto, podemos ser amigos tú y yo.
Creo que le caí bien. Será cosa de poco tiempo para que la convenza de que sea mi novia.
Después, ya veremos qué pasa.
Continuará...
Buenos días A Berumen: Me ha gustado tu relato. La mezcla de realidad y fantasía, me encanta. Espero que continúes escribiendo sobre estos dos personajes del otro mundo.
Se me ha ocurrido que en cada escrito podrías incluir un conflicto con lo que cumpliría todos los requisitos de un relato. Al final, tu libro sería un "best seller".
Te han señalado algunos errores. Yo también te ayudo corrigiendo otros:
1. En la frase: “Bueno, en realidad mi nombre es Jesús, o al menos así me llamaba antes de... tu sabes.”
Ese tu lleva acento: tú.
2. Este párrafo me ha encantado:
“Su larga cabellera negra azabache, a ratos se perdía en la espesura de una noche sin luna. Solo los…
Hola A. Berumen
Bueno, la narración de este mes es también la continuación de algo que estás escribiendo, por eso me parecía conocida.¿ No es mejor hacer algo nuevo cada mes y con las aportaciones de los compañeros ir mejorando la escritura de la novela?
Ya se te ha apuntado algunas cosas , yo añado estas:
Su larga cabellera negra azabache se perfila en la espesura de una (noche sin luna)
Las zapatillas y el charol (que relumbran en una noche estrellada)
Me llamó Anna (sin tilde).
Nos leemos el próximo, un saludo (3)
Hola Berumen, ayer comenté tu relato pero no sé qué pasó que no aparece publicado. Tal vez me olvidé de "apretar el botón"Te decía que cuando describes a la chica hablas de su cabello largo y a la vez de las trenzas. Como son cosas distintas creo que son imágenes que deberías mostrar por separado, No sé si me explico, quiero decir que las dos son válidas pero no al mismo momento. La melena es el cabello suelto .
La historia muestras dos personajes que se acaban de conocer, de manera que no hay conflicto, por el momento no sucede nada llamativo, la evolución será a futuro, lo que se desprende del final del relato,
Continúa escribiendo. Saludos , Esther…
Berumen:
Me toca comentar tu relato.
Veo que has retomado la “saga” de la resbaladilla del parque.
Está ameno el relato, invita a continuar leyendo hasta el final.
Tiene poesía.
No aplica la corrección de Vespasiano: “¿Qué somos novios?” - No se tilda la conjunción, porque aquí no es interrogativa, sino relativa, aunque esté dentro de una interrogación.
Observaciones molestas:
Su larga cabellera negra azabache, a ratos se perdía - sobra la coma
Saludos.
Hola A. Berumen:
Me toca comentar tu relato y lo hago con la mejor intención de ayudar.
Tu historia me ha parecido enigmática y atrayente, motivos por los cuales me ha gustado leerla.
Ahora te señalaré algunas cosas que he visto y que me han llamado la atención:
—“¿Eso te dijo él? ¿Que somos novios? Aquí creo que debería acentuarse el pronombre “que”. —¿Eso te dijo él? ¿Qué somos novios?
“...junto a la vieja resbaladilla”. La palabra resbaladilla no aparece en el diccionario de la RAE y la has mencionado tres veces a lo largo del relato. Aunque es entendible a mi modo de ver. Podría ser algún viejo tobogán que estuviera instalado en el parque o alguna superficie en…