¿Por qué no?
PodrÃa hacerlo. Estaba convencido. Después de tantos años, ahora se encontraba en condiciones de poder realizar uno de sus sueños.
La vida le habÃa dado muchos vuelcos, pero tenÃa asumido, desde hacÃa bastante tiempo, que todo lo que le pasó, y que tenÃa que pasarle, le ocurrió porque en sus manos no estaba el que fuera de otra manera. Llamémoslo destino. A éste sólo se le admite y asume. Y además de vivirlo, hay que soportarlo y pasarlo, intentando minorizar los efectos negativos y amargos del mismo, asà como disfrutar de los positivos y felices.
Cuando la vida te da palos no deseados, no tiene ningún sentido reaccionar como si de un vágido se tratara.
Un amigo suyo, alto, moreno y barbián, con el que coincidÃa los veranos en la playa, le recomendó incorporarse a un reto de escritura creativa.
No vivÃan en la misma ciudad, ni siquiera provincia, pero, aunque ya no podÃan coincidir, desde hacÃa varios años en los veranos playeros, seguÃan manteniendo el contacto.
Verano tras verano juntos, compartiendo cervezas y conversando sobre la afición mutua por la escritura, habÃa incrementado el grado de afinidad entre ellos.
La propuesta le gustó. Aunque en su primer pensamiento no pudo reprimir preguntarse en voz alta.
—¿Pero ¿cómo puedo ser tan orate?
Nunca habÃa intentado escribir. Trasladar al papel tantos y tantos pensamientos, ideas, historias y recuerdos que a lo largo de su vida le habÃan sobrevenido, pero reconocÃa que era la ilusión de su vida. Se convenció a sà mismo e inició la tarea. Hacerla realidad hoy es fácil contando con los medios informáticos actuales.
Procedió con el correspondiente ritual de iniciación. Inscribirse en el grupo, ser admitido y cumplir con los requisitos para poder participar de sus actividades.
Fue fácil. Recibidas las instrucciones necesarias, inició la historia del reto de escritura creativa de enero de 2.021.
La ilusión en lo alto y esperando reacciones positivas. HabÃa comenzado a realizar uno de sus sueños.
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