Soy German tengo doce años y no sé porque estoy aquí, caminaba por el barrio de la Cotonera de mi ciudad buscando a mi amigo Rafael, tiene mi misma edad y nos dedicamos a buscar comida por los barrios de alrededor, en casa no nos dan mucho de comer, expulsados de la escuela el maestro nos dejó por imposible.
Algo he oído de una banda que se dedica a secuestrar a niños para emplearlos en peleas en las que se apuesta mucho dinero, dicen que las apuestas suben mucho si la pelea es a muerte, la verdad es que yo nunca he visto en esta ciudad semejante disparate pero no quiere decir que no exista.
No sé cuánto tiempo llevo encerrado en este habitáculo cuadrado, desde que estoy aquí solo me han dado de comer una vez en una escudilla con algo raro pero estaba caliente y no dude en tragarlo tal era el hambre que tenía.
Se abre la puerta y un hombre fornido entra dándome órdenes:
—Vamos sanguijuela ven conmigo.
Me lleva hasta un anfiteatro pequeño que rodea una especie de ruedo y ordena que me siente.
Veo a otros chicos sentados en la grada más o menos de mi misma edad, sucios andrajosos y algunos con moratones en la cara creo que les han pegado.
Nada más sentarnos se abre una especie de puerta tipo gatera y una chica de mi edad pero más fornida y vestida con un pantalón corto, tops, descalza y con un antifaz se planta en medio del pequeño ruedo.
Nos mira a todos desafiante y aparece por otra puerta lateral un chico de su misma edad pero vestido solo con un pantalón corto, alguien les dice que luchen y les dan instrucciones de cómo hacerlo tras unos movimientos de tanteo se enzarzan en una lucha a brazo partido en un momento determinado la chica le lanza a su contrario un golpe bajo la mandíbula y el chico cae fulminado y sangrando por la boca, muerto .
La chica se acercó su rival con indiferencia, sin decir nada se marchó por la puerta por donde había venido, en las gradas pitos y aplausos de los chicos presentes dieron por finalizado el espectáculo.
El mismo tipo que me había llevado hasta allí empujándome me llevo a la celda de la que me había traído y en la que me encontré un cuenco que contenía un caldo negro cuyo olor era indeterminado, tenía que escapar de allí y me puse a pensar cómo.
Nuevamente la puerta se abrió y un chico algo mayor que yo entro, había tenido la precaucion de esconderme detrás de la puerta y en un momento de descuido le estampe en la cabeza la escudilla el chico quedo conmocionado al no esperar el ataque, con la puerta abierta mire a un lado y a otro, no había nadie, corriendo vi una puerta abierta que nada más traspasarla me llevo al ruedo donde se celebraban las peleas.
En la arena y alisando con un rastrillo otro chico me miro extrañado, me di cuenta de que otra de las puertas estaba abierta, el chico que limpiaba me grito pero no hice caso y me lance rápidamente hacia aquella puerta que era mi salvación, efectivamente corriendo por los pasillos y sin saber dónde iba me encontré con un camión que cargaba basura, sin pensarlo mucho me subí a la caja llena de desperdicios, casi al instante el camión arranco, una lagartija se movía entre una flor y la caja. Estaba libre había escapado de aquellos malditos.
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