El amor es una pasión a los que todos los mortales sucumben. No hay fuerza que la detenga, ni alma que se pueda negar a desearlo al menos una vez en la vida. Así se sentía Rodrigo, al ver cada noche sobre el trapecio a su amada Aurora.
Él era el hombre fuerte, levantaba con un solo brazo a la más gorda del circo, detenía dos caballos con los dientes, o levantaba una carreta llena de payasos; mientras que ella era la más ágil y delgada de las criaturas que volaban por los aires, con su traje entallado en blanco y brillantes, verla era ver un ángel. Actuaba con su familia de trapecistas, cada uno parecía flotar, colgarse de un cordel no era nada. Sus hermanos con fuertes brazos, se sujetaban entre todos, mientras el público dejaba de respirar.
Pero Rodrigo la amaba en secreto, era el más cobarde en cuestiones de enamoramientos, siempre torpe, hablaba a tropezones. Las chicas del circo lo tildaban de soso y callado. Se burlaban a sus espaldas y también de frente. Pero parecía conformarse con llevar la foto de Aurora, pegada al corazón. Cada noche, detrás de las cortinas, miraba a la familia volar por los aires, si pudiera demostrar la pasión que por ella sentía, sin temores ni tapujos, gritarlo a los cuatro vientos.
Aunque en el circo el más aclamado entre todos era el mago Damián, que podía desaparecer hasta a un elefante, la audiencia enloquecía con sus artes. Él estaba obsesionado con Aurora, más sabía que ella lo ignoraba. "Ese hombre que se vale de artes y magia, embaucador y arrogante", se quejaba la trapecista.
Una noche de espectáculo, la asistente de Damián enfermó, imposible que saliera a la arena; rogó aquél le concedieran pues a Aurora para que le asistiera; a regañadientes aceptó, el mismo rezo la obligaba: “La función debe continuar.”
Vestida con traje colorido lleno de plumas y velos. Hizo todo lo que él le pidió, ayudándole a sacar del sombrero el conejo, la paloma del velo y la escarcha de su oreja. Pero todos iban para ver la llamada “treta del mago”, donde a la vista de todos, un elefante de la arena desaparecía. Aurora lo traía amarrado y engalanado con lazos, plumas y brillantes, batía su cabeza y las orejas.
—¿No es fácil desaparecer una paloma, un conejo o un elefante? —gritó Damián al centro del escenario. El público gritó que sí, aquello era fácil. Tomó a Aurora, ayudándola a subir al animal, algo que jamás pidió a su asistente—. Pongan atención todos ustedes, que la bella desaparecerá y el elefante volará... ¿lo creen?
Las risas y las burlas se escucharon en parte de la audiencia, otro tanto con entusiasmo aplaudía. Las luces sobre la bella y la bestia, mientras el mago las manos al aire movía.
Un segundo al grito del mago, la penumbra de segundos todo el escenario cubrió, no estaba el elefante, ni la doncella.
Elevó las manos hacia arriba, el animal se balanceaba sobre la cuerda. El rugido de la gente, el clamor de su nombre, las luces sobre el mago y la bestia, gran algarabía.
Nadie se preguntó a donde estaba Aurora, solo Rodrigo que miraba a todos lados, quizá ella como veloz pantera, bajo las tablas se escondió. Sintió el aguijón de la angustia en su alma, oh presa del pánico de su amada haber perdido, corrió hasta el centro del escenario, tomando al mago por el cuello.
—¿Dónde está Aurora? —le reclamó desesperado.
—¿Acaso eres sordo? ¿No escuchaste que es más fácil hacer desaparecer a un elefante? ¿No es más difícil transformar la bella en bestia?
Se balanceaba sobre la cabeza de todos, el animal con su trompa por la cuerda se deslizó, estirando una pata, con delicadeza el piso tocó.
¡Oh pena insufrible, la más terrible de las tragedias!, la bella Aurora, ya no era ni pequeña, ni delgada.
Corrió Rodrigo hasta donde su amada, tomó entre sus manos su enorme cabeza.
—Oh, mi amor, Aurora mía... —le lloró, dándole un beso en sus gordas mejillas.
La levantó a la bestia entre los brazos y así la sacó.
El silencio entre la audiencia. Más al verlo salir la multitud gritaba entusiasmada.
Buenos días K.Marcé: Lo primero de todo darte las gracias de todo corazón por el ingente trabajo en el que os habéis metido.
Me ha gustado tu relato porque me ha recordado un cuento infantil donde la magia más fantasiosa e imaginativa tiene cabida.
Enhorabuena. Un saludo, Menta
¡Hola, compañera K. Merce!
Me encanta la poesía y de hecho tengo alguna experiencia acumulada (poemarios) desde tiempos algo remotos, con mi identidad real e incluso bajo este seudónimo, por lo que me ha sido fácil advertir esta influencia poética como medio para darle forma a tu relato, pleno de romanticismo y fantasía. Efectivamente has utilizado algunas figuras clásicas del lenguaje poético, destacan por ejemplo: el hipérbaton, la metáfora o el símbolo, entre otras. Estos recursos poéticos sirven para introducir ese ambiente circense donde la magia transforma la realidad y le confieren al texto un estilo clásico. Construyes una romántica historia representada por ese triángulo amoroso, donde la bella acaba transformándose en bestia y los dos pretendientes, en los polos opuestos del triángulo, cuyo …
Hola K.Marce. Cuando los amores anidan en personas miserables, da igual sean magos o no, la pobreza de espíritu solo piensa en hacer daño. Buena historia circense que no es la primera vez que pasa.
Tengo algunas pequeñas objeciones que ayudarían a leer mejor el relato, al menos a mi.
¿Quedaría mejor?
-sin temores ni tapujos (lo)gritaría a los cuatro vientos.
-aunque en el circo, el más aclamado entre todos era el mago Damián, que podía (hacer).
-un segundo después al grito del mago, la penumbra el escenario cubrió.
-levantó a la bestia.
-silencio entre la audiencia
-mas al verlo salir,la multitud gritaba entusiasmada.
Saludos y hasta el mes de marzo (7)
Hola KMarce. te felicito.
Después de terminar la lectura me faltan palabras para describir la ternura que ha cimbrado un intelecto que se vio ávido de saber lo que iba a pasar . ¿Lograría Rodrigo conquistar a su amada?
Conociendo tu gusto por un buen final me esperaba algo tierno, pero nunca ese sesgo que le supiste dar a la historia.
Una fábula de amor, que no se limita a la belleza, sino que es resultado de amor profundo por alguien sin importar la apariencia. tal como lo externo el mago. la bella y la bestia.
Saludos y un Abrazo.
Hola K.Marce.
Realmente, la historia es bella.
Tiene (a mi más que humilde entender)algunos detalles en cuanto a la forma, tal vez debidos a la inmensa tarea de coordinar y moderar este espacio.
Me encantó la frase en que Rodrigo lleva la foto de Aurora en su corazón.
Te señalo algunos de ellos (o tal vez son mis entendederas que están un poco lentas):
-"Él era el hombre fuerte, levantaba con un solo brazo a la más gorda del circo, detenía dos caballos con los dientes, o levantaba una carreta llena de payasos; mientras que ella era la más ágil y delgada de las criaturas que volaban por los aires, con su traje entallado en blanco y brillantes, verla era…