LA GUERRA - PROYMAN1- (R)

LA GUERRA El cabo Junsen oteaba el horizonte, desde su puesto en el triángulo de trincheras defensivas, en el bolsillo inferior derecho del pantalón su cuchara le estorbaba los movimientos y decidió cambiarla de sitio, la lluvia arreciaba y durante la noche esperaban un ataque del enemigo que finalmente no se produjo. Su galón amarillo de cabo se le desprendió y al darse cuenta volvió a colocarlo en la hombrera del impermeable que lo resguardaba del frio y la lluvia. Entro en el refugio donde se calentaba un puchero con café humeante, fue directamente a por su cacillo y vertió un chorro de café, mojo un pedazo de pan de su ración y sentándose espero las ordenes de su superior el teniente Bandar. Bandar cubierto con su impermeable mojado entro en el refugio y Junsen se puso de pie cuadrándose: A sus órdenes mis teniente —Descanse cabo ¿puedo servirme una taza de café. ? —Tome una taza que será de alguno de los compañeros que están de vigilancia. El teniente Bandar escancio café del puchero en la primera taza que vio colgada y pregunto ¿qué tal la noche cabo? —Tranquila, ya hemos visto que el ataque anunciado no se produjo aunque si escuchamos un zumbido sobre nuestras cabezas seguramente era un dron. —Es posible porque el enemigo los tiene aunque nosotros no, que le vamos a hacer. —No quise lanzar el busca aparatos de los cuales si disponemos para no delatarnos aunque seguramente si era el dron fotografió nuestras trincheras y no tardaría en enviarlas a su alto mando. —Hiciste bien así no delatamos nuestras posiciones dijo sorbiendo café caliente del cacillo. –Descansa con tus hombres aunque la alerta sigue activada pero podéis dormir hasta medio día dijo Bandar saliendo del refugio y lavando el cacillo del café en un cubo con agua que se empleaba para lavar los utensilios de cocina. En la tienda que hacía de comedor los soldados devoraban el rancho que se les servía al mediodía, cuando estaban terminando entro el teniente Bandar y llamo al cabo Junsen aparte. —Cabo tengo una buena noticia, nos relevan de la posición y tenéis un permiso concedido de una semana también me lo han concedido a mi así que prepararos que nos vamos esta tarde con el convoy del relevo parece que la amenaza de ataque se ha desactivado y el mando nos concede un descanso. El cabo Junsen desayunaba en el comedor de la espléndida mansión que su familia tenía en la campiña, el desayuno que tomaba nada tenía que ver con el que les suministraban en las trincheras y deleitándose con la comida se acordaba de los duros momentos pasados en ellas. El mayordomo entro con la prensa diaria y con un saludo dejo los periódicos encima de la mesa la tostada que tomaba el cabo se le quedo a medias de masticar, la prensa daba cuenta de un ataque que drones armados con misiles habían disparado dejando destruidas y con gran cantidad de bajas las posiciones en las que el cabo hasta hacia tres días había estado defendiendo bajo la lluvia, estaba leyendo la noticia cuando entro el mayordomo con un telegrama que le entrego en una bandeja, al abrirlo se enteró de que tenía que incorporarse a su regimiento en las próximas horas. El teniente Bandar esperaba a Adela su prometida empleada en Los Grandes Almacenes cuando leyó la misma noticia en un periódico que alguien había dejado sobre el velador de la terraza, se quedó helado se habían librado por los pelos él y sus hombres, Adela llego en ese momento mostrándola la noticia. El teniente Bandar y el Cabo Junsen se encontraron en la estación para montar en el tren que los llevaba de nuevo al frente, después de los saludos militares reglamentarios se fundieron en un abrazo sin decir ninguna palabra.