─“Caminando en línea recta, no puede uno llegar muy lejos” dice El Principito y nosotros ya llevamos horas en esta misma dirección. Se me hace interminable.
─Sí, ya deberíamos haber llegado. O mejor dicho, debimos quedarnos en un hotel cercano al aeropuerto y no viajar de noche por un lugar desconocido.
─Bueno, ya debemos estar cerca. No te preocupes tanto.
Pero la verdad es que la noche no llegó sola, la acompañaban el hambre y el frío. No teníamos agua y en aquella planicie no se miraba ni una luz donde parar.
─Detente, voy a pedir ayuda.
¡Estamos perdidos! Fue lo único que alcancé a decir al 911 antes de que la comunicación se cortara. Mi esperanza era que rastrearan la llamada, pero eso no era más que una posibilidad.
─Estoy muy cansado. Mejor mañana temprano, ya con la luz del día, podemos continuar nuestro camino.
Abrazados, contemplamos la luna que parecía mirarnos y conocedora de nuestra angustia hacía esfuerzos por brillar más para alejar el miedo que cada minuto aumentaba.
Así, nos quedamos dormidos y no fue hasta el día siguiente que un oficial de la policía tocó la ventana y nos volvió a la realidad.
─ Esta ruta quedó abandonada hace años porque es muy larga y deshabitada. En el entronque, tomando hacia la derecha pueden encontrar hoteles, cafeterías, supermercados etc. Hay pueblos pequeños a todo lo largo del camino. Además, vayan a donde vayan les tomará la mitad del tiempo.
Regresamos y tomamos la dirección correcta. En un abrir y cerrar de ojos llegamos a nuestro destino.
Hay cosas que no cuestan un centavo y son maravillosas como esa luna llena que parecía hacernos un guiño, como diciendo ¡No estuvo mal! Nos acompañó todo el tiempo e iluminó una noche que pudo haber sido oscura y fría.
*
Hola, María Lucrecia:
Tu propuesta me aparece muy acertada para darle sentido a la frase inicial. Te han sobrado muchas palabras, pero no hace falta una más. Enhorabuena.
Me quedo, sin duda, con el secreto que dejas entrever entre la luna y los protagonistas. Me parece una idea muy bella y un final muy adecuado.
Te felicito.
Un saludo,
Mario
Hola Maria Lucrecia, muy entretenido tu relato. Me pareció algo gracioso pensar que estaban tan cerca de todo, pero como era de noche todo se veía con más pesimismo. El detalle del policía tocando la ventana al día siguiente refuerza este hecho. La parte de usar a la luna como símbolo de esperanza me gusto mucho.
Saludos,
Wanda (19)
Hoña María Lucrecia:
Primero de todo decirte que tu relato me ha entrerenido mucho. Me ha parecido que has sabido integrar la frase sugerida perfectamente.
Otra cosa que me ha gustado mucho han sido los diálogos, me han parecido muy fluidos y esto me ha ayudado mucho a meterme de lleno en el relato.
Sin embargo he de decirte que me ha faltado más "acción", por decirlo de alguna manera. Me ha sabido a poco y aunque el reto adicional en esta ocasión sobre realizar el relato sobre una aventura está conseguido, me ha faltado que ocurrieran más cosas.
Con todo ello me he enganchado desde el primer momento a tu relato y no he podido dejar de leer ya…