top of page
nuevo logo trailorbrand.JPG
  • Facebook
  • Instagram

Mauricio - Ofelia Gómez



Nuestro grupo se reunía todos los viernes, ultimamente solo faltaba Mauricio, el escritor, que estaba de viaje esperando inspirarse en temas para sus novelas. Lo extrañábamos, era engreído y mentiroso, pero apreciábamos su inteligencia. De vez en cuando, recibíamos alguna carta de nuestro lejano amigo, nos relataba sus aventuras y casi exigía que no dejáramos de escribirle con los comentarios de cada uno de nosotros, eso nos halagaba, éramos importantes para él. Mientras tanto nuestras reuniones fueron cambiando, algunos compañeros se casaron y no volvieron, otros agregaron a sus parejas, y varios seguimos solteros. Ya nos estábamos acostumbrando a la ausencia de Mauricio, hasta que de pronto nos llegó un mensaje, había vuelto al barrio y quería vernos. Nos juntamos en la esquina de los viejos tiempos, la casa quedaba cerca. Una asistente nos hizo pasar al gran comedor y se retiró. No sabíamos por qué pero nosotros siempre tan gritones y ruidosos, conversábamos en voz baja. Finalmente apareció nuestro amigo, lo vimos envejecido y triste, con ese gesto despectivo de siempre, pero ya no era aquel que nos gustaba tanto porque era diferente a todos nosotros. Nos acercamos y abrazamos a ese casi desconocido. Nos sentamos a la mesa y una empleada fue trayendo los platos servidos y varias botellas de vino. Habíamos esperado años y ahora nos resultaba difícil comenzar la conversación, había algo que no encajaba en aquella reunión. Fue así que Mario, haciendo uso de sus dotes actorales, se puso de pie con una copa en la mano para brindar, pero Mauricio dijo que antes necesitaba hacernos una confesión. Lo miramos con preocupación, casi nos sentíamos culpables sin saber por qué. “Queridos amigos, siento que los he traicionado, me deje llevar por mi orgullo y terquedad. Creí que engañándolos a ustedes engañaba al mundo y ahora los remordimientos me persiguen. En un principio confiaba en hacer una investigación exitosa y hasta divagué con escribir un nuevo libro, pero mis únicos escritos fueron ese montón de cartas que les fui enviando y de las que me avergüenzo. No quería confesar mi fracaso. No me fui de la ciudad, simplemente cambié de barrio, mis cartas llegaban a ustedes de lugares extraños, no les explicaré cómo, pero con dinero se consiguen muchas cosas. Debo confesarles que mis nervios están muy resentidos y esta reunión no me resulta fácil. Saben que los quiero y los he extrañado. Y ahora sí, Mario, puedes dirigir el brindis, se me permite beber sólo un sorbo de vino, pero les pido que ustedes sí disfruten de la cena y del excelente merlot que les ofrezco, yo me retiraré a descansar. Vuelvan pronto a esta casa, aquí los estaré esperando con ansiedad.” Mauricio se retiró y quedamos callados, casi no comimos, tomamos sólo una copa y nos fuimos. Hasta que un día decidimos que no podíamos ser tan indiferentes y dejar de lado a nuestro amigo, así que nos pusimos de acuerdo, compramos una buena cena en la mejor rotisería y cargados de paquetes y botellas tocamos el timbre de su casa. Nos atendió la misma asistente que aquella noche nos había servido la cena, nos dijo que hacía tiempo que nos esperaba, tenía una carta para nosotros. Trajo copas y nos sirvió jerez, dejamos los paquetes sobre un mueble y nos sentamos en los sillones como si fuéramos autómatas, Mario abrió el sobre y comenzó a leer en voz alta, Queridísimos amigos: Gracias, ustedes han sido muy importantes para mis investigaciónes, recibieron mis cartas y creyeron mis historias, mientras tanto yo seguía comprobando que la mentira gobierna nuestras vidas. Cuando nos volvimos a encontrar preparé la escena perfecta, la mujer que los recibió aquella noche fue una eficaz ayudante. Me causa risa recordarlos con sus fingidos rostros de conmiseración. Y ahora seguramente llegaron con pollos asados, masas y vino bueno, no derrochen ese gasto, coman y brinden por mí, lamento no estar presente, (es mentira, no lo lamento en absoluto), estoy recorriendo Europa junto a mi pareja, mis libros son exitosos y puedo darme todos los gustos. Ya no nos volveremos a ver, no vuelvan por aquí, a partir de hoy la casa permanecerá cerrada. ¡Cómo los engañé! Comprendan que fueron necesarios para completar mis archivos. Mi próxima novela tendrá por título Un País de Mentira, pronto estará en las librerías, no dejen de comprarla, se verán reflejados. Espero que comprendan que en realidad la mentira soy yo mismo, crean ustedes la parte que quieran de esta carta. Adiós, ya no nos volveremos a ver, Mauricio

46 visualizaciones14 comentarios

Entradas recientes

Ver todo

El mensaje de las 10 y 10 - Amadeo- (R)

VOLVER A RECOPILACIÓN MAYO, 2023 Al atardecer, mientras corre en el parque un solo kilómetro, por su edad de setenta y uno años, el sobrepeso y antecedentes de salud según la recomendación del médico,

EL DEMONIO BAJO LAS AGUAS - PROYMAN1- (R)

VOLVER A RECOPILACIÓN MAYO, 2023 Últimamente el agua de la zona estaba contaminada y no conocíamos el motivo, las enfermedades asolaban a los habitantes del valle y los servicios sanitarios estaban de

La Revelación - Wanda- (R)

Sitio web: http://unrincondelalmablog.wordpress.com/ VOLVER A RECOPILACIÓN MAYO, 2023 Miré impaciente al reloj de la estación del tren que marcaba las 9:30. Contaba con el tiempo para llegar a la sala

bottom of page