El día que, al mirarme en el espejo como lo hacía todas las mañanas mientras me rasuraba, no te vi, entonces en verdad me preocupé. Más bien me entristecí, pues ese día comprendí que a partir de entonces todo cambiaría.
Debo reconocer que no fue fácil acostumbrarme a tu ausencia. Buscarte en los espejos sin encontrarte, me hacía sentir mal; incompleto. Debía usar la cámara del celular para rasurarme, y aún así por lo general terminaba tasajeado.
Un día, me pareció verte en la blanca pared del patio de nuestra casa. Aquella en la que solíamos jugar rayuela con mi prima Gaby, antes de que pasara lo que pasó. ¿Lo recuerdas? Yo, por lo menos, nunca lo voy a olvidar. Haber jugado en la terraza aquel día, no fue muy buena idea. Pienso que no debiste empujarla, por más que tu intensión fuera buena, pues creías que de esta forma encontraría la paz que tanto anhelaba.
Creíste que solo se rompería un par de huesos, pero no contaste con que se golpearía la cabeza y se iría a vivir a tu mundo, dentro del espejo.
Nunca la volvimos a ver. Quizás se fue a otro mundo, en otra dimensión diferente a la tuya… a la nuestra. El otro día vi su silueta en la pared de su cuarto. Mi mamá quiso ir a saludar a su hermana para platicar un rato con ella, tratando de hacerla pasar un buen rato, dejando atrás, al menos por un momento, la tristeza y desasosiego en que se encontraba inmersa desde que se fue Gaby, su única hija.
Con el pretexto de ir al servicio, subí las escaleras y entré en su habitación. Quería buscar su diario; ver si había escrito en él algo que nos delatara. Fue entonces que la vi. Se encontraba sentada en su cama peinando a su muñeca favorita; la Barbie que le regalé en su fiesta de quince años.
Aquel día se veía muy feliz, con ese vestidito rosa que su mamá le había comprado, a juego con los moños que adornaban su rubio cabello. Al escucharme volteó a verme. Sentí su mirada penetrar mi mente. Sus ojos azules ya no tenían el brillo que me fascinaba. Lucían apagados, sin vida. Bastó un parpadeo para que desapareciera. Solo la Barbie permaneció sobre la cama. Parecía sonreírme.
Cerré la puerta y bajé corriendo las escaleras. Su diario ya no me importó. Me bastaba con saber que Gaby estaba bien, aunque ya no perteneciera a este mundo.
No sé qué fue lo que pasó después, pero algo vió mi mamá en mi cara que me preguntó qué me había pasado. “Nada”, mentí, “solo recordé que tengo labores pendientes. Mejor regresemos a la casa”.
Esa fue la última vez que supe algo de Gaby. Lo bueno es que a ti te volví a encontrar el otro día en el super. Estabas dentro del frigorífico, entre las gaseosas. Supongo que te metiste ahí huyendo del calor abrumador que en el verano invade nuestro pueblo.
Ahora que por fin estamos juntos otra vez, podemos hacer planes para ayudar a alguien más que nos necesite, como lo hicimos con Gaby.
Hace unos días llegaron unos vecinos nuevos. Tienen una hija que parece de la edad de Gaby. Se ve que no es muy educada, pues al gato vagabundo que se ya se había acostumbrado a dormir la siesta bajo el techo de la cochera, le dio una patada, y el pobrecito minino salió disparado maullando de dolor. Quizás debamos enseñarle modales a la engreída.
No tengo duda de que tú y yo podremos, juntos, lograrlo.
Es cuestión de que nos pongamos de acuerdo sobre a qué mundo la mandaremos; si al tuyo o al mío. Al fin de cuentas los dos podemos jugar juntos, a pesar de que pertenecemos a dimensiones diferentes.
Este fin de semana iremos a casa de los nuevos vecinos, pues nos invitaron a una fiesta para presentarse con nosotros. También irá mi tía. Tanto mi mamá como ella habían perdido a sus hijos en circunstancias similares. Creo que esta será nuestra oportunidad. Solo es cuestión de planearlo bien…
—FIN— ?
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Hola, Berumen.
Genial relato entre lo fantástico y lo surrealista. Está muy bien planteado, introduciendo esas preguntas duran te la narración que llegan a atraparte hasta ese final, o mejor dicho, final?
Me encantó.
De forma no he visto nada reseñable, está muy bien escrito.
Un abrazo!
Hola Jesús,
te quedó genial el relato, me gusta como lo has planteado. En lo formal lo veo correcto. Buen tema para una novela, muy bien planteado.
Desde mi punto de vista, decirte que me gusta.
Un abrazo. Vibe(6)
Saludos Berumen soy PROYMAN1 tu vecino del 11y te doy las gracias por haber leído mi relato, tendré en cuenta tus observaciones, me ha gustado el tuyo y leyendo me parecía estar viendo la Película El Sexto Sentido dado que los personajes están cada uno en su mundo, a lo mejor el mundo real es así.
Confío en seguir leyéndonos.