—¿Por qué están todos tan nerviosos? ¿No me digas que siguen con las tonterías sobre el triángulo ese?
—Y… no es la primera vez que pasan cosas extrañas en esa área. Usted sabe, capitán, que esta clase de historias venden.
—¿Supongo que no creerá usted en esos cuentos de niños? Es nuestro mejor piloto, pero de ser así me vería obligado a confiar esta misión a otro soldado.
—Por supuesto que no, capitán. dígame como debo proceder.
—Hemos detectado una nave no identificada ingresando a nuestro territorio de forma ilegal, pareciera dirigirse hacia esta base. Necesito que la interceptes y luego la escoltes hasta acá, donde la estaremos esperando para interrogar a su piloto tras el aterrizaje. Debes advertirle que, si opone resistencia, será derribada.
El piloto, enseguida abordó a su avión y despegó en busca del objetivo. En pocos minutos pudo divisarlo, pero se sorprendió al descubrir que el avión intruso era exactamente igual al que él estaba piloteando.
—Atención zona de control. Es uno de los nuestros. Repito, es un caza F-Veintidós con bandera estadounidense. Es de los nuestros. Cambio.
—Imposible. No disponemos de cazas desplegados en este momento. Ponte en su lateral y ordénale aterrizar. Cambio.
—Enseguida. Cambio y fuera.
El piloto ubicó su nave junto a la del invasor y utilizó su radio para ordenar al intruso aterrizar, pero este hizo señas indicando que no podía oír ninguna instrucción.
—Me indica que sus sistemas de comunicación no funcionan. Cambio.
—Haz que te siga y escóltalo hasta la base. Ante cualquier maniobra extraña, derríbalo. Cambio y fuera.
Las naves se dirigieron directamente hacia la pista de aterrizaje de la base militar sin ningún contratiempo. El aviador americano bajó de su nave y se dirigió hacia la del intruso, la cual estaba rodeada por decenas de soldados armados. El invasor, descendió de su avión lentamente y con las manos en alto, todos sus movimientos eran exageradamente pausados para evitar confusiones, pero en cuanto quitó su casco y alzo la vista todo el mundo hizo silencio. Hubo murmullos y preguntas en voz baja, nadie parecía entender que estaba sucediendo. desconcertado, el piloto estadounidense se abrió camino empujando a varios soldados y se puso frente a frente con el supuesto enemigo. No daba crédito a lo que veían sus ojos; el mismo pelo amarillo, los mismos ojos turquesas, ¡pero si hasta la misma cicatriz tenía! Este sujeto tenía la misma marca que su hermano mayor le había dejado al apoyarle una cuchara de metal ardiendo en la frente, cuando tan solo tenía cuatro años, ¡¿Cómo era esto posible!? ¿Cómo era posible qué de dos aviones idénticos bajaran dos personas idénticas?