Después de la gran pandemia en el planeta Tierra, los humanos se lanzaron a la conquista del universo de una manera desaforada: “en el espacio los virus no pueden vivir” era la machacona idea que repetían los mandamases de las naciones más poderosas. Trataban así de fascinar a los ciudadanos con la promesa de una vida más sana en la que serían pioneros a la conquista de un nuevo mundo. Y no fue fácil, pero al cabo de varios siglos el cosmos se fue colonizando y la circulación en el espacio era tan complicada como la de los humanos del siglo XXI en la Tierra.
Los choques entre los restos de chatarra espacial que volaban sin control eran constantes y producían destellos tan intensos que confundían las trayectorias. Las ondas expansivas que generaban los impactos producían continuos accidentes. Había además tormentas de meteoritos diarias que podían desviar el rumbo de una nave a su antojo. Una de esas tempestades estaba impidiendo la salida de la Medical –N10 desde la Estación de Vigilancia Interestelar (EVI). Era urgente evacuar a Lenny la terrícola evolucionada que trabajaba en el departamento de comunicaciones con los mundos exteriores, a su casa. La mujer había sufrido un desmayo de un origen desconocido cuando estaba a punto de terminar su jornada laboral. Aunque los indicadores de la línea de vida, que llevaba incrustados en un brazo, estaban en verde, era incapaz de expresarse. Los impulsos eléctricos que le habían aplicado en la estación tampoco habían servido de nada y, agotadas las posibilidades, el computador central de EVI —donde solo existían máquinas con sistemas inteligentes de autorreparación— ordenó devolverla a la Tierra porque su ciencia no alcanzaba para curar las dolencias humanas.
Después de triangulaciones complejísimas para determinar una ruta segura la Medical-N10 despegó, tenía por delante una larga navegación para cubrir los más de cinco mil millones de kilómetros que la separaban de la Tierra. En pocos minutos alcanzó una rapidez endiablada, dos veces la de la luz, era sorprendente porque todavía no estaba activo el hiperreactor de velocidad. Mcway, el androide que supervisaba el traslado porque era el único con tarjeta médica en sus circuitos, hacia cálculos: si seguían con esa aceleración, llegarían a su destino mucho antes de lo previsto. Mcway se había ofrecido a acompañar a la terrícola porque desde su llegada a EVI habían interactuado en varias ocasiones y quería verla de vuelta pronto. Cuanto antes, mejor.
El temporal movía la Medical-N10 como una pluma, sin embargo Mcway no dejaba de vigilar a Lenny que seguía inconsciente sobre el tablero antigravedad de la ambulancia. Le había hecho un chequeo completo y no había detectado ningún daño físico. Además, como su línea de vida continuaba verde, su mal tenía que proceder de otro lugar. La única manera de averiguarlo era aplicarle el lector de mente, pero Mcway no se atrevía porque aquella sofisticada técnica nunca se había utilizado en los terrícolas. Estuvo unos minutos evaluando pros y contras en su procesador y al fin se decidió.
Le puso un casco lector, activó el láser y en la pantalla gigante de la sala apareció un galimatías matemático que Mcway interpretó de inmediato máxime cuando la señal de alerta estaba al límite. La Galaxia estaba despareciendo porque la estrella principal de uno de sus sistemas había explosionado. El gran desastre del que llevaban años alertando los expertos se estaba produciendo ante sus ojos. Lenny había sido la primera en recibir aquel mensaje que la había dejado muda. No había forma de escapar y siguiendo un impulso Mcway abrazó a Lenny.
La Medical-N10 comenzó a girar sobre sí misma engullida por un torbellino.
Nunca llegarían a la Tierra ni a ningún otro lugar.
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Cierre conteo anual 21/22: Corazones: 2+1 por participación/ Comentaristas: 7
Hola Maria Jesús,
Un relato que encaja perfectamente como ciencia ficción, de lectura ágil y muy buena redacción. Además engancha, quieres seguir leyendo para conocer más.
El final cuadra muy bien. Lo cambiaría solo con la intención de convertir la idea del relato en algo más largo aunque volviese a tener el mismo final.
Disculpa la tardanza, el mes pasado he tenido problemas de salud que me han impedido realizar los comentarios obligatorios y este no participo.
Gracias. Un saludo. Vibe(2)
--Se cierra el conteo del mes--
Mª Jesús:
Bastante atractivo el relato, coherente, bien planteado y con aire de los cuentos de ciencia-ficción de los autores más reconocidos.
Observaciones de lenguaje:
serían pioneros a la conquista - Me suena mejor “serían pioneros de la conquista”.
Era urgente evacuar a Lenny la terrícola evolucionada que - Falta la coma después de Lenny, para iniciar la oración explicativa.
Ojo a tildes…
Saludos.
Saludos Maria Jesús soy PROYMA1 tu vecino del 1 y leyendo tu relato me ha gustado por lo original y por algunas de las palabras empleadas sobre todo técnicas.
No me gusta el final se le puede dar la vuelta y que sea feliz, es mi opinión claro.
Espero seguir leyéndonos.