La verdad él vio cómo se ensañaban con la pobre Rosita, por la llegada de la santísima virgen descarnada, él oyó como rebotaban los alaridos en las paredes de aquella finca inconclusa, unos gritos como de perro reventado, seguidos de burlas y obscenidades y chiflidos. ¡Ya cállate puta perra-puerca!, gritó un bato flaco, barbudo y prieto, un tipo chaparro vestido con la ropa y con la piel de Rosita, con un vozarrón que, ¿quién sabe de dónde le salía? De pronto el cielo se llenó de nubes que un viento súbito arrimó contra los cerros, ennegreciéndolos, y Lucio aprovechó para acercarse. Y hasta un rayo mudo cayó sobre un mezquite, iluminando la finca, para que se miraran bien las caras de aquellos culeros, hijos del diablo: Gustavo Mendoza, alias Mandrilo, treinta años, tórax ancho, pelo estilo militar y playera del Boca Juniors; Diego Moctezuma de Jesús, que se había puesto a cantar: ¡Estoy listo pa´ morir putos! ¡Xipe totec! Pa´morir, pá morir… y se abalanzó sobre el costal de carne sanguinolento, en su danza macabra, en su boxeo alucinado sobre Rosita, gritando: ¡Xipe totec!, para asestarle dos putazos secos que resonaron en el místico silencio de la finca, donde estaba también un muchacho cagón de no más de quince años y del que Lucio sabía le apodaban Perras-madres, un pedazo de bestia que presumía sus hazañas en la red y… Al Mandrilo se le puso la cara colorada por el humo que acababa de tragar, tras dar una fumada y a la vez echar una ojeada al teléfono. Comenzó a toser, alterado por las babosadas que estaba mirando, porque la pura verdad él nunca imaginó que el chamaco fuera tan baboso. ¡Mierda!, ¿a quién se le ocurre? Nomás se le paso la tos y llamó al morro: vas y chingas a tu madre, Perras, ladró el Mandrilo: eres pendejo cara de verga. Bórrame las fotos que subiste, ¡en chinga! Y el otro necio con que no, que no pasaba nada, que no había pedo porque él tenía bien diferenciados su ser espiritual de su ser virtual, y porque entonces: ¿Cómo era posible que la gente del Mictlán y hasta el chingón de los Muertos fueran tan activos en las redes y jalaran sin broncas? El Mandrilo haciendo corajes: no seas pendejo, verga. Ellos tienen con qué parar las balas, idiota. ¿Crees que es lo mismo ser puta qué ser madrota? Mejor ponte en chinga sobre el teclado a borrar todas tus putadas porque si nos cae la voladora vas a valer verga hijo de tu reputisima madre. A última hora ese puto ni es nada mío, pensó Gustavo, apretando los dientes, y volvió los ojos hacia Rosita. La mano izquierda cortada de tajo yacía a un lado del cadáver. La cabeza separada del tronco. En silencio, el Mandrilo recordaba como Diego le recortó los senos, los mordió, masticó y los escupió en su vientre abierto. Desde un encino, Lucio miró como le cortaban la pierna derecha a Rosita, con un hacha hasta la ingle. El tal Diego le había rebanado el sexo, lo desgajó y se lo arrojó al Perras-madres, para que lo mordisqueara. El declarante afirma que quedaron bellos púbicos, cartílago, dos charcos de sangre en el piso de cemento, que Coyote se llevó solo el corazón y los intestinos de la víctima, y que él, Lucio Lara salió volando a través de la oscuridad, de aquí para allá, con un débil graznido perdido, para seguir al prospecto. Y como le fue imposible alcanzarlo porque al hijo de su perra madre lo estaba esperando una patrulla de la policía municipal para llevarlo a su casa, hasta la chingada casa fue a parar. Cambio su forma de lechuza a grillo para meterse a la cocina y confirmar lo que ya se sospechábamos, que el mentado Diego no tiene ni puta idea de cómo se prepara el pozole, dejo los sesos en la finca. No puede ser nahual por derecho de herencia. No llevó al choto al cerro con engaños para chingarlo él solo. Pagó a dos drogadictos. No cumplió con lo mínimo compañero presidente, General Cienfuegos, señor Obispo, ya solo queda escucharlos.
El Ixpuxtequi fumaba sentado en un rincón del templo mientras se deliberaba; de pronto se levantó, apoyándose en su bastón y dijo: el prospecto casi nos engaña, hizo trampa a cada oportunidad, nos compró con dinero y con favores. Ya es nahual.
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Hola 400
Lamento no poder opinar sobre tu cuento, pues hay muchas palabras que no conozco (Argentina) y eso me detiene y dificulta la lectura. Leí las opiniones de los compañeros y estoy, en general, de acuerdo con ellos.
Estoy en el 2 por si quieres leerlo y comentar
Cordiales saludos
Amadeo
Hola 400
Si como dicen mis compañeros, es un escrito duro, fuerte, pero por eso no de ja de ser interesante. Alguien está optando por ser nahual y pasa por la prueba tan fuerte que nos describes, de manera pormenorizada y reiterada, que creo se pasa en descripción del asunto. Con todo lo que dijo en la primera parte del escrito, ya tenemos ubicada la escena, creo no hay necesidad de repetirlo con lo de las piernas, la cabeza, los senos, etc. Eso lo hace reiterativo y demasiado crudo e innecesario. Te sugeriría hacer más énfasis en lo que significa convertirse en un nahual y que significa para esos muchachos. Creo también que hay exceso de personajes y eso despist…
Hola 400
Creo que es la primera vez que te leo. Coincido con Pepe en sus comentarios. A mí personalmente no me ha terminado de gustar, lo siento, es una opinión mía el que no me guste tanta cantidad de "tacos" en un escrito. Sobre el tema, tambien me ha parecido un poco desagradable, pero por supuesto, respeto tu estilo. También lo leí varias veces, porque se me hacia un poco denso. Espero que no te moleste mi opinión, siempre la doy sincera y con intención de ayudar. Nos seguiremos leyendo, estoy en el 4
Hola, 400.
Coincido con Pepe en sus apreciaciones. Me gusta tu estilo de escritura, dejando de lado el tema que has tratado.
Tuve que buscar varias palabras pero no hay problema.
Me quedó algo desajustado el uso de la palabra prospecto, solo encontré que refiere a un papel, nada más, como para que el prospecto haya engañado...a menos que se trate de algo especìfico de jerga policial para referirse a una persona.
Saludos
Laura
Hola, 400. Con tu relato me pasó lo mismo que a Pepe; se me dificultó mucho su lectura, por las razones que él ya te dió. Además, noté la falta de varias tildes, y en la oración. “lo que ya se sospechábamos..,”, sobra el “se”. Enhorabuena, mucha suerte y un abrazo.
(A BERUMEN, 5).