Prologo- PROYMAN1

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Me despierto estoy empapado en sudor, mi compañera de cama duerme plácidamente ajena a mi, desde la cama veo el mar azul grisáceo.

Antes de acostarme, con algún mojito de más me desnude y la ropa la deje tirada de cualquier manera, mi compañera de cama de esa noche me miro extrañada y después de que ella saliera del cuarto de baño ya estaba dormido, si se esperaba una noche romántica la decepcione totalmente.

Miro el mar, enciendo un cigarrillo, lo necesito, tampoco me vendría mal un café bien cargado pero tendré esperar para desayunar.

No me encuentro inspirado, estoy aquí en este refugio hotelero cercano a la playa trato de concentrarme en escribir pero las musas no me acompañan, lo de las musas siempre he creído que es un cuento, las palabras salen o no.

Conocí a mi compañera de cama en el ambigú sentado frente al mar y echo un barbián pedí un mojito y su cabellera lisa y ondeando con el viento de la noche me llamo la atención después ella sentada cerca de mi pidió un vino, blanco y frio, me permití aconsejarle que vino de esas características era mi preferido y ella acepto la sugerencia.

Charlamos hasta casi amanecer hay que tener en cuenta que si estas en compañía agradable el tiempo pasa deprisa la invite a tomar la última copa en mi habitacion y se quedó a dormir.

Confiaba en que después de la aventura mi inspiración despertara pero lo único que me inspiro mi compañera de cama fue el desearla y después de pedir el desayuno y devorarlo a los dos nos entró el deseo concupiscente y nos empleamos en ello.

Ayer abrí mi portátil y trate de escribir algo coherente para mi próxima obra pero no había manera lo que escribí seguramente como un orate fue algo carente de ideas para un escritor famoso como yo según dicen con mucho talento, hay están las ventas de mis libros que están enriqueciendo a mis editores.

El cigarrillo se está consumiendo y siento una caricia en mi cuello, mi compañera de cama se ha levantado y detrás me acaricia, palpo su vientre plano y se me encienden los deseos de poseerla pero ella misma leyendo mis pensamientos me besa en la mejilla me susurra que no sea impaciente qué el día es muy largo.

Quiero escribir algo que pueda gustar a mis editores yo mismo lo necesito, más que por ganar dinero porque para mí escribir es una necesidad como otra, todos tenemos alguna pero a veces se atasca la mente , el teclado y no sale lo que quieres expresar.

Confieso que llegue al refugio hotelero si un plan preestablecido ni tema en la cabeza para desarrollar así que confié en la suerte y en mis neuronas, recuerdo que la noche que conocí a mi compañera de cama me ilusione pensando que la situación con ella me traerían nuevas ideas y desarrollarlas, después mis editores ya dirían, pero hasta ahora y después de estar con ella varios días de lo único que me entran ganas es de estar en la cama copulando.

He decidido marcharme no me encuentro bien ni en el lugar ni con la compañía sin deseos de seguir con esta situación y menos de escribir algo que no siento como mío dejare el refugio hotelero, lo hare de puntillas sin decir nada y menos a mi compañera de cama que me dice que tiene que ir al salón de belleza y aprovechare para marcharme silenciosamente.

Estoy en mi apartamento de la ciudad, sigo sin crear algo que llene mis neuronas, siento un vagido y lo que espero es la llamada de mis editores reclamando su novela.

Vivo vacío y sin ganas de nada y menos de escribir.

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