top of page
nuevo logo trailorbrand.JPG
  • Facebook
  • Instagram

QUE CUENTO MÁS CUENTO - El chaval- (R)


Érase una vez como mentira que es, cuando Antonio conoció a una persona que alardeaba de no dejarse engatusar por nadie, que presumía de tener inteligencia suficiente para constatar enseguida si alguien trataba de engañarle, explicando o haciendo algo que no entraba dentro de su razonamiento.



Llevar la voz cantante en sus reuniones con amigos, o cualquiera que estuviera a su alcance, allí estaba para explicar sus logros en el juego, sus negocios o sus éxitos con las mujeres.

Pedro el “Perico”, como le llaman, no era apreciado en buena parte del pueblo por sus alardes de prepotencia y avaricia, que no dudaba en despojar o robar terreno o casa a cualquier vecino, por no tener documento alguno acreditativo de su propiedad. Clásico en familias muy antiguas, que por razones diversas no pueden demostrarlo.



El pueblo era pequeño, para que Antonio, personaje con amplias habilidades mágicas, se le encendiera una luz en el cerebro ante la probabilidad de unos beneficios, y más, al enterarse que el tal Perico no caía muy bien entre sus vecinos. Basándose en sus artimañas y juegos de magia, decidió darle un escarmiento, aparte de sacarle el máximo provecho dinerario.


Con su aspecto bonachón, tanto en su físico con una prominente barriga y una cara sonriente y rubicunda, como de no haber roto nunca un plato, preparó la camioneta con sus artes, y en plan de charlatán o saca muelas empezó a exponer los poderes que tenía con su magia, y con la ayuda de su protector San Antonio de Padua devoto por lo milagrero que le resultaba en su trabajo, ya tenía a la audiencia a su merced.



Perico, al enterarse de su presencia, acudió de inmediato para burlarse de este personaje y que saliera del pueblo con el rabo entre piernas. Antonio, al verle llegar suavizó un poco sus juegos para que fueran fáciles de detectar y darle confianza en sus apuestas. Ante el asombro decepcionado de sus vecinos le iba dando a ganar algunas apuestas pequeñas, hasta que llegó el momento de poner en práctica la solicitud de una familia al que le había robado una pequeña parcela, y que se la jugara a las cartas sabedor de los poderes de Antonio. Se hizo un silencio, que hasta los caballitos de la feria dejaron de relinchar.



El juego consistía en barajar un mazo de cartas, y a la vista de todos propuso que al esparcir la baraja y levantarlas, todas serían blancas, sin ninguna figura ni nada que demostrara que habían contenido algo. Los aplausos fueron atronadores, menos Perico, que buscó una silla para descansar sus temblores de rabia y decepción.




Con la magia de la piedra le hizo el regalo de no apostar nada, simplemente le enseñó una piedra plana que expuso en su mano abierta, —como las que usamos en los remansos de los ríos o lagos para demostrar nuestra destreza haciéndola dar saltos y enterrarla en el fondo— que maldita la gracia con lo bien que debía estar al sol caliente. En un plis plas la verde piedra se transformó en un precioso color cobre, como los que usan los alquimistas de los joyeros para dar más peso al oro.



El pobre Perico todavía tenía el color blanco de las cartas y enervado en su decepción. Con la fortaleza de gran jugador de póker que era, le propuso al mago una partida y puso encima de la mesa un fajo de billetes. La apuesta exigida a Antonio sería, dejar la furgoneta y todos sus utensilios y quemarlos en la era por él mismo, ante la presencia del pueblo. Quería demostrarle que de él no se reía nadie.




Antonio, a la vista de todos aceptó el reto y de rodillas, pidió ayuda a su santo observando con un ojo abierto y media sonrisa tapada con las manos, cómo alguno de sus vecinos le acompañaban en su plegaria.

—Oh, mi querido hado, comprende mi situación tan apurada y no permitas que muera de hambre si me dejas perder. Déjame que pueda enseñar tu poder, y además, redimir a tu causa al pobre pecador de Perico, para que deje de hacer el mal a sus vecinos y se convierta en un hombre de bien como yo.



—No creo necesario alargar más esta historia increíble, por lo que: colorín colorado este cuento se ha acabado.

*




78 visualizaciones13 comentarios

Entradas recientes

Ver todo

El mensaje de las 10 y 10 - Amadeo- (R)

VOLVER A RECOPILACIÓN MAYO, 2023 Al atardecer, mientras corre en el parque un solo kilómetro, por su edad de setenta y uno años, el sobrepeso y antecedentes de salud según la recomendación del médico,

EL DEMONIO BAJO LAS AGUAS - PROYMAN1- (R)

VOLVER A RECOPILACIÓN MAYO, 2023 Últimamente el agua de la zona estaba contaminada y no conocíamos el motivo, las enfermedades asolaban a los habitantes del valle y los servicios sanitarios estaban de

La Revelación - Wanda- (R)

Sitio web: http://unrincondelalmablog.wordpress.com/ VOLVER A RECOPILACIÓN MAYO, 2023 Miré impaciente al reloj de la estación del tren que marcaba las 9:30. Contaba con el tiempo para llegar a la sala

bottom of page