Querido destino: Gracias. Muchos dicen que se nace sólo una vez, pero es increíble lo rápido que la vida nos cambia todos los planes y creencias. Abre una nueva puerta y nuestra única opción es entrar o quedarnos en el umbral para la eternidad auto compadeciéndonos. No hay vuelta atrás. Sólo seguir p´alante…siempre p´alante. Hace un mes y veinte días no sabía lo que tenía predestinado. El cambio tan drástico que debería afrontar. El diecisiete de diciembre, pude ver la foto de mi resonancia. Cuatro enormes manchas presionando como aguijones el sistema nervioso de mi cerebro. Sentí las pisadas de un gigantesco elefante aplastando mi cráneo, destruyendo todos y cada uno de mis sueños de futuro. El veinte del mismo mes, tres días después, volví a nacer por tercera vez. Desperté mucho más feliz de lo que hubiese imaginado nunca. Me habían extirpado un meningioma frontal izquierdo, de un volumen nada despreciable, aún siendo benigno. Me recuperé tan rápido que el veintitrés, ya tenía el alta. Por fín podía volver a casa y disfrutar la Navidad en familia. Era abuela hacía una semana, y todavía no nos habíamos conocido. Se acabó el trabajo y las horas extras, el poder del euro, el estrés, la falta de tiempo para compartir y ser feliz con los tuyos, el no pensar en tí, el estar siempre para los demás, el faltarte horas de sueño, el creer que eres invencible, el no darle importancia a tu salud… Hoy, cinco de febrero de 2020, me preparo para la cuarta oportunidad de seguir escuchando mis latidos. Ésta vez, un ependimoma anclado en el bulbo medular raquídeo. Mi meta: volver a despertarme. Catorce de febrero. ¡Siento mis palpitaciones! Casi arranco a llorar de la alegría. Manan lágrimas por mis mejillas de forma involuntaria. Intento serenarme. Tengo que estar tranquila. Respiro de nuevo. Por breves lapsos de tiempo, pierdo la memoria. En esos momentos no escribo, pero cuando ésta vuelve a mí…aprovecho para plasmar mis ideas, mis sentimientos y mi enorme felicidad. Simplemente, vivo. Ahora toca afrontar los dos neurinomas bilaterales acústicos, presentes en mis oídos. Me siento como una niña que quiere su premio: ganar la batalla a mi traicionera y fiel compañera, la Neurofibromatosis tipo II. Esta enfermedad tan puñetera no va a conseguir vencerme, a pesar de que las manchas siguen apareciendo como si llevasen años sembradas, formando un enorme campo de minas en mi cerebro y espina. Invisibles y secretamente escondidas. Confío en que puedan desactivarse todas, sin que ninguna llegue a explotar en esta dura y difícil recolección. ¡Maldito gen sigiloso! Cómo ha conseguido bombardearme toda por dentro sin piedad, aún siendo hermano de todos mis hijos cromosomas. Postdata: Mi primer renacer fue hace cincuenta y un años, cuando mi madre me trajo al mundo, el segundo veintiún años después con una cesárea a vida o muerte. Las dos seguimos luchando con más fuerza que nunca, junto a su hermana y mi nieto. Aprendemos las lecciones y disfrutamos de la nueva oportunidad que tenemos de convivir. Siento una enorme paz, a pesar de las dudas e incertidumbres, porque no tengo miedo. Atentamente: Vibe.
top of page
bottom of page
Saludos Vibe:
Me paso a hacerte una visita.
Un relato interesante y algo crudo. Deja cierto amargor por el tema a tratar.
Bien redactado y se entiende perfectamente el lenguaje, no hace falta saber medicina.
Aunque lo hayas firmado, puede ser intencionado, yo en ese debate no voy a entrar. Luchar es de valientes.
Nos leemos.
Cr!S (15).
Hola Vibes. Muy buen trabajo, tiene fuerza, amor sin límites a la vida. Ojalá lo leyeran los desencantados, los que están al borde del precipicio y se contagiaran de tu esperanzada lucha, de tu optimismo, de tu fe.
Felicitaciones. Saludos .Esther(42)
Hola Vibe. Me ha gustado mucho tu relato tanto en la forma como en el contenido. No sé si será autobiográfico pero si no lo es lo parece. Una forma valiente y acertada de afrontar la enfermedad y la literatura. Nos leemos.
Hola Vibe,pienso que la vida esta llena de pruebas y que es un simple paso para saber valorarla ,aunque aveces el destino,dios o lo que sea ,se pasa un poco con algunas personas.Cuidate
Hola Vibe. Por lo que tu has pasado y por tu actitud ante los agobios que te han puesto a prueba yo te felicito.
Además puedo agregar que soy recién abuelo de una pareja de gemelos. Cuando supe de la futura llegada de mis nietos, mis oraciones y mis escritos se volcaron hacia el deseo de llegar a conocerlos, y en uno de ellos plasmé que mis redactares fueron como oraciones escritas a Dios.
Considera tu relato como una oración, porque Dios sabe escuchar pero también es buen lector.
Se que esto le va a encantar y va a estar a tu lado y pendiente.
Con todo el corazón, lo mejor. Saludos y un fuerte abrazo