Quince de marzo Los participantes comenzaron a ejercer sus destrezas manuales con gran seguridad. Las tres mujeres parecían divertirse con las manos en la masa de barro, pero se percibía un halo de guerra flotando en la atmósfera. Se palpaba la tensión, la suspicacia, la envidia… En sus mentes no existían reglas, todo valdría. Se habían apuntado al concurso de escultura de frutas de su pueblo, cercano a la sierra de Huétor Santillán, donde eran muy conocidas por el simple hecho de constar de un censo de tan solo setecientos cincuenta habitantes. Su intención: ganar. Marcela marcaba, con las uñas, llagas sangrantes en una pera viviente color tierra. Le imprimía unas turbulencias en la piel que denotaban sufrimiento y angustia real. Era muy buena haciendo figuritas de mazapán, para el Portal de Belén de Navidad y eso se notaba. Se distinguía perfectamente el relieve de una panza de mamá panocha con su pelo naranja encrespado, todo loco y vacilón. En su barriga se encontraban esculpidas, con gran maestría, las caritas de sus fetos en cada grano de maíz. Sin duda, nacerían múltiples churumbeles pelirrojos. Macarena observaba embobada su insólita y absurda creación. María se alejó medio metro del pupitre para poder ver, desde otro plano, el ramillete de frutas variadas, disfrazadas de trajes populares en la historia; los volantes de algunas faldas querían moverse con el suave viento. Tras compararla con la de sus rivales, se sintió satisfecha y pensó:”sin duda alguna, la mía es la mejor” En el atril inscrito con su nombre, Lolo, amasaba las últimas hojas de su piña. Pintadas en arco iris, irradiaban reflejos maravillosos. Los destellos alegraban y daban luz de paz en el escenario. La dulce armonía, abrazaba las almas de los más sensibles. Colocado entre las féminas, se sentía a gusto, orgulloso, visiblemente feliz, tan ingenuo e inocente como un recién nacido. Las contrincantes lo escaneaban con exactitud. Sus ojos se tornaban malignos y diabólicos. Con una simple mirada, llegaron a un acuerdo telepático: sabotear la escultura masculina, así se lo quitarían de en medio. ‒ No tienes nada que hacer ‒ reía una con un grado de superioridad desorbitado. Lo encaró fijamente mientras se mofaba con descaro. ‒ ¡Que iluso! Si ni siquiera sabes hablar bien ‒ se pitorreaba otra, ridiculizando al pobre con aire despótico. ‒ Pe- pe- pe- pero os vo- vo- voy a de- de- de ‒ la tercera lo interrumpió haciendo muecas despectivas, tratándolo como un retrasado. ‒ “Nene tarado, nene subnormal”‒ le canturreaba delante del gentío. Sin dejar de acosarlo, proseguían con sus groserías sin piedad. Aún siendo evidente su falta de empatía, el público las aplaudía y vitoreaba. Las incautas, tomaron vuelos al sentirse apoyadas por los asistentes al evento, el cual estaba tomando nuevas dimensiones, pareciéndose cada vez más a una Sátira Burlesca. La segunda dama se acercó de improviso al modelado del chico y lo roció con un vaso de agua caliente, bailoteando ante su nariz. Sorprendido, veía como la piña colada se desparramaba humeante encima de la mesa de trabajo. Hundió el rostro entre las manos gimiendo. Los suspiros de pena se percibían en el aire, en sollozos entrecortados. Aunque esta fue amonestada por el jurado, prosiguió con su jueguecito humillante, apoyada por sus dos amigas, sin importarles las consecuencias, hasta que finalmente fueron eliminadas. Es el primer año que el certamen termina sin ganador. Tres figuras descartadas y una destrozada. Han acabado dándole el premio de consuelo, a pesar de haber terminado sin piña. ‒ Pu - pu - pues no soy tan ton- ton-ton- ¡jolín, tonto!‒ intenta conectar todas las sílabas sin atrancarse, mientras ríe entre pícaro y dulce. En su inocencia de eterno niño, pasa del llanto a la risa sin guardar rencor, sin desear mal a sus enemigas.
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En un relato donde David (Lolo), se enfrenta a Goliath(triplicado en las tres mujeres), siempre nos ponemos de parte del más débil. Es un abuso de poder y un maltrato. Has reflejado muy bien la timidez de Lolo.
Ya te han indicado los compañeros, Vibe, algunas cosillas. El exceso de comas sobre todo interrumpe algo la lectura.
Un cordial saludo Menta, buen trabajo.
En un relato donde David (Lolo), se enfrenta a Goliath(triplicado en las tres mujeres), siempre nos ponemos de parte del más débil. Es un abuso de poder y un maltrato. Has reflejado muy bien la timidez de Lolo.
Ya te han indicado los compañeros, Vibe, algunas cosillas. El exceso de comas sobre todo interrumpe algo la lectura.
Un cordial saludo Menta, buen trabajo.
Hola Toñi Ávila o Vibe:
Gracias por pasarte por mi relato y dejar tu generoso comentario.
El tuyo, que me ha gustado por la denuncia que haces contra el acoso de los más débiles y contra el apoyo incomprensible de las personas presentes en el evento de la entrega de premios, me parece bien desarrollado.
Hasta que no seamos capaces de educar a nuestros hijos y nietos en la aceptación total de las personas diferentes o disminuidas, no acabaremos con esa lacra del acoso y la agresión a los más débiles.
El comportamiento permisivo de los miembros del jurado tampoco tiene desperdicio.
“‒ ¡Que iluso! Si ni siquiera sabes hablar bien”. Con relación a esta frase, yo creo que podría…
Buenas noches a todos y mil gracias por vuestros comentarios, de los cuales tomo nota para empezar a corregir el relato con los apuntes que me brindais. Es un placer aprender de vosotros.
Hola Pepe, el cambio verbal es intencionado, me gusta jugar con el tiempo, darle fuerza al final terminando en presente; no se si lo consigo.
Hola Laura, preguntas por el nombre de una de las tres mujeres, quizás te pasó desapercibido: Marcela, Macarena y María; la primera, segunda y tercera. Los tres nombres están escritos junto a la descripción de sus esculturas.
El título es por la fecha de entrega de los relatos, las tres "M"de los nombres de las féminas añadidas al reto de marzo y…
Hola Vibe.Buen relato que mal comportamiento incívico contra el chico,muy bien que terminaran eliminadas un saludo mi relato es 36