REFLEXIONES SOBRE EL PARQUE - A BERUMEN- (R)
- A. Berumen
- 17 mar 2021
- 3 Min. de lectura
"Caminando en línea recta, no puede uno llegar muy lejos”, leí en un libro que me regalaron en mi último cumpleaños, cuando aún vivía yo con mis papás.
En un principio no entendí a qué se refería, hasta que traté de hacerlo y vi que había mucha razón en esa frase. En el camino siempre encontrarás obstáculos que te harán cambiar de rumbo, rectificar, al menos por un momento. Si, el día que fui al parque con mi mamá, en lugar de subirme a la vieja resbaladilla hubiera cambiado de dirección, otra sería mi vida.
Ahora que vivo en el armario, extraño mucho platicar con mis papás.
El último día que pude hacerlo, fue cuando acompañé a mi mamá al parque. Aquel donde se
encuentra la vieja resbaladilla. Si le hubiera hecho caso, y no me hubiera subido a ese juego, ahora seguiría viviendo con mis papás y platicando con ellos, pero siempre fui muy rebelde, y me encantaba tomar riesgos sin medir las consecuencias.
Ya que conocí a Danielito y a Anne, por lo menos tengo otros amigos con los cuales platicar.
Lo que no entiendo es cómo ellos sí me ven y me escuchan, no como los demás, para quienes pareciera que no existo.
Que Anne lo haga es normal, pues dice que hace tiempo un periodista la mandó a vivir en el armario, aunque me extraña que nunca antes la había visto. Pensándolo bien, lo que pasa es que aquí parece no transcurrir el tiempo, no existen el día ni la noche, y nosotros no necesitamos dormir.
En cuanto a Danielito, lo escuché decir el otro día que le gustaba mucho jugar con la Ouija. A lo mejor por eso puede entrar y salir del armario cuando quiere, pues he escuchado que ese
juego sirve de portal entre nuestros mundos.
Yo, en su lugar, tendría mucho cuidado, pues algunas personas me han dicho que si entras en este mundo, cuando quieres regresar no puedes hacerlo. No es que sea tan malo vivir aquí, pero sin duda es mejor hacerlo en el otro.
Sé que Danielito tiene una compañerita de escuela que le gusta mucho. Se llama Gaby, pero parece que ella no le hace mucho caso. He pensado que quizás me convenga irme a vivir a su casa un tiempo, así podré ayudarle a que le dé el sí. Basta con que, mientras ella duerme, le susurre al oído cosas que hablen bien de él. Me han dicho que eso nunca falta. Yo no lo he probado con nadie, por lo que esta sería la primera vez.
Es tan fácil, para mí, moverme, que no me costará trabajo mudarme a casa de Gaby, pues en este mundo no existe la distancia, basta con cerrar por un momento los ojos y pensar en el lugar que quiero estar, para encontrarme en seguida ahí.
Si logro que ellos dos se hagan novios, quizás Danielito se olvide de buscar a Anne. Entonces yo podré pedirle a ella que sea mi novia.
No estoy seguro de qué sirva esto, pues en este mundo no existen los matrimonios, por lo que un noviazgo no tiene ningún sentido.
Por lo menos ya no me sentiré tan solo y tendré con quien platicar siempre. Además, evitaré que la mamá de Danielito se sienta triste todos días, como mi mamá lo está desde que ya no vivo con ella.
Debo apresurarme, pues escuché el otro día que Danielito celebrará sus quince años con una gran fiesta, en la cual pretende declarársele a Gaby.
Tengo que pensar en un buen plan.
*
Ah, ¡eso está muy bien! Seguramente vas a redondear un cuento largo muy entretenido y sustancioso.
sigue mandándonos tus avances cada mes.
Hola. Muchas gracias a todos los que se tomaron unos minutos para leer mi relato y comentarlo. En verdad lo aprecio y agradezco mucho. Tomaré en cuenta sus amables observaciones. Esta es la décima entrega de mi cuento “Un domingo en el parque”, que inicié cuando arrancó este grupo ( al cerrarse Literautas). En otro grupo al que también pertenezco, estoy escribiendo, en paralelo, la historia de Danielito y Gaby. Con esta entrega voy uniendo ambas historias. Ya llevo, en total, más de treinta cuartillas, y espero ir empezando a cerrar mi cuento. Los invito a que, a quién le interese leerlo, siga leyendo mis entregas. Muchas gracias, un abrazo y cuídense mucho.
A BERUMEN
Hola Berumen, gracias por leer mi relato y dejar tu comentario, tomaré en cuenta tu sugerencia.
Cuando empecé a leer tu relato me pareció que ya habia leido algo parecido, no se si habias escrito algo asi en Literautas, de todos modos me gustó mucho el tema. Bastante original. No puede dejar de dar lastima el relato de un niño fantasma que busca compañia en su eterno lugar de "descanso". Si creo que podria haber ahi mas ideas para un cuento algo mas extenso y quien sabe talves el fantasmita llegue a no ser tan amigable. Bueno saludos, nos leemos.
Wanda
Eanda
Hola. Me gusto tu relato. Me da miedo la idea de un fantasma Celestina. Me doy cuenta de que el relato forma parte de algo más extenso, pero funciona aún desconociendo el resto. ¿Si la ouija sirve de portal, funciona en ambas direcciones? ¿Por qué es mejor vivir en un plano que vivir en el otro? ¿Si los vivos escuchan al fantasma protagonista y él se da cuenta de lo que dicen, por qué no pueden platicar? ¿Por qué un noviazgo carece de sentido sin el matrimonio? ¿Por qué el fantasma protagonista no habla con su mamá y le dice que no este triste? ¿Por qué el fantasma se pone moralista con la Ouija si le gusta tomar riesgos si…
Hola Berumen, me toca comentarte y voy a ello.
Está muy original esta historia del niño del armario, un sitio privilegiado para observar nuestro mundo y "buscarle las vueltas".
Te comento algunas cosillas de forma, por si te apetece revisarlas.
Al principio del cuento hay dos párrafos que repiten la misma información, lo de que si no se hubiera subido a la resbaladilla...
A Anne, un periodista la mandó a vivir en el armario. No vuelves a mencionar al periodista y no sabemos qué le ocurrió a Anne. Es una percha en la que no se cuelga nada. Quizá ya lo has tratado en entregas anteriores o lo dejas para "el próximo capítulo".
En la frase "...evitaré que la mamá…