top of page
nuevo logo trailorbrand.JPG
  • Facebook
  • Instagram
IreneR

Un largo silencio -Josefina- (R)

Había estado sentada en aquella silla al lado de la ventana por dos horas cuando la enfermera se acerca y le dice: - Su cena está servida, señora. - No tengo deseos de comer, respondió Sara. - Pero usted debe comer algo. La ayudó suavemente a levantarse y en ese momento una foto cae de entre sus manos. La enfermera se inclinó a recogerla. - ¿Es usted la mujer de la foto? - No lo sé. La conservo porque me agrada verla. - ¿Dónde es? ¿En África? Hay muchos elefantes. Se los ve al fondo como en silencio. - No se lo menciones a Juan en la mesa. Aclaró Sara nerviosamente. - Bueno, asintió la enfermera con una sonrisa. Habían pasado diez años desde aquel viaje a África. - ¡Despierta!, ¡Despierta! Sara levantó los párpados y pudo ver las manos de Juan sosteniendo dos pasajes. Destino Kenia. Siempre habían querido visitar ese lugar. - No fué fácil conseguirlos - Juan explicó. Tuve que sobornar al comisario para que me los entregase - sabes que su hermano es piloto de línea. Sara dió un salto en la cama y en un segundo estaba besando a su esposa con pasión y agradecimiento. Él recorrió con su mano las bien formadas nalgas de ella y se dejó besar. El reloj de pared del dormitorio marcaba las doce del mediodía. - El avión sale a las 8.00pm, no tenemos mucho tiempo, dijo Juan. Todo sucedió muy rápido. Ahora Sara repasaba con la mirada el comedor de la tienda en Kebu, los manteles individuales de hilo blanco, candelabros de plata y un arreglo floral en el centro. Cenarían con el embajador y sus amigos. Sara estaba espléndida en su vestido blanco. - Estás simplemente perfecta - dijo Juan. Ella sonrió. - Sara - quiero presentarte al príncipe Abdul de Arabia - dijo el emperador. Él rozó con los labios su mano y ella se estremeció. Ese hombre alto,rudo enigmático con ese atuendo típico árabe. Durante la cena no dejó de observarlo. de regreso al hotel, Sara argumentó estar muy cansada, se dió una ducha y entró en su cama simulando dormir. Juan, como todos los días debía escribir su diario de viaje. En un momento la observa, su respiración lenta apenas movía aquel camisón cuyos breteles caían sobre sus hombros. Había dicho que estaba cansada. A la mañana siguiente un mensaje esperaba secretamente en la recepción del hotel. El empleado deslizó el fino papel y ella lo estrujó en su mano. No bien Juan se alejó a saludar algunos diplomáticos, ella leyó ese mensaje. - "Esta tarde a las cinco en las caballerizas del hotel." Sara inventó una salida con la mujer del embajador y Juan aprovechó el tiempo libre para contratar una cacería de leones por los montes. Lo buscó entre la gente que recorría las caballerizas. Abdul se acercó a la balustrada envolviéndola con su perfume, puso su mano sobre la cintura de ella y Sara se sintió flotar. Caminaron unos metros, el príncipe deseaba observarla de cerca, la quería suya. Había algo en Sara que lo cautivaba, su dolor por no poseerla era similar a un aguijón clavado en su pecho. Tomaron dos caballos y salieron al galope. El viento sin clemencia desgarraba las entrañas de la tierr, la arena se movía peligrosamente bajo las patas de los caballos, de repente el caballo de Sara levantó sus patas delanteras despidiéndola de su montura cayendo pesadamente al suelo. El sonido de un disparo había embrabecido al animal. Abdul yacía inmóvil a los pies de su caballo. Cuando Sara despertó estaba en una cama de un hospital. Juan, sentado a un lado dibujaba una sonrisa en sus labios, no obstante la observaba con preocupación. Sara había perdido la memoria debido al golpe rcibido en su caída. Ahora en una casa especial para discapacitados le habían dicho que ese hombre que la visitaba diariamente era su marido. Solo Juan sabía que había sucedido, nunca se mencionó el nombre Abdul delante de Sara. Solo esa foto la movía.

30 visualizaciones5 comentarios

Entradas Recientes

Ver todo

La Revelación - Wanda- (R)

Sitio web: http://unrincondelalmablog.wordpress.com/ VOLVER A RECOPILACIÓN MAYO, 2023 Miré impaciente al reloj de la estación del tren...

5 comentarios


Carla Daniela
Carla Daniela
26 feb 2020

Hola Josefina, como estas? Creo que es la primera vez que leo algo tuyo.

Me pareció un relato muy interesante, una mini novela "romántica". Veo que ya te hicieron algunas observaciones, así que no voy a repetir. Lo único que me queda por preguntarte es por la foto. Si Sara no recuerda nada, porque le dice a la enfermera que no le muestre la foto a Juan?

Gran trabajo! Un saludo y nos leemos! (N°34)

Me gusta

Cristina Diaz
Cristina Diaz
22 feb 2020

Saludos, Josefina:


Me gustó mucho tu anterior relato: el tema que tratabas, y he querido volver a visitarte, ya que el mío es el 15.

No te voy a corregir; lo han hecho los compañeros.

Me ha vuelto a encantar. Tu lectura fluye ligeramente, el lector se envuelve bien en la escena e historia, haciendonos cómplices de sus emociones. Eso es ideal.

Enhorabuena.


Cr!S.

Me gusta

Charo Bolívar
Charo Bolívar
20 feb 2020

Un buen relato de celos muy bien narrado. No llevas desde una foto a un África misteriosa, de aquellas que incitan a dejar ir la pasión. La pobre Sara no puede ver su sueño cumplido, ni guardar en su memoria a ese príncipe árabe. Sabes describir bien el instante, podemos imaginar a un Abdul galante y seductor. Una aventurilla con un trágico final.


Sólo decirte a modo de ortografía que te faltan algunos guiones para separar el diálogo de lo que piensa o dice el personaje y algún tiempo verbal que no se corresponde. Por lo demás es un relato para leer y releer y encontrar nuevas sorpresas. Por un momento he pensado que Juan era Abdul en la actualidad,…


Me gusta

Hola Josefina. Aparte de lo que comenta el compañero ,veo también que pones los números escritos luego con cifras ,lo correcto es ponerlo mejor si se puede escritos ,si no son muy difíciles de escribir, también veo que no corriges como es debido, ya somos dos, un abrazo. José María

Me gusta

El chaval
El chaval
18 feb 2020

Hola Josefina. Relato de alto nivel y celos . Encuentro que al inicio de conversación no pones raya, te sale guión. Un lapsus: pones esposa en lugar de esposo y una faltita ortográfica: embravecido no son bes.Bueno, muy bien, Nos leeremos el próximo. un sañludo

Me gusta
bottom of page