Con sigilo, abre la puerta del dormitorio, asoma la cabeza y ve a su hijita que, sentada en la cama, señala a algo o alguien en un rincón de la habitación. Mira hacia allí y le llama la atención que la cortina floreada estuviera fruncida y enlazada hacia la derecha. «No es lo habitual», piensa y cree escuchar hablar. Entra y le dice a Nayra:
— Hija, ¿Con quién hablabas?
—Con nadie, mamá…
—No me mientas. Hace un rato entré y hablabas como si soñaras, pero ahora estas sentada y escuché palabras raras… y vos no sabés inglés ni alemán. ¿Qué decías?
—Nada mami. Tengo sueño —dice Nayra a la par de meterse bajo la sábana y taparse hasta la cabeza.
—Bueno, bueno. Que sea la última vez que corres la cortina para el lado equivocado. Que tengas lindos sueños —le pide y mira el reloj: casi medianoche. Sale y cierra la puerta con cuidado.
Nayra espera unos minutos. Sabe que en dos días más cumple seis años y que la torta será de chocolate. Supone que sus primos y amiguitos le regalarán cosas lindas. De pronto se destapa, se sienta, apoya los pies sobre la alfombra y mira atenta, hacia la cortina multicolor. Respira esperanzas y pregunta en voz baja, casi un murmullo:
—¿Te portaste mal?, ¿quién te puso en penitencia?
— No molesté a nadie, solo bailaba en un concurso de hadas. Bailé bien y me aplazaron, entonces protesté y me convirtieron en una estatua de piedra verde.
—¡De piedra!... y entonces ¿cómo llegaste aquí, a mi casa?
—Se fueron todos y quedé sola, pidiendo auxilio…
—Pero… ¿por qué viniste a visitarme a mí? —interrumpe Nayra.
—Porque las hadas tenemos imaginación, hechizo y podemos hacer muchas cosas, cómo elegir cerca de quien estar. Somos mágicas y misteriosas.
—¿Cómo puedo ayudarte?
—Quiero volver a bailar, a divertirme y a jugar con niños buenos como vos.
—Pero ¿qué puedo hacer yo?
—Tenés que buscar un ladrón y que me robe, que me lleve lejos y me abandone, entonces yo recuperaré mi cuerpo sublime y mis poderes.
—¿Tienes poderes mágicos? ¿Vendrías a la fiesta de mi cumple, en dos días?
—Si me roban y abandonan, seguro que iré porque serás mi salvadora. ¿Conocés a algún buen ladrón?
—Dejame pensar… ¡Sí… el Boby! Ese roba todo lo que encuentra y se lo lleva.
—¿Quién es Boby?
—¡Mi perro! Mañana bien temprano lo traigo, te huele y seguro que te roba y te lleva al fondo.
—Ojo que soy de piedra pesada, no igual que siempre que no peso nada por ser hada, por ser celestial y benéfica.
—El Boby tiene fuerza, te muerde una pierna y te arrastra. Es forzudo.
—Bueno, esperemos hasta mañana. Gracias, amiga Nayra.
—Buenas noches… Pero no te vayas…eh —le ruega.
—¡No puedo… soy de piedra!
Nayra se acuesta, se tapa con la sábana y muy pronto se duerme. Quiere soñar con el hada amiga y conversadora.
Desayuna apurada y en un descuido de la madre, lleva al perro a su dormitorio, lo acerca a la cortina y este olfatea algo extraño. Gruñe dos o tres veces y sale de la pieza como si arrastrara algo pesado. Nayra, contenta porque Boby es un muy buen ladrón, lo sigue hasta el jardín de atrás y lo ve cavar un pozo poco profundo. Ella espera que lo tape con sus patas, como tantas otras veces lo había visto hacer.
Vuelve apurada a su habitación, corre la cortina floreada y… no había ninguna estatua verde, no había nadie. Desilusionada, se sienta en la cama y con los ojos lagrimosos, piensa en su fiesta, sin el hada como maga. De pronto se para, mira el cortinado y lo mueve hacia la derecha de la ventana, donde la madre no quiere que esté. Mira con atención y esperanza la tela gruesa y estampada y nota que, apenas se agita, como si vibrara. Sonríe. Desde atrás del cortinado, escucha una dulce voz que le dice:
—Nayra, mañana en tu fiesta sorprenderé a tus amigos. Bailaré y jugaremos en el fondo de tu casa, cerca del pozo que hizo mi salvador… ¡es un verdadero ladrón!
—Te espero mañana —dice Nayra justo cuando la madre entra al dormitorio y la mira fijo. Ella baja la vista. La señora corre la cortina al lugar correcto y se retira sin hablarle. Silencio absoluto. Nayra respira aliviada haciendo coro celestial con los suspiros del hada bailarina.
*
Saludos Amadeo soy PROYMAN1 tu vecino del 2 y leyendo tu cuento me ha gustado. También el recurso de emplear al perro.sin olvidar la narración o cuento de hadas con final feliz. Confío en seguir leyéndonos en los próximos meses.
Hola Amadeo,
Lo primero muchas gracias por comentar mi cuento. A mí el tuyo me ha parecido que bordas al personaje de la niña. Y la historia de la conversión en piedra verde es muy imaginativa.
En lo formal he visto lo que creo es una falta de concordancia de los verbos en la frase:
"Mira hacia allí y le llama la atención que la cortina floreada estuviera fruncida y enlazada hacia la derecha"
Creo que debería ser:
"Mira hacia allí y le llama la atención que la cortina floreada esté fruncida y enlazada hacia la derecha"
Por lo demás muy bien.
Nos leemos.
Verso suelto
Hola Amadeo, me gustó tu relato que nos muestra que la imaginación e inocencia de los niños no tiene limites. Lo que mas me gustó fue el perro que les brindo la ayuda que tanto ocupaban.
Saludos, mi relato es el último.
Agradezco a los que ya comentaron mi cuento y a quienes lo harán. Leyéndolos es una buena manera de aprender y mejorar. Gracias.
Hola de nuevo Amadeo, esto de los seudónimos es un lío. Soy Isabel Caballero (1)