Hoy conocí a los nuevos dueños de la que era nuestra casa, la que ahora tiene el triángulo amarillo pintado en la acera. Aquella donde vivíamos antes de que todo pasara; cuando éramos una familia feliz y yo vivía fuera del armario. Es una pareja joven. Tienen una hija como de mi edad, y aunque reconozco que nunca me gustaron las mujeres, esta niña se ve muy bonita con su vestidito rosa, sus calcetas blancas y unas zapatillas como de las que usan para el ballet. Además, tiene el pelo rubio, y con sus dos coletas y su diadema de flores, parece una muñeca de esas que están en la vitrina de aquel almacén grande, donde le gustaba tanto ir a mi mami. Iba mucho antes, cuando yo estaba con ella, y aún no me subía a la vieja resbaladilla del parque. Ahora ya no quiere salir de su cuarto; se la pasa encerrada llorando todo el día. La niña se encontraba en la cocina, ayudando a su mamá a cocinar algo; parecía que era un pastel, pues con sus manitas revolvía una masa, y a un lado se encontraban un recipiente con betún, y otro con chocolate. Yo creo que era su cumpleaños, y le estaban organizando su fiesta, pues hablaban de a quién invitarían, y trataban de adivinar qué regalos le llevarían. Yo sí puedo verlas, oírlas y acercarme a ellas, aunque ellas a mí no. Cuando me acerco mucho y las roso, solo les ocasiono un leve escalofrío. La verdad, a mí nunca me han gustado las niñas. Por suerte yo solo tuve un hermanito y fue niño, como yo. Con él podía jugar a todo. En cambio, las niñas siempre se andan cuidando de no ensuciarse, y no les gusta jugar en el jardín por miedo a mancharse las manos y romperse las uñas. ¡Son unas pesadas! Solo les gusta jugar a tomar el té o a la escuelita. Lo sé porque mi tía tiene una hija. Se llama Rosita, y cuando nos visitaba, mi mamá me obligaba a vestirme con un traje muy elegante y me advertía que debía jugar con ella a lo que quisiera, así que tenía yo que sentarme en una mesita, fingir que tomaba un delicioso té y platicar puras bobadas. Que si viste cómo se vistió hoy la Lupe; que si la Maite ya tiene novio; que si a la Chiquis le gusta el Toño, pero él no le hace caso... Un día, se me ocurrió sacar a mi ranita favorita y ponerla sobre la mesita del té. Rosita salió corriendo, gritando como loca. Mi mami me regañó y me castigó por todo un mes sin salir a jugar con mis amigos. Yo no quería asustarla. En fin, nunca me fijo cómo se visten mis amigos, lo único que me importa es que jueguen conmigo, y jamás hablamos de niñas. ¡Wácala! No me va a quedar más remedio que, mientras esté dormida, convencerla para que le pida a su mamá que la lleve un día al parque, y ya estando ahí, veré cómo le hago para que se suba a la vieja resbaladilla, y arriba, un pequeño empujoncito bastará. Entonces ya seremos tres en el armario, y podremos divertirnos más, aunque de vez en cuando tengamos que jugar al té. -Continuará…
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Berumen : paladeando esta historia de misterio, me he encontrado, leyendo los otros comentarios, que es una continuación, y leyendo el final veo que continuará...
Que no le gusten las niñas, sabrá a algún rastro que luego se develará, presumo.
No se si has leído a Manuel Puig, pues me ha sugerido un poco, su escritura. Nos vemos. ¡Saludos cordiales!
Saludos, A. Berumen
Antes de nada, gracias por pasar por mi relato (#11), y tus comentarios.
Sobre el tuyo, veo que estas siguiendo una trama continuada con el anterior, y según parece vas a seguirla. Ya tenemos el reto para abril, estamos puliéndolo a ver que tal te va con ello.
Tu historia contada en primera persona del niño fantasma va bien, hay necesidad de aclarar algunos puntos para aquellos que no habían leído previamente tu trabajo anterior; por lo que si vas a darle continuidad, debes ir pensando cómo hacerlo para no repetir que es un fantasma, que no le gustan las niñas, y la resbaladilla que causó su muerte.
En las mejoras, me han sonado las Y que…
Hola Berumen. Ya entiendo bien que a tu protagonista no le gustan las mujeres, y que una vez muerto se dedica a ir matando a las niñas que encuentra .
Repites dos veces seguidas que las mujeres no legustan.
Separar el gran párrafo cuando cuenta lo de Rosita. mejor punto y aparte.
Bueno, mira a ver si consigues que al final le gusten las niñas. ja ja ja Un saludo y hasta el mes próximo (37)
Hola A. Berumen, continua tu cuento de fantasmas ,lo que no entiendo por que o que causa hace que ese fantasma siga asesinando en la misma resbalera, esto se esta convirtiendo ya en algo de terror y misterio. Un saludo ,este mes estoy el ultimo y gracias al equipo de café Literautas. Espero que estéis bien de salud todos.
Berumen:
Se pone interesante el cuento por entregas. Con buena dosis de sicología infantil y de picarezca.
Ya te hicieron la observación ortográfica. De resto, veo bien manejado el idioma.
Saludos.