Las vimos levantar el vuelo a toda velocidad desde el patio trasero con los colmillos aun goteando sangre. Seguro vinieron por mi tío Segovio—le dije a Nancy que aguardaba a mi lado aterrada tras las macetas —. La semana pasada se cargaron a don Malequías detrás del campanario, dicen que le dejaron el pescuezo pelón, bien limpiecitos los huesos. Lo hallaron al día siguiente, todo amarillo de la piel y con el terror todavía pegado en la cara. Era un mal tipo y siempre andaba metido en líos de triángulos amorosos, por eso se lo echaron. Yo nunca las había visto antes, solo había escuchado las viejas historias contadas por los mayores. En otros tiempos, dicen, la gente les temía porque cuando había bebés en las casas, ellas venían por las noches y les vaciaban la sangre en un ratito. Después dejaron de hacerlo, mi amá dice que eso pasó cuando la gente dejó de amamantar a sus hijos y prefirió darles leche en polvo que mezclaban con agua caliente y a lo mejor eso cambió el sabor de la sangre de los bebés, pero yo creo que no es así, ellas saben que eso son puros químicos y quisieron evitar una intoxicación. Al poco tiempo cambiaron su dieta y empezaron a aparecer cadáveres de vacas con huequitos en el cuello por todo el pueblo. No pasó mucho tiempo, cuando los ganaderos comenzaron a usar clembuterol para engordar las reses, ellas dejaron de hacerlo. Fue entonces cuando cambiaron de presa, durante un tiempo solo se chupaban a los hombres, así como lo oyen, solo hombres. Las estudiantes del pueblo decían que era una muestra de que incluso ellas apoyaban el movimiento feminista. No lo sabemos, lo que si estaba claro es que en las noches venían por los hombres que eran malos y les secaban el cuello. Por eso creí que habían venido a chuparse a mi tío, el se lo merecía, siempre que llegaba borracho a la casa le pegaba a mi tía, la pobre siempre traía moretones en todo el cuerpo. Cuando las vimos alejarse, lo primero que pensé fue en irnos al cuarto de mi tía para darle la buena noticia, pero necesitábamos ver primero el cadáver de su esposo, así que tome a Nancy de la mano y caminamos lentamente hacia el interior de la casa. La puerta seguía abierta y la luz de la cocina estaba encendida. «Ahí debe estar» pensé. Nos acercamos a paso lento y silencioso hasta estar frente a la puerta, adentro el espectáculo era terrible y desolador, los cubiertos estaban esparcidos por todo el suelo, trastes sucios con restos de ensalada en la mesa y las cascaras de verduras pegados al suelo complementaban el desastre. Me negaba a creer lo que estaba pensando, no podía ser, mi hermana y yo vimos la sangre chorrear por sus dientes. Cuando levanté la mirada observé que en la licuadora aun quedaba un poco de líquido rojo, tomé una cuchara y saqué lo que quedaba, después de olfatearlo varias veces me lo llevé a la boca. El sabor dulce terminó de confirmar mis sospechas. La decepción me invadió, al parecer las brujas se metieron a la casa y en lugar de ir sobre mi tío se prepararon una ensalada y la acompañaron con jugo de betabel. Algo debió haberles pasado para cambiar su dieta y volverse veganas. Ahora solo espero que las granjas del pueblo dejen de ser orgánicas y usen fertilizantes químicos para que ellas se vean obligadas a comer carne de nuevo y entonces si, con un poco de suerte, se carguen a mi tío para que la felicidad regrese a nuestra casa.
top of page
bottom of page
Hola, Netogonzo.
Tu relato me ha entretenido mucho, tiene buena forma y es fluido, me encanto el hecho que sean veganas, no comparto ese mundo, yo soy #TeamCarne. Si algún pero le puedo poner, es que es un bloque de texto que no pude leer en el celular, mis ojos no ven bien de cerca, que se le va a hacer. Me parecería un excelente ejercicio que probaras a separar en párrafos que harían aún más interesante la lectura.
Muchas felicidades, un abrazo norteño, acá de Chihuahua para el mundo.
Hola Netogonzo.
Me encantó tu relato. Destaco en él, y lo tomo, el modo en que introduces hacia la escena y luego la desarrollas.
Considero que puedes haber hecho algunas separaciones para diferenciar las partes que lo componen, pero nada más.
Mis saludos.
Hasta la próxima propuesta.
Hola Netogonzo creí que eran vampiros y resulta que eran vegetarianos. Un saludo José María.
Hola Netogonzo.
Me ha gustado tu relato, las brujas son temidas como en timpos atrás, a falta de las hogueras para sacrificarlas, aunque no las he echado de menos. Me he divertido leyendote, sobre todo en ese final tan irónico.
La forma de tu texto es buena, de fácil lectura y el contenido como te he dicho entretenido y ameno.
Lo único a corregir algunas faltas que no hace falta que te la vuelva a citar, puesto que te las han dicho en otro comentario.
Enhorabuena por tu relato.
Saludos, Gustav.
Buenas, Netogonzo.
Un relato muy interesante, me ha gustado mucho como va cambiando la historia y estos seres se adaptan a la nueva vida. Y el giro final me ha sorprendido, esperaba justicia divina para ese hombre.
Las palabras del reto están muy bien metidas. Lo que no está tanto es la puntuación. Un texto tan largo sin un solo punto y aparte, además de asustar al lector, es probable que no esté bien puntuado. En tu caso, hay algún que otro diálogo que no está señalado como tal; los diálogos siempre se empiezan en un punto y aparte. Y quitando eso, seguro que hay algún parlamento que puedes poner con punto y aparte, no solo porque se deba, sino…