El despertador del inspector Santer sonó, ya estaba despierto, su último día de trabajo, le había llegado la hora de jubilarse, sé levantó y realizó la rutina de todos los días, ducha, afeitado, desayuno, bajó a la calle tomó el autobús que pasaba en ese momento y lo llevó a Comisaría.
Su ayudante el inspector Rore le dio los buenos días —jefe el comisario lo llama al despacho—le dijo.
Santer llegó a la puerta del despacho del Comisario y entró sin llamar.
—Santi me despido de ti tengo una reunión en las alturas y no podré hacerlo antes de que te marches.
—De acuerdo, de todas maneras, llámame para comer juntos cualquier día y despedirnos como merece la ocasión.
—De acuerdo Santi nos vemos.
Santer entró en su despacho en el que Rore su ayudante tenía el teléfono en la mano y gesticulando con cara de fastidio colgó: Jefe un hombre ha aparecido muerto en una habitación de la pensión Las Flores en la calle Jardines, me marcho para allá.
—Voy contigo a ver qué pasa.
—Es su ultimo día jefe quédese en el despacho, le he preparado una caja para que recoja sus cosas y marcharse tranquilo.
—De ninguna manera voy a ver, aunque tú serás quien lleve la investigación sin mi ayuda.
El escenario del crimen no dejó duda a los policías de que se había cometido un asesinato, la policía científica ya estaba recabando datos, el muerto había aparecido colgado de una de las sábanas de la cama, la sábana estaba sujeta a la viga de madera del techo de la habitación.
Se establecieron todas las conjeturas posibles de cómo alguien podía haber traspasado la sábana por la viga y colgado al finado, sé tomaron huellas de pisadas de zapatos que no coincidían con los zapatos del muerto, se halló una colilla de tabaco de otra marca que no era la que fumaba el cadáver.
El misterio estaba servido y el inspector Santer estuvo todo el día antes de marcharse con su ayudante Rore estableciendo y conjeturando que podía haber pasado y con ello atrapar al asesino.
Imposible establecer alguna conexión con algún crimen cometido en parecidas circunstancias, los dos inspectores se dieron por vencidos de momento y Rore ayudado por Santer preparó un informe para el comisario.
Nuevamente volvieron y registraron la habitacion de la pensión donde vivió el muerto encontrando un pañuelo color violeta,también encontraron una carta invitándolo a una revisión auditiva. Nada relevante para la resolución del caso.
Los dos policías habían almorzado jamón y pan con manteca en un bar cercano a la escena del crimen y comentaron antes de subir a la escena del asesinato que lo tendrían resuelto antes de terminar la jornada. Parecía fácil según los datos que tenían entre manos.
—No tendrías que haber venido, márchate a tu pueblo a cuidar olivos.
—Es el morbo de mi último día de trabajo Rore, si me necesitas me llamas y dejo los olivos.
Después de la revision en la habitacion citada los dos policías estaban más que desorientados no tenían ni idea de quién podía ser el asesino a pesar de que había ciertas pistas que podían conducir a aclarar lo sucedido.
El inspector Santer se despidió de todo el personal de la comisaría prometiendo volver a visitarlos.
Se identificó al cadáver que correspondía a un dependiente de una tienda de zapatos cercana a la pensión, pero no se pudo averiguar con quien mantenía amistad o alguien con el que tuviera relación amorosa.
En una nueva revisión de la habitación y después de la despedida Santer junto con Rore no descubrieron nada relevante que hiciera avanzar la resolución del asesinato.
Por primera vez en su vida de policía y el último día de trabajo Santer no había sido capaz de resolver un caso que parecía sencillo.
Nunca se aclaró aquel crimen. Como otros muchos.
***
Me auto escribo yo mismo en el apartado de comentarios aunque nadie me va a leer.
No sé si K.Marce.
Cuando vi el reto que tocaba en este mes, no me pareció fácil ni mucho menos, creo que por eso la participación no ha sido alta.
Mi imaginación me ha llevado a escribir lo que he publicado y no ha sido fácil en 750 palabras escribir sobre un crimen y al final no encontrar al asesino.
Creo que esa es la resolución del caso.
Saludos.
Hola: Me parece una buena puesta en escena, tipo película en blanco y negro, policías en mangas de camisa y sobaquera, lámparas bajas y el ambiente cargado de humo. Un veterano poli y su pupilo... Casualmente no sucede lo que todos esperamos, por el contrario, como muchas veces pasa el la realidad, el misterio no se resuelve. Como ves, lo escrito despierta la imaginación: felicidades.
En cuento a lo formal, creo que Amadeo ya ha hecho un buen análisis.
Saludos.
Jorge.
Me falto copiar el saludo:
Cordiales saludos
Amadeo (Argentina)
NOTA: ¡Solo quedamos los valientes!
Fomentemos entre nuestros amigos “escritores” sus participaciones en este taller gratuito y fantástico. ¡Yo ya lo hice!
PROYMAN1:
Interesante el tema, pero la desilusión como lector, por ese final nulo, fue grande.
Mis observaciones:
Hay repeticiones de conceptos ya dichos y también de palabras cercanas entre sí. También algunas faltas de tildes.
Dices: El despertador del inspector Santer sonó, ya estaba despierto, su último día de trabajo, le había llegado la hora de jubilarse, sé levantó y realizó la rutina de todos los días, ducha, afeitado, desayuno, bajó a la calle tomó el autobús que pasaba en ese momento y lo llevó a Comisaría.
Su ayudante el inspector Rore le dio los buenos días —jefe el comisario lo llama al despacho—le dijo
Creo más entendible: Cuando el despertador del inspector Santer sonó, él ya estaba des…