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Te levantas como todos los días. ¿Cuánto llevas ya padeciendo esta pandemia? —te preguntas de forma natural para dejar el cuestionamiento sin respuesta—. El insomnio te está acabando. Cuatro horas diarias de sueño son lo único que tienes para olvidar un poco tu situación. Ya habías podido olvidar por unas horas los problemas, pero antes de abrir los ojos, cuando todavía estabas tratando de prolongar tu sueño, se te vinieron encima. Te restriegas la cara para que circule la sangre y se te disminuyan las ojeras. Ya se oyen los bruscos movimientos de tu mujer en la cocina. Está preparando los huevos con jamón.
Es domingo y tus hijos ya se han levantado. No quieres enfrentarlos porque tendrás que decirles que esta Navidad no será como las otras. La crisis te ha hundido casi por completo. Tu barco de esperanzas está agujerado. El casco tiene un boquete hecho por la inflación y la falta de ganancias, que son, en realidad, enormes pérdidas. Antes de la crisis, te dabas muchos lujos. ¡Hombre!! Se vive solo una vez! ¡No me impidan darme mis caprichos! —Lo gritabas a los cuatro vientos, ¿recuerdas? Y ¿ahora qué? ¿Le vas a decir a tu familia que eres un mentiroso, que no les vas a regalar lo que les prometiste? Eres un pobre diablo—. “Papá, ya falta una semana para la Navidad”. Sí, por supuesto, estás súper consciente de lo que falta. ¿No tienes todavía los regalos? Ridículo Santa Claus, Papá Noel, o como te hagas llamar.
Ve preparando tu discurso y ni pienses en anunciar tu ruina. ¿Acaso quieres que tu esposa se enfade y no te hable hasta ya muy entrado el año próximo? Tus hijos, tal vez lo aceptarían al principio mientras se repliegan, pero pasados unos días te condenarán y tendrás mucha suerte de que no te echen de la casa. ¡Cría cuervos…! ¿No dice el refrán? Y ahora con qué argumentos les dirás que eso de la sobreprotección y los “déjenmelo a mí que ya me encargo” eran puras valentonadas. Tienes que mostrar carácter para decirles que la realidad no es ese vivir diáfano en el que todo es presunción y consumo. Dile a tu mujer que ya no tienes ni para zapatos y te pondrá una tunda que no se la desearías a tu peor enemigo. ¡Quien quiera azul celeste, que le cueste! ¿Lo dices en serio? Te apuesto a que no te atreves ni siquiera a insinuarlo. No, papito querido eso no lo harías ni de milagro.
Hay una solución. Tráete las cuentas del banco y explícales como van las cosas.
Apóyate en las noticias del periódico y léeles las cotizaciones de la bolsa, la crisis laboral, los problemas de la inmigración y la hambruna mundial. Recuérdales que en la India y en África la gente se muere sin remedio de inanición. Espántalos con el virus de la gripe. Mira, ya están todos a la mesa. Abre el periódico y lee. Dicen que te calles, que está muy claro. Ellos también se enteran de lo que pasa en el planeta y están más informados que tú. Pues, ya que lo piden. ¡Arremete! ¿A qué esperar? Mira, mira nada más la carita que pone tu esposa. ¡Ah! ¡Espera, espera! No lo puedo creer. Mauricio ha salido en tu defensa y Laurita también. Ricardito está callado porque no entiende lo que se está hablando aquí. Tiene suerte el chamaco. Bueno, al parecer no era tan fiero el león como lo pintan. Se han calmado y te van a apoyar. Esta, sí que es una familia solidaria y se podría decir que hasta feliz. ¿Por qué no? Son inteligentes y lo han captado. ¡Qué suerte tienes! ¡Hasta tu esposa lo ha apechugado! ¡Increíble! Bueno, podemos estar tranquilos. Algo haremos para salir del hoyo. Sí, todo saldrá bien con la ayuda de dios. Oye, y ¿tu amante?
No me lo hubieras recordado. Esa sí que me va a chingar. No más donde se le ocurra venir a decirle a la Cecilia que llevamos dos años poniéndole los cuernos, nos va a matar. Pues, a esa sí que tendrás que regalarle algo que te salve del escándalo. A ver si otra vez te envalentonas y se lo sueltas de plano. ¡Te voy a dejar!!No me importa lo que hagas! ¡Feliz Navidad y ya te puedes ir largando con tu padrote o lo que tengas! ¿Creías que no lo sabía? ¡Adiós, mustia!
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Imagen: DR Super-Trainer.Com
Hola, Ocitore.
Pues vaya la que tiene montada tu protagonista. Me gustó mucho cómo lo has llevado, con ese narrador en segunda persona que se habla a sí mismo como si de un lunático se tratara. Sin embargo, en el último párrafo lo cambias a primera persona y eso me ha descuadrado la lectura. Puede que hayas querido mostrar un intercambio de voces entre el propio narrador; en el párrafo funciona bien y es claro, pero choca con el resto del relato, donde es puro narrador en segunda persona y si sale la voz del principal lo hace mediante el inciso exclamativo o interrogativo (de hecho, los guiones de intervención del narrador en el primer párrafo, anclan aún más es…
Leo tu cuento Ocitore y describes algo que ciertos grupos lo están padeciendo. Amantes aparte.
En mi opinión los párrafos son algo largos creo que se pueden acortar intercalando puntos pero por lo demás me ha gustado el relato.
Soy PROYMAN1 tu vecino del 4 y confió en seguir leyéndonos .Saludos y Feliz año.
¡Vaya vaya con el pájaro! ¿Para la mustia si que tenía eh?
¡Felices fiestas compañero!
Solo he visto una cosilla:
En la frase: "Te restriegas la cara para que circule la sangre y se te disminuyan las ojeras" yo quitaría el "se".
Felices fiestas compañero.
Verso suelto (2)
Saludos, Ocitore
Este mes me tocó leer todos los relatos, para poder colocar la foto. ¡Qué difícil fue encontrar un Santa pobre! Pero es que la "abundancia" es la norma ficticia, pero no la realidad. Por lo que me ha gustado tu relato, donde el pobre hombre de familia, no sabe cómo va a salir adelante en tremendas fechas.
Si bien concuerdo con toda la historia, y la amante final le da un vuelco irónico (parece que ellas siempre serán insaciables), me pregunto: ¿Y cómo ha hecho el marido para mantener una relación en medio de la pandemia? En mi país eso creo que ha sido casi casi imposible, porque al inicio solo te dejaban salir una vez cada quince…
Hola Ocitore
Vaya día que tenía por delante el señor. Los hijos y la mujer unos santos, y el protagonista "acojonao" , pero alegre, como todos los inconscientes. ¡Nada, no pasa nada! ya se arreglará todo.
Buen relato y felices fiestas... en lo posible.(10)