Serie televisiva: «Historia de una ineficacia».
Capítulo 0: «Lo inexistente».
La historia qué quizás está por suceder, constaría de una serie de sucesos que sobrevendrán en el transcurso de la vida activa de una generación. Será en la de los hijos de esas madres que aún no pudieron concretar el concebir ni el parir de esos seres inexistentes.
La realidad por crearse se presentará parcial e ilusoria y quedará en espera de algún futuro eficaz. Así, guardada y en acecho hasta su despertar, permanecerá presa. Un gran candado con silueta de grillete la convierte en prisionera e inviolable. La llave que lo abre o cierra, no tiene color, forma, ni consistencia y está depositada entre las estrellas nocturnas. Pero aun así, tal irrealidad imposible de surgir, es auténtica al fin y, cómo tal, modificará los hechos por suceder.
Todo acaecerá entre falsedades y engaños. No se parecerá, ni aun moldeándola con sistemas técnicos o mentales, a nada pues solo habrá… nada. No se percibirá, no se podrá acariciar ni vislumbrar, por inexistente. Siempre fue así. Se lo aseguro, acéptelo para no tener desengaños cuando usted entre a esa realidad que no es tal, ni lo será. Usted tampoco.
Realmente, en serio, a quienes lean este capítulo de la serie aún no filmada, les confirmo qué lo imposible seguirá siéndolo con una sola excepción… ¡Usted!
No se preocupe, continúe la lectura. Le será necesario, pues aún no le he contado lo mejor…
Esperé noches y noches hasta que desaparecieron las nubes y relucieron las estrellas. Entonces busqué la llave, abrí el grillete y solo encontré restos de realidades bien distintas y concretas. Supe que conformarían un verdadero rompecabezas. Finalmente, con esfuerzos y atención de narrador y de meticulosidades adquiridas en mis juventudes ya transitadas, he obtenido el mapa de una realidad interesante y comencé a transitarla. Hubo pasos en falso, errores gramaticales, excesos plenos de adjetivos calificativos, nulas o excesivas puntuaciones, gerundios por doquier, repeticiones inadecuadas y ausencias de ciertos pronombres vocativos. Además, las pluralizaciones se destacaban. Tantas extrañezas vividas y los insólitos tropiezos dados, me sirvieron para crecer como escritor. El capítulo cero, fue tomando forma, pero no suficiente sentido argumental. Los borradores pulularon, se multiplicaban sin cesar. Las decepciones también. Surgieron nuevos modos e intentos arriesgados. Papeles, biromes y teclados a full. Todo sirvió para llegar a este punto que, luego de releer lo creado, descubrí algo importante. Se lo diré, pues a usted lo respeto como lector.
Lo que conté hasta aquí, no fue lo que, en verdad pasó. Lo que sí sucedió fue sencillamente que yo debía cumplir con una consigna literaria muy exigente: los participantes en los retos del grupo Café Literautas, debíamos ficcionar, inventar, crear, en fin… escribir un capítulo de una serie de televisión que hayamos visto y que fuera la preferida por cada uno. Me sentí incapaz, imposibilitado de hacerlo, por la sencilla y única razón de que no miro ni veo series a pesar de existir Netflix y de estar suscripto… por las dudas. Antes veía películas. Hoy, ni eso.
Razón por la cual, tras los esfuerzos descriptos que constan más arriba, logré transcribir una historia de algo que no pasó, que no pasará e insisto, que nunca sucederá en la materialidad terrenal sea ésta definida o hipotética. Tampoco surgirá en la ficción, sea cual fuera el narrador: un supuesto profesional o los aficionados que viven en mi mente. Tal vez haya sido el narrador que pudiera imaginar y regalar historias verosímiles para ustedes. En esta oportunidad, solo encontrarán el desarrollo de la historia de una ineficacia de lo inexistente en las series televisas aún no filmadas. En resumen:
¡Qué fácil que es dar una consigna y herir! ¡Qué fácil!... Sí… ¡Qué fácil!
Compañeros:
Agradezco a todos, vuestros comentarios y opiniones muy valiosas que me ayudaron a interpretar otros aspectos de lo inexistente, hacer correcciones ortográficas y modificar partes (mínimas) del texto.
Cumplido los objetivos.
Espero que nos sigamos leyendo mutuamente
Cordiales saludos
Amadeo
Hola Amadeo. Muy interesante tu “debate monólogo” sobre las series, pero en lo personal pienso que un buen escritor, o que pretenda serlo, debe ser capaz de escribir sobre cualquier tema, y si no lo conoce, investigar, aunque claro cada quien tiene sus temas y formatos preferidos. En relación a la ortografía, hay varias palabras que desconozco, aunque eso no es tu culpa. Por otra parte “que“ no lleva acento a menos que sea interrogativo, y tú lo escribes erróneamente en varias ocasiones. Todo esto no le quita mérito a tu excelente relato. Mucha suerte y un abrazo. Cuídate mucho.
Hola de nuevo, pero se me ha colado Amadeus equivocadamente en mi entrada anterior. Disculpa.
Hola Amadeo:
Hola Amadeus:
Muchas gracias por pasar por mi relato y dejar tu comentario. Gustosamente te devuelvo la visita.
Te diré que tu escrito me ha parecido interesante y bien hilvanado a pesar de que el contenido no me haya llegado a enganchar. Probablemente la culpa ha sido mía pues no he sabido interpretar ese mundo inexistente a que te refieres.
Si se trata de una crítica hacia las series y a la basura que nos venden en las cadenas de TV me parece bien y respetable, pero creo que el reto del mes pedía otra cosa y no un alegato.
No obstante tu punto de vista ha quedado muy bien expuesto y bien escrito. Por ello te felicito.
Hola Amadeo:
Confieso que cuando he empezado a leer tu texto y llegado casi a la mitad, he tenido que regresar y empezar de nuevo, y después leer otra vez tu escrito hasta lograr comprender tu intención. La forma en que has resuelto la cuestión planteada por Café Literautas me ha parecido sobradamente original.
Yo, que sí soy aficionado a las series cuando son buenas, que de todo hay, tuve serias dificultades para iniciar la tarea, sobre todo porque una serie como concepto implica continuidad. Lo que se nos pedía, en cierto modo, era algo parecido a escribir un capítulo de la novela escrita por otro y encima que fuese comprensible para los demás. Me pareció tremendamente difícil, yo cr…