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LA QUE SE AVECINA: Mr. President - Isabel Caballero



Mi vecino es un payaso, uno de esos tipos graciosos que destacan por bocazas en todas las reuniones, ya saben, siempre tiene algo que decir: el chiste más grueso y el último chisme. Le ha tocado por sorteo ser presidente de la comunidad de vecinos, y claro, cuando hay que tratar temas serios a ver cómo le planteo al payaso con cara de payaso, que no he podido ingresar las cuotas comunales desde hace cuatro meses, más la derrama por pintar la fachada.

—Es que… es que mi marido se ha retrasado en… —tartamudeé algo nerviosa.

—Tu exmarido —concretó el presidente.

El payaso, antes de ser Mr. President, antes de quedarme sola con mis hijos, cuando coincidíamos en el portal o en el ascensor, me saludaba con un respetuoso buenos días Estrella, o buenas tardes Estrella, ¿qué tal la familia? Desde su nombramiento y mi divorcio, ha añadido un confianzudo hola rica, o un hola nena; al imbécil le da igual que vaya tirando del carrito de mi pequeña o de la mano del mayor. Al ver como trataba a su madre, mi hijo Pablo le soltó un capullo como la copa de un pino.

—¡A ver si somos más educados, chaval!

Se puso a dar voces entre su puerta y la mía, amenazó con que si no pagaba las cuotas me denunciaría por morosa. Así, tal cual, delante de mis dos hijos. Pablito, enfadado, le dio una patada en las canillas.

A la mañana siguiente, cambió la clave de la entrada automática del garaje, tuve que dejar el coche en la calle. Tampoco dejó pasar a Pablo a la piscina.

—Que no me deja entrar mamá, que no me deja el presidente entrar en su piscina.

—No es suya, hijo, es de todos.

Fui a hablar con el payado, a lo que él llamaba “su despacho”, anexo al cuarto de calderas: escritorio de metal y estantería donde las herramientas le comían el sitio a los papeles, y al revés. Desorden máximo. Tuve que contarle que tenía denunciado al padre de mis hijos por impago, que el juzgado de menores pronto resolvería…y que andaba buscando trabajo, aunque con dos niños pequeños lo tenía complicado, ¿con quién los iba a dejar?

—Si pudiera ir pagando en cuotas más pequeñas hasta que…

—Pues ya me dirás como lo arreglamos, guapa… por lo pronto puedes fregar las escaleras y los garajes a cuenta de la deuda. Despedí a la otra chica hace unos días, por fresca y porque no me respetaba. Y tu hijo que se ande con cuidado ¿eh?

—Ya, ya me doy cuenta de tu… digo, de su paciencia, pero el niño no tiene la culpa, déjelo pasar a la piscina, por favor.

Antes de divorciarme, bien que venía el imbécil a ver los partidos a casa en el canal de pago y a beberse el whisky de marca de mi marido. La vaca de su mujer, pillaba los canapés de paté con la punta de los dedos metiéndolos con extremada delicadeza en su boquita de piñón. Cuando me daba la vuelta vaciaba la bandeja en un santiamén. En aquel entonces nos tratábamos todos de tú. En el cumpleaños de Pablito hasta se vistió de payaso con su peluca de colores y su nariz encarnada, todo un clásico, ni siquiera tenía imaginación para disfrazarse y nada de gracia. Los chiquillos bostezaban.

—Gracias, me vendrá bien su oferta hasta que encuentre algo mejor.

Cerró la puerta con un candado y se acercó mucho, sin más, y sin más también me apretó contra la pared. Cuando protesté me recordó que limpiar las escaleras y la casa de algún vecino me vendría de perlas, y que si era cariñosa haría la vista gorda a los impagos. Lo dijo resoplando mientras no paraba de sobarme con su halitosis pegada a mi oreja

Me levantó la falda bajándome las bragas a media pierna. Así, sin más.

—Como digas algo de esto te vas a la calle tú y tus hijos.

La pared estaba caliente por la caldera, la sentí en la cara y en las manos apoyadas en ella. Mientras se metía en mí, empujando una y otra vez, leí de manera automática el letrero de instrucciones del calefactor a la altura de mis ojos: “El fabricante no se responsabiliza por daños causados al aparato, por negligencia o manipulación incorrecta”. Se acercaban y alejaban las letras: “El fabricante no se responsabiliza por daños... el fabricante no se responsabiliza por... el fabricante no..."


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