— ¿Cómo termina la historia del pájaro mágico, abuela?
—El cazador lo había acorralado. Ya se imaginaba los tesoros que el animal le permitiría encontrar. Arrojó su red. No había escapatoria para el animal. Sin embargo, ante su mirada asombrada, el ave se transformó en un gigantesco tigre. El cazador, asustado, retrocedió un paso, y otro, hasta que el vacío estuvo a sus espaldas... Sus últimas palabras fueron “¡Voy a caer!” y se hizo el silencio otra vez.
—Abuela… ¿Cómo conoces la historia si el minero murió?
La mujer no responde. Hay cosas que es mejor que no se sepan, todavía.
*