Mi mami ama la música; bueno, al menos lo hacía cuando yo estaba con ella, ahora solo toca en el piano aquella melodía de Cri Cri que tanto me gustaba. De hecho, sigue siendo mi favorita, aunque ya no es lo mismo escucharla como cuando lo hacíamos juntos.
Ahora mi papi se la pasa dando vueltas por la casa, como perro sin mecate. Y es que, debido a la cuarentena, ya no puede ir a su oficina y, como él dice, no es lo mismo trabajar desde casa. El ambiente rodeado de amigos, el cotilleo, el comentar las noticias mientras se lee el periódico, escuchando los comentarios y diferentes puntos de vista de los colegas mientras se disfruta de un café y un cigarrillo, es algo que, según dice, no se puede lograr en casa. Además, mi mami no lo deja fumar dentro, por lo que tiene que salir a la terraza a hacerlo. —No es igual—, se queja. Además, disfruta mucho viendo cómo van vestidas sus compañeras, pues lo he oído platicar con sus amigos: ¿viste cómo iba vestida hoy la Juanita? ¿qué te pareció el vestidito de la Mary? ¿A poco no se ve mejor la Lupita con pantalones? Yo no entiendo de esas cosas, pero se ve que él las disfruta mucho.
Lo que a mí me preocupa más, es que ya nadie va al parque, por lo que no puedo invitar a ningún niño a que venga a vivir con nosotros al armario. Ahí no la pasa uno tan mal. No hay regaños de los papás ni reglas que cumplir. No hay horarios para comer ni oraciones que rezar. Y lo mejor de todo es que no hay que ir a la escuela ni a la iglesia. No tiene uno que saludar de beso a las amigas de mamá, ni estarse quieto como estatua durante una hora.
Lo que más extraño son los abrazos de mi mami, aunque de todos modos, si siguiera con ella en su mundo, no la podría abrazar, por eso del famoso virus que tanto comentan. “Mañana será mejor”, la escucho que dice a sus amigas cuando hablan por teléfono, o a través de su compu, o su celular.
Creo que el encierro los está volviendo locos, pues ahora se pelean por todo.
El otro día los escuché discutir, pues mi papá estaba hablando por teléfono con una amiga del trabajo. No sé qué tanto decían, pero a mi mami no le gustó nada.
Ya mi tía no visita a mi mami, ni lleva a mi prima Rosita, como cada jueves lo hacía, por lo que mi idea de traerla a vivir con nosotros al armario, cada día se complica más, y ni pensar en otros niños. Hasta extraño las bromas que le hacía.
El otro día, en su desesperación, escuché que durante el desayuno mi papi le dijo a mi mami: “ viéndolo bien, qué bueno que nuestro pequeño ya no está con nosotros, pues con lo hiperactivo que era, se habría vuelto loco encerrado en casa sin poder salir”.
—¿Pero qué estás diciendo? —le respondió mi mami muy indignada—. No cabe duda que la cuarentena te está afectando.
Se levantó muy molesta de la mesa, sin siquiera terminar su desayuno, y se encerró en su cuarto.
Entonces subí a verla y la encontré llorando acostada boca abajo sobre su cama.
No pude aguantarme las ganas y corrí a abrazarla, y aunque yo no pude sentir su calorcito como antes, creo que ella sí me sintió, pues se volteó en seguida, como buscando a alguien.
Estoy pensando muy seriamente en traerla a vivir con nosotros al armario, aunque la única forma que conozco es subiéndose a la vieja resbaladilla del parque, lo cual, desde luego, no es posible. Debe haber otras formas, tengo que encontrarlas, aunque me va a doler mucho dejar solo a mi hermanito, pues sé que él también la quiere y necesita mucho.
Quizás lo mejor es traerlo a él también, total que mi papi pronto regresará a trabajar a su oficina donde, rodeado de sus amigos, ya se acostumbrará a vivir solo; quizás hasta se busque otra familia.
Debo ponerme a trabajar en ello.
Continuará...
Hola Berumen . No encontré tu número como Felix y no pude leer tu texto hasta que Menta me lo proporcionó.
Me he perdido algún relato tuyo,al ignorar donde debía contestar, pero bueno, lo haremos en el mes de junio. Un saludo y cuídate. (5)
Hola Jesús/A. BERUMEN, por fin te encontré gracias a K. Marce.
Me ha gustado mucho la historia que nos has regalado, veo un niño narrador y protagonista que vive en un armario de su casa con más niños, pero no puede abrazar a su "mami" lo que me hace imaginar que no está vivo pero tampoco muerto. Está en otra dimensión donde ve lo que pasa en su casa y parque sin poder volver ni salir. Se encuentra bien donde está, quiere llevarse al hermanito y a su mami al armario pero sin papi por las regañinas.
Tal vez efecto de estar... ¿muerto ?
Lo escribí del tirón sin leer comentarios.
Ahora al leerlos veo que estoy en lo cierto.…
Hola K. Marce. Muchas gracias por tu lectura y amplio comentario. Al respecto quisiera decirte que cada mes espero ansioso las palabras o frases estipuladas para cada relato, y me entretengo pensando cómo voy a escribir el nuevo relato logrando que se relacione con el anterior. En verdad es algo que disfruto. No me preocupa mucho que no contenga algo repetitivo, sino solo que tenga los elementos básicos: un niño “fantasma”, una familia especial, un parque con una vieja resbaladilla que sirve de puerta para otro mundo, y, por supuesto, las palabras base. El Literautas hice algo similar. No sé si llegaste a leer mi saga “Viajero en el tiempo”, pero la idea era la misma. Al final la termin…
Saludos, Jesús/ A.BERUMEN
Volvemos al parque, a la resbaladilla y a nuestro niño. Me admiro que continues con la historia del peque que murió en ese parque y siga en su casa como alma en pena.
Hay algunos errores de construcción, espacio entre simbolos y otras fallas, que no puedo detallarte. He tenido muy mal mi computador y me falla, se cuelga y es caótico. Asi que mientras menos lo exprima puedo tener un poco de tiempo para responder.
Pasando de largo esas mejoras, me intriga tu relato. Y no hablo de este capítulo, sino lo que has desarrollado con la historia. Leyendo comentarios, podras notar que algunos no han seguido la secuencia. Por lo que veo que en entregas…
Hola Lucho. Muchas gracias por tu lectura y comentario. Te invito a que leas mi respuesta a Esther, poco arriba de estas. Un abrazo y cuídate mucho.
#yomequedoencasa