Opciones: A: Policíaco - B: Novela Negra - C: Misterio - D: Terror
«Siendo las 2:17 de la mañana del día viernes se recibe una llamada de quien dice llamarse Liber Roca, de 19 años de edad. Solicita asistencia para un transeúnte atropellado. El accidente tuvo lugar en la intersección de Avda. 13 y calle 42. Repite en forma reiterada: “¡urgente una ambulancia!”
Se hacen presentes en el lugar del hecho dos patrulleros y una ambulancia de UDEC. El testigo Liber Roca declara: “eran aproximadamente las dos de la mañana, me dirigía hacia el sur por calle 41, cuando vi un VW Gol rojo que se dirigía a alta velocidad por la avenida 13 hacia el sur. Lo conducía un hombre blanco, canoso. En el cruce siguiente atropelló a un hombre de mal aspecto que la atravesaba. El coche frenó, no pudiendo evitar el choque. Nadie descendió y el vehículo continuó su marcha”.
EL accidentado tenía un nivel de alcohol en sangre de 1.6. Se recupera satisfactoriamente.
Las cámaras registran el coche en varios puntos de su recorrido, sin incluir el momento del accidente. Se lo ve continuar por la avenida 13 hasta la 50, donde dobla hacia el norte y dos calles después deja de ser visto. Venía desde la zona del Museo de La Plata. Los registros previos disponibles corresponden a la noche anterior.
El coche es identificado, también su propietario: José Piris. Se le contacta telefónicamente a la hora diez. Declara que asistió al trabajo en taxi. 7:30 llegó a su coche y la cerradura no abría. Sin tiempo para esperar el auxilio optó por viajar en taxi, más tarde resolvería el problema.
Interrogado en la seccional 1ª. Piris declara haber llegado a su casa, la tarde anterior, alrededor de la hora 19, como solía ser su rutina, miró el informativo que comenzaba, por eso está bastante seguro de la hora. Permaneció allí hasta el otro día y repitió lo ya dicho cuando fue consultado por teléfono. En su casa estaban su señora y sus dos hijos de 15 y 12 años. El auto lo deja en el estacionamiento abierto del edificio de dúplex en el cual habita, y que se encuentra a unos cincuenta metros de su apartamento.
Las cámaras del estacionamiento registran el vehículo saliendo 23:35 y regresando 4:50 de la mañana. No hay imágenes del conductor.
La esposa e hijos de Piris confirman su declaración. Los hijos permanecieron despiertos hasta las 12 horas y la esposa dice que no pudo haber salido, ella no se sentía bien y despertó en varias oportunidades. El teléfono de Piris no registra llamadas en ese horario.
El coche está muy limpio internamente. Intentaron borrar todo tipo de huellas y residuos.
Roca fue interrogado nuevamente y declaró que había estado en varios bares y que, sin dinero, regresaba a su casa a pie. Alrededor de seis kilómetros del sitio donde habita Piris y cuatro quilómetros desde el lugar del accidente.
Preguntado por la emisora que solía escuchar respondió de inmediato 90.9. Solo rio cuando le informaron que la radio del VW estaba sintonizada en esa frecuencia, siendo que el propietario suele escuchar AM.
Consultado por el encendedor Zippo, que debió dejar al ingresar a la comisaría junto con sus pertenencias y que Piris reconoció como suyo, no respondió.
El interrogado agregó (se incorpora material grabado):
“Mire, le digo la verdad. Había acordado salir esa noche con una chica. Los jueves, al caer la tarde, salen todas las estudiantes y van a algún club de la zona. Necesitaba un auto y conocía al hijo de este tipo. No fue difícil robarle la llave. Él no debería preocuparse, tomaría la segunda y pensaría que ya la encontraría, o en el peor caso, cuando pudiera, haría un duplicado. No sé, pienso.
Bueno, salí con la chica. No voy a nombrarla. Tuve el accidente mientras conducía. Dejé el auto estacionado a dos o tres calles, no recuerdo bien. Volví y llamé a la policía como si fuera un peatón. Fueron los nervios del asunto. Al volver al auto no sabía que hacer. Iba a dejarlo donde estaba y destruir la llave. Rompí el control remoto, pensé en incendiar el auto. Después cambié de opinión. Cubrí las matrículas y llevé el auto hasta el estacionamiento de donde lo había tomado. Tuve que forzar la puerta del coche. La alarma, teniendo la llave, se desactiva de forma muy sencilla. Eso es todo. Regresé y limpié lo mejor que pude.
Por lo menos espero que el tipo atropellado esté bien. Si no, todo esto por nada. ¡Encendedor de mierda!”.»
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Cierre conteo anual 21/22: Corazones: 3, Comentaristas:7
Se ha realizado el conteo del mes de febrero, 2022.
A nuestro compañero se le han otorgado DOS CORAZONES, por su relato.
Espero que estos hayan sido otorgados por sus compañeros con lecturas obligadas. Recuerden que a partir de este mes se están implementando las insignias, y es requisito obligatorio para las lecturas que son de ese carácter, el resto de lecturas al igual que la asignación es voluntaria.
Agradecemos a los que están participando con ello.
Contabilizamos los comentarios de los compañeros recibidos en cada relato y también en las demás entradas correspondientes a este mes.
Hola MT Andrade soy tu vecina de arriba. Tu relato es muy ingenioso pero me ha resultado difícil de leer porque contiene muchos datos y referencias que me son desconocidas y en un relato tan corto creo que son innecesarias. Podrías haber utilizado ese espacio para el momento con la policía, porque el protagonista confiesa demasiado rápido. Son solo impresiones mías, por lo demás me parece un buen trabajo. Un saludo y nos leemos.
Saludos Andrade soy PROYMAN1 tu vecino del 5 y he leído tu relato que me ha gustado, sobre todo por que el caso se ha resuelto. Veo algo complicada la cronología del suceso pero la descripción es asi como lo escribes. Las observaciones técnicas las dejo para los compañeros.
Confío en seguir leyéndonos.
Andrade:
Cuento bien armado, más policíaco que de misterio, en mi modesto concepto.
Observaciones de forma:
edificio de dúplex en el cual habita: Es un galicismo; debe decirse “en el que habita”.
despiertos hasta las 12 horas: Otro extranjerismo; en nuestro idioma, se dice, simplemente, las doce.
Saludos.