Esta fabulilla salga bien o mal se le ha ocurrido a PROYMAN para publicar.
Tarek y Tara caminan uno tras del otro, los lobos soportaban el calor, pero sentÃan que el tiempo cambiará pronto, el viento soplaba en el bosque y las nubes se movÃan anunciando tormenta.
—Tarek busquemos un lugar seguro,dijo Tara.
— Allà entre aquellas piedras, vamos a ver si nos sirve.
La pareja de lobos se acercó a las piedras comprobando que existÃa hueco suficiente que les servirÃa como refugio.
Sintiéndose protegidos y a salvo de posibles depredadores como eran los humanos se arrullaron entre ellos pegados a sus propias pieles como una manta.
—Lástima que no tengamos algo que echarnos a la boca, dijo Tara.
—Si tienes hambre salgo a cazar algún conejo, seguro que los hay por el bosque.
—No, por esta noche lo dejamos es que con el embarazo tengo más hambre que de costumbre.
A la mañana siguiente Tara se despertó con un olorcillo que le acentuó las ganas de comer, Tarek habÃa madrugado y entró en la lobera con una culebra entre las fauces que habÃa cazado en el bosque, la culebra de buen tamaño los dejó satisfechos y Tarek dejo el mejor bocado del reptil para Tara,la parte que devoró Tara era la que contenÃa los huevos que el reptil esperaba depositar en su guarida pero no habÃa tenido suerte.
Comprobaron que la lobera les servirÃa para que Tara diera a luz a sus lobeznos y juntos salieron del refugio a buscar comida que no tardaron encontrar, observaron un rebaño de ovejas pastando bajo la dormida mirada del pastor, eligiendo a una que les pareció más débil la acorralaron y Tara le sujetó el hocico para que no respirara y Tarek le desgarro el cuello, el animal murió al instante. El pastor ni se dio cuenta.
Con la cabra entre las fauces se marcharon a la lobera donde la despedazaron y sintiéndose satisfechos se durmieron entrelazados entre ellos y a resguardo de los humanos que era a quien más temÃan.
Paseaban por el bosque tranquilos conforme pasaban el tiempo, alimentándose de los animales que les ofrecÃa la naturaleza, si sentÃan a los humanos cerca se escondÃan hasta que poco a poco llegaban a su refugio, el embarazo de Tara seguÃa su curso y llegó el momento de que los lobeznos se abrieron a la vida.
Tres pequeños lobos pario Tara,los amamantaba con cariño, la comida salÃa a buscarla Tarek,la abundancia de animales en el bosque les hacia la vida fácil, un dÃa Tarek cazó un pequeño cordero que devoraron con ansia los lobos mayores y los pequeños.
Sintieron pasos fuera de la lobera, eran humanos que merodeaban por la zona, los escuchaban y la manada de lobos escondidos y a salvo estaban alerta sobre cualquier movimiento, aunque no percibieron nada amenazante.
—Tengo que salir a cazar Tara.
—Si, pero ten cuidado los humanos están cerca es posible que nos busquen a nosotros.
—Lo tendré ya me conoces y evito correr riesgos innecesarios, dijo Tarek mientras escuchaba los pequeños aullidos de sus lobeznos.
Tarek pasó delante de una mina de carbón abandonada allà se resguardaban animales de todo tipo, encontró un lagarto grande, desechó su caza porque a Tara esa carne no le gustaba.
Las alas de algún ave pasaron cerca de su cabeza, se llevaba bien con las águilas y se dio cuenta de que estaba cerca de una camada de conejos, sé mantuvo alerta, esperó el momento de atacar, cuando vio de salir a los conejos mayores atacó a los pequeños que con un rápido movimiento de cabeza los estrangulo y con ellos entre las fauces salió hacia la lobera.
Un disparo alcanzó a Tarek en la cabeza, murió en el acto, el cazador le arrancó la piel dejando los despojos abandonados.
En la lobera Tara esperó en vano el regreso de Tarek presintiendo el final que habÃa tenido y que ella misma le advirtió, salió de caza y pudo traer alguna liebre para ella y sus pequeños.
Pasó el tiempo y cuando los lobeznos estaban suficientemente fuertes abandonaron su guarida en busca de vida y más oportunidades de la naturaleza.
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